Un estudio de la Junta reclamó en 2023 mejoras en la atención, diagnóstico temprano y el tratamiento para el cáncer de mama
Mujeres en una actividad en el Día Mundial del Cáncer de Mama. archivo
Un estudio de la Junta de Andalucía, de hace dos años y que fue elaborado para actualizar datos sobre la incidencia del cáncer, reclamó mejoras en la atención sanitaria, incluyendo el diagnóstico temprano así como el tratamiento, para el cáncer de mama.
Esta conclusión parte de los datos aportados por la Asociación Española contra el Cáncer, exponiendo que en los últimos años Andalucía ha presentado tasas de incidencia de cáncer de mama inferiores a la media española, con variaciones según la provincia. Sin embargo, añade el informe de la Consejería de Salud y Consumo, se observa que las tasas de mortalidad por este cáncer en la población de mujeres andaluzas menores de 75 años fueron más altas que las del resto de España. "Esto lleva a la conclusión de una menor supervivencia en Andalucía, lo que a su vez requiere de un análisis sobre áreas de mejora en la atención sanitaria, incluyendo el diagnóstico temprano y el tratamiento".
El estudio, titulado Mortalidad por tumores en el siglo XXI: Diferencias entre Andalucía y España se planteó por la falta de actualización de los datos sobre el cáncer, que en 2020 fue la segunda causa de muerte (análisis conjunto de ambos sexos), detrás de las enfermedades cardiovasculares, siendo la primera causa en hombres y la segunda en mujeres.
Dentro de Andalucía, se publicó un atlas de mortalidad por capitales de provincia, pero abarcó sólo hasta el año 2002. De ahí que se planteara la elaboración de este estudio
Sin embargo, según expone el documento, en los estudios que había publicados relativos a la mortalidad por cáncer entre territorios en España no existía información posterior a la primera década del siglo XXI en cuanto a distribución geográfica de la mortalidad según los principales tipos de cáncer en hombres y mujeres. Dentro de Andalucía, se publicó un atlas de mortalidad por capitales de provincia, pero abarcó sólo hasta el año 2002. De ahí que se planteara la elaboración de este estudio. Es necesario señalar por tanto que no es un estudio sobre el cribado del cáncer de mama, que acaba de originar un grave escándalo al poner en cuestión cómo lo está gestionando la Consejería de Salud y Consumo. Lo que hace es una radiografía global del cáncer y una de las conclusiones, como ya se ha señalado, es que reclama mejoras, incluido el diagnóstico temprano de la enfermedad.
Así, desde la perspectiva de la acción en salud pública, su objetivo es aportar ideas para "nuevas líneas de investigación" y profundizar sobre la mortalidad por tumores y para "enfocar los esfuerzos en su prevención y reducción".
El informe, que abarca de 2000 a 2020, explica que, una vez comparados los datos entre los trienios inicial y final del periodo de estudio, se confirma la "evolución descendente de la mortalidad por cáncer de mama en Andalucía". "Este descenso se constató en todas las provincias, si bien solo llegó a alcanzar significación estadística en Sevilla, Córdoba y Málaga".
La provincia de Cádiz presentó las tasas más altas de mortalidad por cáncer de mama tanto al inicio como al final del periodo, pasando de estar un 16% por encima de la media andaluza a un 20% (ambas diferencias estadísticamente significativas).
En la provincia de Sevilla, que fue la segunda con la tasa más alta en el primer trienio, la mortalidad por cáncer de mama tuvo el mayor descenso, pasando a ser similar a la media andaluza al final del periodo.
Las provincias de Jaén y Granada presentaron las tasas más bajas tanto en 2000-2002 como en 2018-2020, si bien la diferencia con la media de Andalucía solo fue estadísticamente significativa en el primer trienio.
Dentro del apartado de discusión de los datos del estudio, se señala que 55% de las muertes por cáncer de mama se produjeron de forma prematura. La tendencia de la mortalidad durante el periodo de estudio fue descendente todo el periodo de estudio en las mujeres menores de 75 años, siendo el descenso mucho menor en las mujeres más mayores -ancianas, según los términos del estudio-, especialmente en Andalucía. Aún a pesar de la tendencia descendente, el cáncer de mama sigue ocupando el primer puesto en la mortalidad por tumores en las mujeres, siendo también el cáncer más diagnosticado.
La mortalidad por este tipo de cáncer se considera prevenible mediante la detección y el tratamiento precoz. Y es aquí donde surgen las referencias a los cribados. En España, desde 1990 existe el cribado de cáncer de mama, organizado en programas de carácter poblacional para las mujeres de 50 a 69 años.
Paciente en un PET-TAC. junta de andalucía
"Tanto el cribado como los nuevos tratamientos han contribuido al descenso de la mortalidad por este cáncer. En España el informe de la Sociedad Española de Oncología de 2022 estimó una supervivencia a los 5 años del 86%"
Aunque ha habido "controversias" sobre el papel del cribado de cáncer de mama en la reducción de la mortalidad, parece claro que "tanto el cribado como los nuevos tratamientos han contribuido al descenso de la mortalidad por este cáncer. En España el informe de la Sociedad Española de Oncología de 2022 estimó una supervivencia a los 5 años del 86%".
Al igual que sucede con otros tipos de tumores, los factores de riesgo juegan un papel en la incidencia del cáncer de mama, encontrándose entre ellos el consumo de alcohol, la obesidad, el envejecimiento de la población y la nuliparidad; destacando nuevamente la importancia de que los esfuerzos, además de en la detección y tratamiento precoces, deben centrarse en la prevención.
El documento recoge, como se había apuntado, datos aportados por la Asociación Española contra el Cáncer que indican que en los últimos años Andalucía ha presentado tasas de incidencia de cáncer de mama inferiores a la media española, con variaciones según la provincia. Sin embargo, en el presente estudio se observa que las tasas de mortalidad por este cáncer en la población de mujeres andaluzas menores de 75 años fueron más altas que las del resto de España.
Y es este dato el que lleva a la conclusión de una menor supervivencia en Andalucía, lo que a su vez requiere -agrega- de "un análisis sobre áreas de mejora en la atención sanitaria, incluyendo el diagnóstico temprano y el tratamiento". Se encontraron además diferencias interprovinciales en la mortalidad, que siguen siendo similares a las apreciadas en estudios de periodos previos, con tasas de mortalidad más altas en las provincias occidentales. En Europa la tendencia se comporta de forma similar a España, con un descenso continuo en la mortalidad y un aumento con oscilaciones en la incidencia.
El informe de la Consejería de Salud y Consumo, que adelantó el diario Público fue coordinado por el Servicio de Estadísticas Sanitarias y la Subdirección de Planificación de la Viceconsejería de Salud y Consumo.