La granadina Ángela Hoodoo pisa fuerte con sus botas tejanas, que como cantaba Nancy Sinatra ‘Are Made for Walkin’. Y su  camino, polvoriento y fronterizo ha comenzado con el disco ‘Coyote’, un compendio de Americana en todas sus variantes, que ella defiende, como hemos visto, con energía y convicción. Con ecos de las clásicas como Wanda Jackson, Dolly Parton, la fuerza de Etta James o la propia Memphis Minnie, a la cual Ángela Hoodoo homenajea con su apellido artístico tomado de un canción suya. Ángela estará el sábado cerrando el minifestival de Sierra Nevada en compañía de Sexy Zebras y Soy La Playa. 

─ Por aquí, por Granada, no hay mucha tradición de grupos de Americana más allá de la Guardia, Correcaminos (el primer grupo de Amparo Sánchez), Tom Lardner… Y más recientemente Harley Danaiels y los Locos de Cannonball… ¿Dónde encontró la conexión en su caso?

─ Mi conexión con la música de raíz americana viene de mi pasión por los géneros que la forman; comencé tocando Blues en Barcelona junto a Steve de Swardt entre otros, quien me enseñó mucho de este género y de ahí comencé a investigar y a escuchar mucho swing, rockabilly, etc. Fue en esta ciudad donde me ilustré en los géneros con mi dúo Blue Bloody Blades, que tenemos un disco editado llamado "Roots" y con el que recorrimos todos los garitos de la ciudad y alrededores. De ahí salté al country/folk con dos de los maestros como son Johny Cash y Hank Williams y cómo no la gran Dolly Parton entre otras, y hasta la fecha no he parado de escuchar la gran cantera de músicos que hay en EE.UU actualmente: Orville Peck, Nikki Lane, Margot Price o Sierra Ferrell entre otros. El oído se hace escuchando y después, el resto, ha venido solo.

─ ¿Y cómo? Porque su vida sonora ha sido muy agitada, desde el Rapmetal al Punkgirl o el Blues…

"Creo que los músicos somos curiosos por naturaleza, el investigar, el probar otros géneros te hace enriquecerte"

─ Creo que los músicos somos curiosos por naturaleza, el investigar, el probar otros géneros te hace enriquecerte. Yo no sería quién soy hoy sin todas las tablas y la poca vergüenza que me ha dado A.C.A.B.A.D.A.S, sin haber cantado hasta la saciedad ese "I'd rather go blind" de Etta James, o sin haber expresado toda esa rabia a través del rap. La vida va cambiando, así como las experiencias que creamos y la música es un arte que te permite mutar, transformarte y coger de aquí y de allá según aquello que quieres o necesitas expresar en cada momento. Creo que es importante tener la mente abierta en este aspecto y no me cierro a nada, aunque me encuentro en este punto muy a gusto haciendo americana.

─ Por cierto que, con ACABADAS, ¡¡¡¡versionaban a los míticos TNT!!!!

─ Nunca voy a olvidar aquellos años; absolutamente todo era autogestionado y vivimos una época dorada de este género en la ciudad de Granada, antes de que el Indie se comiera toda la escena más cañera. Hemos versionado también a Ilegales pero con la que me quedo es con la versión que hacíamos de "Demoler" del grupo Los Saicos.

─ Hay un fascinante libro que se llama ‘Blues de Gas’ que recopila a todas las mujeres que en el Blues han sido, ¿alguna especialmente inspiradora por vida u obra ¿Beth Hart o Memphis Minnie, por ejemplo?

"Me inspiran estas mujeres y muchas otras, su camino ha sido largo y difícil y ahora son referentes para muchas de nosotras que estamos labrándonos un camino en esto de la música (y aseguro que no es fácil)"

─ Me encanta ese libro de Paco Espínola y el último de esa colección que estoy acabando de leer "Al compás del vudú" de Héctor Martínez. Si tuviera que elegir me quedo con Memphis Minnie, ya que mi apellido artístico viene de una canción suya que se llama "Hoodoo Lady" y por supuestísimo con la gran Etta James, a la cual llevo tatuada en mi brazo derecho. Me inspiran estas mujeres y muchas otras, su camino ha sido largo y difícil y ahora son referentes para muchas de nosotras que estamos labrándonos un camino en esto de la música (y aseguro que no es fácil).

