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VIAJE AL NORTE DEL 'GEOPARQUE GRANADA': ALICÚN DE ORTEGA

De la Agatucci romana al estratégico castillo fronterizo de Al-Liqun

E+I+D+i - Gabriel Pozo Felguera - Domingo, 14 de Octubre de 2018
Te ofrecemos un fascinante viaje al Geoparque del Cuaternario, cerca de contar con el respaldo de la Unesco, desde uno de los pueblos más antiguos de Granada, Alicún de Ortega, guiado por el investigador Gabriel Pozo Felguera, que te deslumbrará por su belleza, historia y misterio. No te lo pierdas.
Roca sobre la que se asentó el castillo de Al-Liqun, vista desde el Suroeste. Se aprecia el acceso en la parte inferior derecha.
FOTO GDR GUADIX.
Roca sobre la que se asentó el castillo de Al-Liqun, vista desde el Suroeste. Se aprecia el acceso en la parte inferior derecha.
  • Fenicios, cartagineses y romanos utilizaron la ruta de los ríos Fardes y Guadahortuna para llevar plata de Cástulo hasta Acci (Guadix) y el Mediterráneo

  • En el siglo XIII fue levantada la fortaleza de Alicún de Ortega como punto de control del paso más transitado entre Guadix/Almería y el Reino de Jaén

  • Los Reyes Católicos ordenaron la demolición de la fortaleza en 1498 para evitar revueltas musulmanas tras la Toma de Granada

El Geoparque del Cuaternario de Granada es un apasionante proyecto turístico basado en el agreste, salvaje y, a veces, enigmático paisaje marciano esculpido por el agua de inmensos ríos y lagos, hace ahora unos pocos millones de años. Lo conforman casi todos los municipios -47- de los Valles del Noreste de Granada (Guadix, Baza, Huéscar y Montes Orientales.) Todos sus ríos y pantanos van a desembocar al Guadalquivir a través del Guadiana Menor. Y en el fondo Norte de estos valles, a un tiro de piedra de la provincia de Jaén, se encuentra el pequeño municipio de Alicún de Ortega. A pesar de su modestia, es una de las poblaciones más antiguas de la provincia de Granada; por aquí deambularon neolíticos del Argar, cartagineses y romanos por su calzada, y cristianos/nazaritas en su larga guerra de frontera medieval. La Junta de Andalucía y su Ayuntamiento están promoviendo un taller de empleo para dotar al municipio de Alicún de una oferta hostelera que responda a la actual y futura promoción de la mano del Geoparque y sus atractivos naturales.

Para llegar a Alicún de Ortega desde Guadix hay que atravesar primero la planicie de Gorafe y el Balneario de Alicún de las Torres. Los bordes y miradores de las profundas cárcavas cuaternarias están repletos de decenas de dólmenes. Más de doscientos. En algunos casos, perfectamente conservados. Hay otra forma de acometer el recorrido entre Guadix y Alicún de Ortega: siguiendo el valle del río Fardes.

Para llegar a Alicún de Ortega desde Guadix hay que atravesar primero la planicie de Gorafe y el Balneario de Alicún de las Torres. Los bordes y miradores de las profundas cárcavas cuaternarias están repletos de decenas de dólmenes. Más de doscientos. Hay otra forma: siguiendo el valle del río Fardes

Este camino debió ser, probablemente, el que seguía el trazado de la calzada romana entre Cástulo (Linares) y Acci (Guadix), para continuar hacia los puertos de la costa almeriense. En realidad, la calzada romana adoptó el itinerario que fenicios y cartagineses mantenían abierta  como ruta comercial entre la mina de plata más importante del sur ibérico y la costa, donde era embarcada para comerciar con ella por el Mediterráneo. Seguramente lo hacían a través del puerto de Baria (Villaricos), una de las principales colonias fenicias ibéricas. Fue así desde el segundo milenio antes de Cristo. Las Torres de Aníbal fue línea de bastiones de vigilancia y control de aquella primitiva ruta de los metales, con epicentro en la actual comarca de Linares.

