Ha sido el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, quien ha informado este miércoles de la creación de este tribunal, cuyo funcionamiento ha sido acordado por el denominado G-9, que es el grupo de cardenales a quien el Papa Francisco ha encomendado reformas en el seno de la Iglesia. La propuesta ha partido del cardenal Sean O'Malley, presidente de la Comisión para la Tutela de Menores. 

Este tribunal se encargará de juzgar a los obipos que oculten o no hagan un seguimiento adecuado de los casos y dependerá de la Congregación para la Doctrina de la Fe. 

Según la información hecha pública por el Vaticano, transcurridos los primeros cinco años de funcionamiento se evaluará su trabajo. 

De esta manera se cumple una de las promesas que hizo el Papa a las familias de víctimas de abusos, con las que mantuvo un encuentro en julio de 2014.