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El monumento abre una ronda para analizar el futuro del proyecto

Alcalde y Alhambra apuestan por el diálogo para 'suavizar' el Atrio y alejar la consulta

Cultura - María Andrade - Miércoles, 23 de Septiembre de 2015
El Patronato de la Ahambra y el Generalife ha abierto una ronda de contactos con asociaciones profesionales y ciudadanas para consensuar el futuro del Atrio, un proyecto que originó una profunda brecha con el Ayuntamiento de Granada que el diálogo está ahora reduciendo. De un lado, el director del monumento, Reynaldo Fernández, aparca las prisas y admite que todas las posibilidades están abiertas. De otro, el alcalde, José Torres Hurtado, frena la consulta ciudadana confiado en la "nueva línea" y a la espera de un futuro encuentro con la consejera de Cultura.

El acercamiento entre el Ayuntamiento y la Alhambra comenzó este verano, con una visita a una actuación conjunta en la Cuesta de los Chinos en la que se anunció nuevos proyectos en común.

"En fase de debate y de diálogo". Así se encuentra el proyecto del Atrio de la Alhambra, en palabras de Reynaldo Fernández, que ha abierto una ronda de encuentros con asociaciones profesionales y colectivos ciudadanos para recoger su opinión al respecto. De ese diálogo se llegará a unas conclusiones sobre el futuro de la obra. "Consensuadas" y "sin prisas".

Ese giro en la posición de la Alhambra, que se formalizó con la entrada de Rosa Aguilar a la Consejería de Cultura y el nombramiento de Fernández como director, ha rebajado la tensión con el gobierno local del PP, hasta tal punto que el propio alcalde ha admitido este miércoles, durante una visita al Albaicín, que ha aceptado frenar la consulta popular que prometió sobre el Atrio.

Lo hace Torres Hurtado, según ha desvelado, a petición de la consejera de Cultura ante la "línea nueva" abierta respecto al proyecto y a la espera de un encuentro que ambos pretenden mantener para abordar asuntos en los que hay serias diferencias, como la participación en los ingresos de la Alhambra.

Es la primera vez que el alcalde reconoce abiertamente que ha puesto en 'stand by' esa consulta, que fue uno de sus frentes electorales y que nunca vio con malos ojos Ciudadanos, el partido que lo sustenta. 

El alcalde atiende a los periodistas, este miércoles en el Albaicín. 

No renuncia "de ninguna manera" el alcalde de Granada a sus reivindicaciones, ha advertido; en concreto a los dos euros que reclama de cada entrada al monumento para destinarlos al mantenimiento del Albaicín, donde este miércoles ha presentado un plan especial de limpieza de pintadas, poniendo en evidencia el deterioro y la necesidad de mantenimiento en un barrio declarado Patrimonio de la Humanidad. Pero sí que ha cedido, una vez más con el diálogo como argumento. 

Está convencido, y así lo ha dicho a los periodistas, de que pese a las reticencias existentes, "al final" llegarán a un acuerdo. Es "optimista", asegura. 

Desde la Alhambra los mensajes huyen de la confrontación

No es para menos.  Los mensajes que llegan desde el monumento, no solo respecto a la colaboración con el Ayuntamiento, sino en torno al Atrio, la obra de mayor envergadura proyectada por el monumento en décadas, son tranquilizadores y huyen de la confrontación. 

En declaraciones a El Independiente de Granada, Reynaldo Fernández, reafirma sus intenciones: "Queremos cordura, tranquilidad, sensatez, diálogo y no precipitarnos". Incide en evitar las prisas. Ya lo avanzó Rosa Aguilar en una de sus primeras comparecencias como consejera. Lo justifica el director de la Alhambra en que son decisiones que "afectan" al propio monumento y que requieren que sean "consensuadas". 

En eso está. Y en los encuentros que va a mantener con distintos colectivos y profesionales incluye al autor del proyecto, el arquitecto Álvaro Siza.  

¿Se va a hacer el Atrio? Fernández responde: "el abanico de posibilidades está abierto". Es el momento de debatir y llegar entre todos a unas conclusiones que podrán recomendar, avanza: hacer modificaciones "puntuales o radicales" o bien no hay que hacerlas. 

