Jesús Arias: un genio que ilumina Granada, frente a la mediocridad que la oscurece
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La familia del excepcional músico y periodista dona a la Biblioteca de La Chana sus libros
“Personas como él iluminan las ciudades grises”, dijo la concejala de Cultura, María de Leyva, antes de recibir la colección de libros de Jesús Arias para que recuperen vida en otros lectores y lectoras en la Biblioteca de La Chana, por expreso deseo de los padres, y hermanos, Antonio y José Ángel, que el sábado ofrecerán un concierto junto a Soléa Morente, Jorge Morata, JJ Machuca y David Fernández, en recuerdo de Jesús Arias.
En una mesa con libros de la biblioteca de Jesús Arias, -de Ian Gibson, Elena Martín Vivaldi, de la Alhambra…- en presencia de Antonio Arias, padre, y los hermanos Antonio y José Ángel, que participaron en el recuerdo emocionado al genio, Juan de Loxa, el cantaor Juan Pinilla, el periodista Juan Ignacio Pérez y la poeta Isabel Daza, también como moderadora, se sumaron con el relato de sus vivencias compartidas con Jesús, al homenaje que le brinda la Semana Cultural de la Chana, organizada por su potente asociación vecinal.
Unir la memoria de Juan de Loxa y Juan Pinilla es un privilegio en tiempos que la palabra y la Cultura parecen amenazados. Escucharlos hablar de Jesús Arias, con los apuntes biográficos de Isabel Daza, muchos de ellos inéditos, los comentarios de José Ángel y Antonio, y de su padre, Antonio, es reivindicar a un genio multidisciplinar, que iluminó y sigue iluminando Granada, al recordarlo, frente a tanta mediocridad que la oscurece
También el personaje clave en la creación de la movida musical granadina, el periodista excepcional, que creó escuela, autor de las más brillantes páginas en la prensa; o la de poeta, modernista, lorquiano, arrebatador. La de estudioso de Federico o biógrafo de Joe Strummer, o la de un talento sin límites, capaz de idear Omega, la inmortal obra de Enrique Morente -muy presente en su vida- y Lagartija Nick.
Unir la memoria de Juan de Loxa y Juan Pinilla es un privilegio en tiempos que la palabra y la Cultura parecen amenazados. Escucharlos hablar de Jesús Arias, con los apuntes biográficos de Isabel Daza, muchos de ellos inéditos, los comentarios de José Ángel y Antonio, y de su padre, Antonio, es reivindicar a un genio multidisciplinar, que iluminó y sigue iluminando Granada, al recordarlo, frente a tanta mediocridad que la oscuerece.
Con una generosidad desmesurada, unas ganas de conocer y aprender para transmitirlo. Respeto y dignidad, dijo su padre que defendía como lema vital y aplicaba en su trayectoria. Dignidad y respeto, lo que clama por justicia las barriadas de La Chana, Encina y Angustias, ante un AVE que les condena a partir un distrito. Dignidad y respeto, lo que le arrebataron a Jesús Arias al despedirlo en un ERE sin contemplaciones en Granada Hoy, junto a otros compañeros y compañeras, como recordaba Juan Pinilla y José Ángel Arias, después de una impecable trayectoria en un diario, al que llegó de El País, cuando este diario era una referencia.
“Jesús Arias fue uno de los mayores cómplices que he tenido en mi vida”, señaló Juan de Loxa emocionado, quien declamó algunos versos de Un jardín contra tu nombre, el último poemario nunca publicado de Jesús Arias, que descubre a un poeta majestuoso, profundo, moderno.
Desveló Juan de Loxa que el original de ese poemario está guardado en la Casa Museo Federico de Fuente Vaqueros, donde el que fuera director del Patronato compartió escenas imborrables con Jesús. Como la visita de Marta Osorio, la depositaria de la maleta de Agustín Penón, con sus investigaciones sobre el asesinato de Federico. O la que no pudo compartir con Jesús cuando en 1986 recorrió aquellas estancias Leonard Cohen. No había teléfonos móviles.
Entre recuerdos, la mágica conexión que, con la mediación de Juan de Loxa, surgió con Eduardo Rodríguez Valdivieso, amigo íntimo de Federico. Hasta el punto de que en el estreno de ‘Omega’, el 15 de diciembre de 1995, Jesús Arias le convenció para recitar ante Enrique Morente y Lagartija Nick el poema Omega, ante un auditorio lleno de punkis.
Juan Pinilla, que como su referente, Enrique Morente, no renuncia a explorar nuevos caminos en el flamenco, sin perder la pureza, recordó más allá del Mater Lux, cómo Jesús Arias le hizo cantar con su personal voz Spanish Bombs o London Calling, de sus adorados Clash. Y se explayó en la vertiente de Jesús Arias, como fustigador cultural, agitador, frente a la mediocridad.
Y para elevar la emoción, se arrancó con dos monumentales cantos, el último, Rebelión, sobre la letra de León Felipe, que tanto le gustaba a Jesús Arias. Toda una declaración de intenciones en memoria de un genio.
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