El padre del joven víctima de abusos sexuales tacha de "bochornosa" y "humillante" la actitud del arzobispo
El padre del joven víctima de presuntos abusos por parte de sacerdotes del llamado clan de los Romanones ha publicado una carta en la que afirma que el arzobispo de Granada no animó a la víctima a denunciar ante la Justicia y en la que tacha de "bochornosa" la actuación que está llevando a cabo el Arzobispado de Granada.
"Cuando el juez instructor del juzgado de instrucción número 4 de Granada, viene solicitando información al Arzobispado desde el 4 de noviembre de 2014 y este alega diferentes excusas hasta en cinco ocasiones, resulta bochornoso, humillante al máximo para las víctimas de los delitos de abuso y agresión sexual cometidos por sacerdotes incardinados en la diócesis de la cuál el señor Javier Martínez, como arzobispo es responsable", subraya en la misiva recogida en Religión Digital.
Además, critica que el arzobispo "jamás animó a trasladar la denuncia a la autoridad judicial" pues fue el denunciante, "motu proprio", quien la efectuó el día 14 de octubre.
Esto lo demuestra, según apunta, el correo que, el 17 de octubre de 2014, el denunciante envió al arzobispo invitándole a presentarse ante el Tribunal Superior. "Querido Don Javier, creo que sería bueno, que pese a plantear yo la denuncia en las autoridades civiles, como ya está hecho en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, usted se presentara para dar parte de los hechos".
El joven le explicaba en el correo que de esta manera "se garantizaría la protección de todas las víctimas" y se darían a conocer "las medidas de las que dispone la Iglesia" ante estos casos. También apuntaba que, de esta forma, se pondría "a disposición de la Fiscalía" para "asegurarse de no dar algún paso -medidas cautelares o comunicarle a estos sujetos que se está llevando a cabo una investigación- que pudiera sesgar la investigación de la Policía".
"Hijo, estate tranquilo"
Según explica el padre, el arzobispo respondió con otro email: "Hijo, estate tranquilo. El asunto este ya no está ni en tus manos ni en las mías, sino en las de la Virgen. Ella es madre y sabe de dolores y de lo que significa ser víctima, hasta la muerte".
Además, añade que durante los últimos siete meses, Javier Martínez no ha enviado "el más mínimo mensaje de apoyo, o de simple cercanía" a su hijo.
Por otro lado, lamenta que, a día de hoy, diez meses después de trasladar la denuncia al Arzobispado de Granada, siete de los diez sacerdotes que fueron imputados, continúen ejerciendo el ministerio sacerdotal en sus parroquias "y por tanto, manteniendo trato con menores, sin haber adoptado el Arzobispado ninguna medida de cautela o prudencia y obviando el hecho de la imputación por abuso sexual que se hizo sobre estos sacerdotes".