Sequía

Los embalses granadinos están al 26%, la mitad que la media de los últimos diez años

Ciudadanía - J. M. M. - Domingo, 20 de Agosto de 2023
Sin lluvia desde hace dos meses y con un verano de calor extremo, los pantanos de la provincia llegan al final del verano en condiciones dramáticas.
El embalse de Colomera está únicamente al 10% de su capacidad.
IndeGranada/archivo
El embalse de Colomera está únicamente al 10% de su capacidad.

Tras dos meses sin llover y con un calor extremo en julio y lo que llevamos de agosto, los embalses de la provincia de Granada siguen perdiendo agua y presentan una situación muy preocupante a nivel general y dramática en algunos casos. 

El conjunto de los 11 pantanos se encuentra a solo el 26% de su capacidad. Hace un año, cuando ya arrastrábamos varios de sequía, estaban al 33%. Y ahora tienen la mitad que la media de los últimos diez años, que es del 52%.

ESTADO DE LOS EMBALSES DE GRANADA
  19-8-2023 19-09-2023
San Clemente 10,3% 15,4%
El Portillo 36,6% 48,6%
Negratín 21,6% 24,2%
Francisco Abellán 14,6% 18,9%
Canales 58,2% 77,9%
Quéntar 57,1% 60,7%
Colomera 10,4% 9,0%
Cubillas 42,6% 28,2%
Bermejales 16,0% 18,1%
Rules 47,6% 68,5%
Béznar 58,9% 79,0%
Total provincia 26% 33%

Fuente: Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y Junta de Andalucía

La tabla muestra el porcentaje de llenado de los 11 embalses de la provincia, en la actualidad y hace justo un año. Excepto dos de ellos (Colomera y Cubillas), los demás tienen menos agua ahora que hace doce meses. 

El de Colomera tiene un punto más que el año pasado, pero su situación es dramática, con solo un 10% de agua, al igual que el de San Clemente. También es muy preocupante el estado de los embalses de Francisco Abellán y Bermejales, los dos por debajo del 20%. El de Francisco Abellán, al 14,6% y el de los Bermejales, al 16%

Y Negratín, el de mayor capacidad de la provincia (puede alberga casi tanta agua como el resto de pantanos juntos), solo tiene un 21% de agua. 

Los dos que abastecen a la capital y buena parte de su área metropolitana, Canales y Quéntar, son de los que más agua disponen. El más grande, Canales, al 58%, y Quéntar al 57%. En total almacenan entre los dos algo más de 48 hectómetros cúbicos de agua. El abastecimiento de Emasagra a los 390.000 habitantes a los que da servicio suponen al año alrededor de 41 hectómetros cúbicos, por lo que en teoría habría agua de consumo suficiente para al menos un año, aunque no lloviera nada. 

La evolución del agua embalsada que muestra el gráfico de embalses.net evidencia la preocupante tendencia: 

La línea roja es la correspondiente a este año. En todo momento ha estado por debao, tanto del año pasado (línea negra), como de 2021 y sobre todo de la media de los últimos diez años. El volumen total de agua embalsada no ha superado en ninguna semana los 400 hectómetros cúbicos (la capacidad máxima es de 1.180) y el alza que suele registrarse en primavera prácticamente no se ha producido este año, pese a las lluvias de junio, que son las que han permitido que el declive del verano no haya sido aún mayor. 

En junio la estación de Aemet del aeropuerto registró casi 85 litros por metro cuadrado, frente a los 11 de promedio en ese mes, pero veníamos de meses anteriores muy secos, especialmente abril, sin una gota de lluvia. 

Y lo peor puede estar por llegar. No llueve desde el 21 de junio, este pasado julio ha sido el segundo más cálido desde que hay mediciones, con una temperatura media de 28,8 grados, 3,5 por encima del promedio, y agosto lleva camino de récord. Aemet no prevé lluvias en Granada en los próximos días y el agua embalsada va camino de bajar de los 300 hectómetros cúbicos. 

El año pasado, el nivel más bajo del agua embalsada se registró en noviembre, cuando llegó a bajar de los 300 hectómetros cúbicos y del 25% de llenado. Si el otoño se presenta seco, habrá graves problemas, no solo para la agricultura, que ya los está padeciendo desde hace tiempo, sino para la industria o el propio abastecimiento humano en determinadas zonas. La Junta ya anunció a finales del mes pasado que a partir de septiembre adoptaría restricciones por la sequía, que avanza sin que hasta ahora se atisbe mejoría.