La delegada de Fomento y Vivienda de la Junta en Granada, Mariela Fernández-Bermejo, ha firmado el contrato que permitirá poner en servicio el 3 de mayo la ruta de taxi a la demanda que conectará los municipios granadinos de Órgiva y Cáñar.

Ésta es la segunda ruta que se pone en funcionamiento, después de que en febrero ya lo hiciera la línea que cubre Gualchos con Motril, en el marco del I Programa Andaluz de Transporte Interurbano a la Demanda en zonas rurales impulsado por la Junta de Andalucía.

Fernández-Bermejo ha destacado que "con esta iniciativa se pretende garantizar un servicio de transporte público de calidad y adecuado a la demanda ciudadana en un entorno como el rural, donde la movilidad y la accesibilidad a los centros administrativos y de prestación de servicios esenciales se complica por la existencia de un tráfico débil y por la inexistencia de un servicio de transporte público regular de carácter interurbano que cubra esas necesidades".

"La puesta en marcha de esta iniciativa, además, dará un impulso económico a este sector del taxi en las zonas rurales", ha añadido la delegada.

La nueva ruta cubrirá el itinerario de Cáñar a Órgiva por las carreteras A-4201, A-4132 y la a-348, recorriendo un total de 18 kilómetros en cada viaje de ida y retorno.

Las expediciones, que supondrán para el usuario un coste de un euro por trayecto, se han programado para prestarse tres días a la semana, concretamente los lunes, miércoles y viernes laborables.

El contrato se ha firmado con un taxista de Órgiva, ya que el municipio de Cáñar carece de licencia de taxi y contará con un presupuesto de 2.945 euros para un periodo de doce meses.

Estas rutas de taxi a la demanda acogidas al programa andaluz tienen un carácter público, de ahí que parte de la tarifa estará subvencionada por la Consejería de Fomento y Vivienda.

En Andalucía se han establecido 18 rutas distribuidas por las ocho provincias. Para el desarrollo de este programa se ha seleccionado el taxi porque se trata de un medio de transporte competitivo por las distancias que se recorren, entre 20 y 40 kilómetros; por atender a un reducido número de viajeros, entre tres y cinco pasajeros; y por reducir el consumo de combustible, lo que además implica un menor impacto ambiental y una fórmula más para incrementar las políticas de movilidad sostenible.