Plan especial de limpieza y cámaras para el Albaicín



Durante su visita al barrio, el alcalde ha anunciado un plan especial de limpieza de fachadas, sufragado por el Consistorio, y ha defendido la videovigilancia para poder identificar y multar a los responsables de las pintadas, uno de los principales problemas a los que se enfrenta el Albaicín. El alcalde ha pedido a la Junta que mueva ficha para poder actuar también en el patrimonio, recordándole que lleva desde 2013 esperando autorización para poder limpiar espacios protegidos como el Arco de las Pesas.

El Ayuntamiento dedicará una brigada a limpiar de pintadas las fachadas del Albaicín. Lo hará a través de los planes de fomento de empleo que comenzarán a partir del 1 de noviembre, con la colaboración de Inagra, la empresa concesionaria de la limpieza, y el patrocinio de una empresa de pinturas. El objetivo es hacer frente al "lamentable" estado en el que se encuentran algunas zonas debido a la proliferación de esas pintadas, que dan al traste con "el esfuerzo" por mantener limpio el barrio, según ha admitido Torres Hurtado, que baraja incluso la instalación de cámaras de videovigilancia.

Para tener éxito en esta cruzada contra las pintadas en el Albaicín, el alcalde pide la colaboración ciudadana y la implicación de otras instituciones. "Todos tenemos que hacer un gran esfuerzo", ha dicho insistiendo en la necesidad de concienciar del daño que representan para el patrimonio -"esto no es arte, es destrozarlo"- y en "actuar".  Ha recordado que entre 2005 y 2006 se destinó una máquina especial a estas labores, con un gran coste, y que "al día siguiente" aparecían otra vez las pintadas. Por ello ha pedido que "por favor nos respeten", insistiendo en reclamar concienciación y colaboración en esta tarea. "Esto no puede seguir así", ha exclamado.

Se ha dirigido Torres Hurtado a la Junta de Andalucía, como Administración responsable del patrimonio. Se ha quejado que desde 2013 esperan respuesta o autorización para poder actuar frente a pintadas como la del Arco de las Pesas, que ha podido comprobar durante su visita. "Ni una cosa, ni la otra", ha lamentado pidiéndole, con "el ánimo de colaboración" abierto entre las dos instituciones en materia de cultura, que "nos digan cómo y de qué manera podemos actuar". Ha ofrecido el alcalde poner a disposición de Cultura a las personas que integrarán la brigada de limpieza -contratadas a través de los planes de fomento de empleo- para que sean los técnicos de la Junta los que dirijan la limpieza en el caso de las zonas con protección."Espero que nos hagan caso y consigamos un Albaicín cada vez más limpio y sobre todo su mantenimiento", ha deseado el alcalde, que ha avisado que de nada servirá el gasto si al día siguiente aparece todo "hecho pedazos". Para los inmuebles privados, serán los vecinos los que deban autorizar la intervención municipal para pintar la fachada. 

Precisamente los vecinos de la Asociación del Bajo Albaicín han lamentado, a través de su cuenta de twitter, que se les haya excluido de esta visita en la que se ha anunciado un plan para hacer frente a un problema que vienen denunciando reiteradamente. Se han dirigido al concejal Francisco Ledesma, presidente de la Junta de Distrito, para afeárselo. 

Al exponer sus planes a los periodistas, también se ha referido al TSJA y a la Subdelegación del Gobierno para pedirles que autoricen la instalación de cámaras que permitan identificar a los autores de estas pintadas y multarles. Reconoce que es complicado, pero cree que la iniciativa podría también contribuir a frenar estas acciones, sobre las que ha llamado la atención la propia Fiscalía Superior de Andalucía en su memoria anual, donde muestra su sorpresa por la falta de actuación de las administraciones, sobre todo en los bienes protegidos.  

Ya en 2008 hubo un intento de los comerciantes de instalar un sistema de videovigilancia en el centro histórico de la ciudad que fue finalmente rechazado por la Comisión de Videovigilancia, que preside el TSJA. Aprobado en su día por el pleno, con el rechazo de los grupos de la oposición, la Comisión de Videovigilancia esgrimió, entre otras razones, que el proyecto no se adaptaba a las exigencias del entorno histórico y monumental, además de alegar razones referidas al derecho a la intimidad.  

Fotos: Miguel Rodríguez y Prensa Ayuntamiento de Granada