María de la Cruz
Un cartel, en un portal de una calle de Granada.
Los españoles nos hemos criado con la manía de que somos siempre la peor de las naciones, la más cutre y ramplona, al menos de Europa, y que nada bueno puede venir de nosotros y nosotras mismas. No sé por qué, pero es así.
Esta curiosa manía antichovinista se ha extendido, no podía ser menos, a la forma en que nuestro gobierno ha afrontado la pandemia de coronavirus. Se está propagando la idea infundada de que aquí crece la enfermedad de forma especialmente descontrolada, no como en otros países
Esta curiosa manía antichovinista se ha extendido, no podía ser menos, a la forma en que nuestro gobierno ha afrontado la pandemia de coronavirus. Se está propagando la idea infundada de que aquí crece la enfermedad de forma especialmente descontrolada, no como en otros países. En parte por la inutilidad de los gobernantes y en parte por la falta de disciplina de la población.
La siempre desleal y antipatriótica derecha de este país, que cuando le ha hecho falta no ha dudado en masacrar a su propio pueblo, no podía ser menos. Cuando más necesaria es la unidad, se ha lanzado al cuello del gobierno, acusándolos poco menos que de culpables de la expansión de la enfermedad por no actuar a tiempo y por falta de previsión.
Pues bien: no es cierto. Ojalá lo fuera. Ojalá fuera tan sencillo parar esta enfermedad. Los datos de los países, aparte de China, que ya superamos los 10.000 infectados muestran una regularidad pasmosa. El periodo que ha necesitado el coronavirus para multiplicar por 100 el número de infectados es llamativamente regular, aproximadamente 17 días.
En este gráfico se puede comparar los periodos que ha tardado el virus en pasar de menos de 100 infectados a más de 10.000. No hay ningún país que destaque.
España no ha hecho nada mejor ni peor que otros países. Quien diga lo contrario además de mentir y despreciar los datos, está aprovechando políticamente la epidemia... repugnante
Desde los 16 días de España o Irán a los 18 de Alemania o los 19 de Francia. Apenas 2 o 3 días no significativos de diferencia entre naciones con climas y hábitos de vida fuera de la casa mucho más difíciles de comparar que las medidas puestas por sus gobiernos.
España no ha hecho nada mejor ni peor que otros países. Quien diga lo contrario además de mentir y despreciar los datos, está aprovechando políticamente la epidemia... repugnante.
El dato sobre el que quiero, además. llamar la atención son esos 17 días. Si se le deja, el virus se multiplica por 100 cada 17 días. Sólo las medidas de confinamiento riguroso de la población podrán ya pararlo. Esto no es un juego: quedémonos en casa.