Un total de 767 personas iniciaron en 2018 un tratamiento por problemas relacionados con el consumo de alcohol en los Centros de Tratamiento Ambulatorio de la Junta de Andalucía en la provincia de Granada. De ellas, el 80,5 por ciento eran hombres y el 19,5 restante mujeres.

Así lo ha anunciado la Junta en una nota de prensa, en la que indica que durante 2018 los centros de toda Andalucía atendieron a 13.449 personas por alcoholismo, de las cuales 1.851 eran granadinas (1.487 hombres y 364 mujeres).

La edad media de la persona que recibe este tratamiento es de 46,1 años, y en conjunto tardan una media de 13,5 años en solicitar ayuda desde que se inicia el consumo abusivo de alcohol.

Las personas atendidas en los centros son las que presentan la media de edad más elevada. Entre las personas admitidas a tratamiento por alcohol, el porcentaje de menores de edad es reducido (0,3%). La edad media de inicio del consumo se sitúa en 16,4 años (en hombres, 15,9 años; en mujeres 18,7).

El alcohol sigue siendo la sustancia que más admisiones a tratamiento motiva en Andalucía, de hecho, el 25 por ciento de las personas que iniciaron tratamiento por adicciones durante el año pasado, lo hicieron por consumo de alcohol.

El 40 por ciento de las personas que inician tratamiento lo hacen por iniciativa propia, el 30 por ciento derivado de centros sanitarios o por indicación de los profesionales sanitarios que los atienden y un 17,5 por ciento por recomendación y apoyo de familiares y amistades.

En el marco del Día Mundial Sin Alcohol, que se celebra este viernes bajo el lema 'Hoy no bebo, pruebo mi libertad', la Consejería de Salud y Familias ha puesto el acento "en la promoción y prevención de hábitos de vida saludable y destaca la elevada morbilidad asociada al alcoholismo".

Además, el coordinador de Adicciones de la Consejería de Salud y Familias, Pedro Seijo, subraya que "el alcoholismo es una enfermedad y como tal tiene tratamiento que se adapta a cada persona y es multifactorial".

El Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones establece estrategias preventivas con el objetivo de evitar y/o reducir estas conductas adictivas, como por ejemplo el programa Hábitos de Vida Saludable o el programa comunitario de prevención de las drogodependencias 'Ciudades ante las Drogas' realizado junto con corporaciones locales.