─ Se deja ver con una imagen entre pinup y ranchera con esas botas ‘hechas para caminar’… ¿Es importante su primer vistazo de un artista?

─ Mucho; cuando me subo al escenario me transformo y eso requiere de un vestuario también, al igual que lo hace un actor en el teatro. Para mí la estética representa lo que soy y lo que quiero transmitir y es muy importante; yo tengo mi armario del día a día, de la Ángela que baja a sacar al perro, a comprar el pan  o enseñar guitarra a mis alumnos/as y el armario de  la artista (como las folklóricas). Ahora bien, una estética sin más no sirve de nada, a la música hay que echarle horas, siempre lo digo, horas de ensayo, de composición, de práctica, horas y horas. Para quienes nos apasiona, no tenemos problema con esto porque es placentero.

─ ‘Coyote’ ha sido un buen nombre, tan fronterizo como de secano… ¿cabe todo lo suyo dentro en el imaginario del peludo o, por lo ya vivido y sobrevivido prefiere al correcaminos?.

─ Yo siempre he sido más de perseguir que de huir. Cuando quiero algo no paro hasta que lo alcanzo y con este disco estamos en ello. ‘Coyote’ ha sido y es mi tótem, mi protector en el momento más duro de mi vida. Este disco ha sido mi refugio y lo quiero cantar a los cuatro vientos allá por donde pueda. Y no lo voy a negar, ‘Coyote’ también es mi perro Jaro, que me acompaña siempre en los procesos creativos en mi soledad, así como en los videoclips o incluso en la grabación del disco. Por esto y todo lo demás, me vino a la mente ‘Coyote’, tiene gancho y representa todo esto además de tener esa connotación fronteriza.

─ ¿Qué recorrido está teniendo su disco?

"La gente lo está acogiendo con cariño y gusta mucho a personas muy diferentes, y esto me gusta: llegar a un público variado"

─ Está aún fresquito, hace sólo 4 meses que lo saqué. Aún así estoy contenta porque están saliendo cosas interesantes: hemos tocado en el festival Terral y el Brisa en Málaga, vamos a estar este 2024 en el 30 aniversario del Rockin Race Jamboree, ahora en el Sierra Nevada Por Todo lo Alto,etc. La gente lo está acogiendo con cariño y gusta mucho a personas muy diferentes, y esto me gusta: llegar a un público variado. A partir de septiembre empezamos una gira por garitos de España que estoy cerrando yo misma (es complicado ser la manager, la líder de la banda, llevar para adelante todo sola), hasta que alguna empresa de Booking me dé el sí o algún manager me eche el ojo encima. De momento he cerrado fechas en Jaén, Sevilla, Madrid, Almería, Granada y el Levante.

─ Se nos ha ido Robbie Robertson ¿un poco más huérfana?

─ Lo bueno de la música es que las canciones son eternas; pero sí cuesta mantenerse en un género cuando ves que admiras algo que se desvanece en gran parte; pero he de decir que aquí en España tenemos un circuito importante de músicos de la escena. Aún nos queda Willie Nelson, Dolly Parton o Wanda Jackson entre otros padres/madres del género. Ojalá algún día poder conocerles o colaborar con ellos.

─ La hemos visto y escuchado en modo bar-girl ¿a la Sierra, con espacio para ‘aparcar’ el caballo,  viene a banda completa?

─ Una tiene que adaptarse a todo, así que Angela Hoodoo lo mismo te hace un bolo a dúo que a trío que con banda; hay que saber adaptarse y dar de comer a tanto músico no es fácil con los cachés precarios que se manejan hoy en día. Pero estoy centrada ahora en mover la banda al completo: Nahum Canoura al violín, Frank Mora al contrabajo, Carlos Jiménez a la guitarra eléctrica, Nico Huguenin a la batería y una servidora a la guitarra acústica y la voz. Me gustan las cosas a lo grande y así vamos a ir al Festival de la Sierra, con muchas ganas de darlo todo en mi tierra.