Cultura protege como BIC el convento de Santo Domingo y el palacio de los marqueses de Cadimo de Baza
El Consejo de Gobierno ha aprobado, a instancia de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico a través de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental, la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (CGPHA) como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Monumento, el inmueble integrado por el antiguo convento de Santo Domingo y el palacio de los marqueses de Cadimo, en Baza.
Según ha informado la Junta, el expediente destaca el valor de ambos monumentos como elementos articuladores del núcleo urbano, ya que, a partir de ellos se produce el crecimiento de la localidad y, sin ellos, no se podría comprender la configuración de la calle Corredera y la plaza de Santo Domingo. A la imagen simbólica del convento, se une la de espacio vivo de relación, ya que, tras la desamortización, el claustro entra a formar parte de la vida cultural y festiva de Baza, debido a su uso como acceso al teatro Dengra. Además, destaca el valor social de la plaza en la que se ubica, importante lugar de reunión de los bastetanos, ya que es el escenario del mercado que se celebra semanalmente.
El convento comenzó a construirse en 1608
El convento, de estilo barroco, comenzó a construirse en 1608 y representa el testimonio del establecimiento de la rama masculina de la Orden dominica en la ciudad bastetana, destacando la monumentalidad de su claustro, así como la estética de su iglesia, de marcado estilo barroco.
Del claustro, construido a finales del siglo XVII, se ha conservado tanto la estructura como sus elementos decorativos. Por sus valores arquitectónicos también destaca la escalera, estructurada en tres tramos y cubierta por una cúpula sobre pechinas rematada por una linterna ornamental. De la iglesia se conserva parte de su fachada, la portada original realizada en piedra y las huellas de algunos de los arcos laterales, así como el arco de diafragma que separa el coro y la nave, hoy desaparecida, y el magnífico alfarje de madera que sirve de cubierta al coro, muy similar al de la Colegiata de Baza.
El palacio es una de las manifestaciones arquitectónicas más representativas del neoclasicismo bastetano y granadino
Indisolublemente unido a los restos parcialmente conservados de la iglesia del antiguo convento se encuentra el palacio de los marqueses de Cadimo, una de las manifestaciones arquitectónicas más representativas del neoclasicismo bastetano y granadino. Para su construcción se anexaron varias propiedades colindantes del templo y su nave lateral derecha se vio integrada, a mediados del siglo XIX, en el propio palacio.
Del inmueble, construido entre 1802 y 1804, sobresale su portada, con pares de columnas toscanas de mármol y el balcón en el piso superior flanqueado por dos escudos de armas con corona de los marqueses de Cadimo. Destacan la rejería presente en las balconadas y las ventanas, que recuerda a la empleada para la Lonja que bordea la Catedral de Jaén, diseñada en 1793 por el sobrino del arquitecto Ventura Rodríguez.
Como parte integrante del bien hay que considerar la fuente del antiguo convento, encargada en 1686 a Martín de Palacio y ubicada actualmente en la Plaza de Santo Domingo. Con el fin de preservar la integridad arquitectónica de la zona, la delimitación del entorno incluye espacios públicos y elementos urbanos, entre los que se encuentran parte de las plazas de Santo Domingo y la Cruz Verde, y de las calles Corredera, Santo Domingo, Jesús Domínguez, Matadero o del Teatro.