Ecologistas en Acción urge medidas "amplias, efectivas y duraderas" para hacer frente a los incendios forestales
La ola de incendios forestales de estas semanas vuelve a situar a la sociedad ante la misma y recurrente pregunta: ¿se podía haber hecho algo más por evitar tanto fuego y tanto daño?, recuerda Ecologistas en Acción que hace hincapié en que "el Estado español, y por tanto las comunidades autónomas, así como el resto de los Estados de la cuenca mediterránea, estaba ya alertado de que las condiciones meteorológicas del verano serían de nuevo favorables a la generación e intensificación de incendios forestales".
Con todo, Ecologistas en Acción reconoce que "no es fácil encontrar respuestas a la problemática de los incendios". "La urgencia de las situaciones que se están viviendo y las certezas que como sociedad y ciudadanía se demandan, hacen muy difícil hablar y entenderse sobre un tema tan complejo y diverso en su casuística y evolución como es el de los incendios forestales. Pero es necesario un esfuerzo colectivo para poner en marcha medidas de diversos ámbitos que contribuyan a reducir los riesgos para el medio ambiente y las personas", afirma traslada la organización.
Ante un problema "tan complejo y que viene siendo estudiado desde diferentes ámbitos", Ecologistas en Acción defiende que es necesario "ampliar la mirada y ver todo el problema en su conjunto"
Respecto a la actuación temprana en extinción, Ecologistas en Acción reconoce "algunos avances técnicos" de las administraciones, pero insiste en que la dotación de medios de vigilancia y pronto ataque es "insuficiente" y se deben dotar de "medios suficientes y condiciones de trabajo dignas" a los equipos de extinción.
"Mientras que en algunos territorios hay cuerpos especializados que trabajan todo el año, en otros lugares como Castilla y León los sindicatos de profesionales denuncian la falta de previsión, las jornadas maratonianas, la ausencia de bolsas de empleo y la insuficiente formación real de los operativos de extinción. En esta comunidad autónoma se ha llegado incluso a sustituir el personal de las torres de vigilancia por un sistema de cámaras que ha resultado a todas luces ineficaz", explica.
Lamentablemente, agrega, "estas no son denuncias recientes, hace años que se viene reclamando la dignificación de las condiciones laborales y el fin de la temporalidad y precariedad de las personas que se enfrentan en primera línea al fuego".
Por otra parte, según el último informe decenal “Los incendios forestales en España” publicado en 2019 por el entonces Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el 80,77% de los incendios fue de origen antrópico, bien con fines dolosos (52 %) o por negligencia (28 %). A pesar de ese nivel de conocimiento, solo en el 17% de los casos de origen antrópico global se consiguió identificar a quien lo causó y, dentro de ellos, solo en el 2% de los casos de incendios provocados se detuvo al culpable. Es decir, se está ante "un nivel bajísimo de penalización" de una conducta tan grave y que pone en riesgo vidas humanas.
Quienes generan incendios deben asumir las responsabilidades correspondientes (penales o administrativas), algo que se debe atender con políticas de prevención adecuadas y con el debido apoyo político y social
Por todo ello, Ecologistas en Acción señala que "atajar los orígenes antrópicos de la mayor parte de los incendios es una de las asignaturas pendientes que podría redundar con mayor calado en la disminución de los fuegos en España". Y para ello, insiste en que quienes generan incendios deben asumir las responsabilidades correspondientes (penales o administrativas), algo que se debe atender con políticas de prevención adecuadas y con el debido apoyo político y social.
Ecologistas en Acción insiste en que combatir los incendios forestales "no admite recetas simples, sino que requiere de un análisis más profundo y sosegado, así como de la concienciación e implicación de toda la sociedad y de la dotación de todos los recursos necesarios para ello".
En el Estado español, la superficie forestal ocupa más del 55% del territorio, con una tendencia al crecimiento lento pero sostenido como consecuencia del abandono rural, especialmente de la superficie arbolada que ahora ocupa el 37% de la superficie estatal. Una superficie de más de 28 millones de hectáreas donde las acciones de gestión no pueden generalizarse y deben de realizarse priorizando diferentes objetivos en función de la zona
Ecologistas en Acción insiste en que combatir los incendios forestales "no admite recetas simples, sino que requiere de un análisis más profundo y sosegado, así como de la concienciación e implicación de toda la sociedad y de la dotación de todos los recursos necesarios para ello"
La organización ecologista llama la atención sobre las plantaciones forestales, que no pueden considerarse bosques aunque sean zonas arboladas, y exige tomar medidas contundentes para limitar las plantaciones forestales, especialmente de eucalipto, como especie exótica invasora que agota los recursos hídricos del suelo y es tremendamente inflamable.
"El conocimiento científico nos indica que deben limitarse las extensiones de las plantaciones forestales, también de pináceas, y favorecer la diversidad y la discontinuidad de las masas forestales, para tratar de contener la rapidísima propagación que estamos viendo en estos últimos grandes incendios", argumenta.
Para Ecologistas en Acción, la gestión forestal orientada a la prevención de incendios debe adaptarse a las características y necesidades específicas de cada territorio, y realizarse con criterios de conservación de la biodiversidad, mitigación y adaptación al cambio climático. En zonas cercanas a núcleos de población, infraestructuras críticas o puntos estratégicos para la intervención de los servicios de extinción, puede ser necesario aplicar una gestión más intensa, que reduzca la carga de biomasa y facilite el acceso, aumentando la capacidad de extinción.
En aquellas áreas más amplias del territorio donde sea posible, la gestión extensiva debe centrarse en fomentar un mosaico agroforestal que combine espacios abiertos y áreas arboladas, contribuyendo a generar paisajes más resilientes al fuego. Finalmente, en espacios con masas autóctonas o en restauración, es clave favorecer la maduración y complejidad estructural de los bosques, ya que los ecosistemas forestales maduros presentan una mayor resiliencia frente a grandes incendios, especialmente los bosques de quercíneas.
"Cabe recordar que la gestión extensiva, la que genera el mosaico agroforestal, es posible en aquellas comarcas donde aún queda un mundo rural vivo. Pero lamentablemente ese no es el escenario generalizado, ya que la despoblación afecta a gran parte del territorio, por lo que son urgentes políticas que luchen contra el reto demográfico y faciliten el desarrollo del sector primario, especialmente el de base agroecológica", concluye la organización.