En el miliario XXVI de la calzada romana entre Acci y Cástulo fue ubicada una Mansio o estación de la vía. Lo hicieron al pie de un cerro que destaca en el paisaje de colinas limosas, el cerro de Alicún, donde una mina llamada el Canjorro no para de echar agua limpia y cristalina. El origen de la mina es desconocido, pero debió ser utilizada y dio origen al poblamiento desde tiempo inmemorial. Así lo atestiguan los petroglifos neolíticos  y necrópolis aparecidos por los alrededores.



En suelo y paredes del antiguo lago cuaternario abundan conchas de moluscos fósiles.


Petroglifo de Alicún de Ortega. Es una especie de mano de cuatro dedos inserta en un círculo de bordes resaltados. ¿Una especie de primitivo molino de aceite?

Agatucci romana

Lo más probable es que el poblamiento romano de Agatucci o Acatucci del que hablan los cronistas clásicos sea el actual lugar de Alicún. Está situado al lado del río Guadahortuna, tributario del Fardes que nos llega por su valle desde la depresión de Guadix. Este es el camino más directo y lógico para haber acogido la calzada romana a que me refiero, la vía de la plata Bética. Es también el recorrido más fácil para el desplazamiento rápido de ejércitos cartagineses y romanos en sus refriegas del siglo III a. C. La calzada habría pasado al lado de Villanueva de las Torres, Freila, Benalúa y Guadix.

Pero la conclusión se complica cuando se tienen indicios fundados de que la calzada romana pudo tener al menos otra variante más al Oeste que uniría Cástulo con Acci. En este caso, no es descartable que Moreda, Iznalloz, Guadahortuna, etc. también puedan ser el poblado romano de Agatucci mencionado por Estrabón y Antonino.



Trazado de la Vía Augusta, donde aparece Agatucci a 26 millas romanas de Acci.

El trazado de calzadas romanas del Sur peninsular ha estado vigente y en uso durante los dos milenios siguientes. De hecho, muchas de las carreteras nacionales y autovías de hoy se superponen sobre ellas. Un hecho que demuestra esta afirmación fueron los itinerarios  que siguió la Hueste de Hispania o Cruzada de Alfonso I el Batallador en su incursión al Reino de Granada, en los años 1125-6. Para llegar hasta Granada penetró desde Valencia siguiendo la calzada romana desde Cartago Nova (Cartagena) hasta Basti (Baza) y Acci. El regreso de los cruzados cristianos a Zaragoza, en la primavera de 1126, lo hicieron acortando terreno por la vieja calzada romana paralela al río Fardes. Textos árabes (Al-Hudal al-Mawsiyya) y cristianos (Orderic Vital) narran cómo en las inmediaciones de Alicún entablaron la última escaramuza las tropas almohades del general Garur con las cristianas de Gaston de Bearn.

Este recorrido de los cruzados cristianos aragoneses y francos demuestra la vigencia que debía tener la calzada romana de Acci a Cástulo a comienzos del siglo XII.

También fue un trazado que utilizaron las tropas y caravanas de aprovisionamiento del rey Alfonso VII durante la breve conquista y ocupación de Almería, entre 1147 y 1157. 



El ferrocarril por una calzada romana. Los proyectos para construir la línea de ferrocarril entre Almería y Linares en 1895 fueron hechos por los ingenieros siguiendo la calzada romana de la vía de la plata Bética. En la prensa de la época incluso se publicaron noticias de las estaciones que tendría el camino de hierro. Pero el trazado final no se encaminó a Benalúa para buscar los valles de los ríos Fardes, Guadahortuna y Guadiana Menor, sino que se fueron más hacia el Oeste en dirección a Moreda: el 24 de julio de 1895 entró en servicio el tramo Almería-Guadix; el 22 de octubre de 1896 se alargó hasta Moreda; y en 1899 llegó hasta Linares. Este recorte es de El Correo Español, del 3 de enero de 1895.


Situación de la frontera entre los reinos de Jaén (cristiano) y Granada (musulmán) entre mediados de los siglos XIII y XV. FUENTE: CASTILLOS DEL REINO DE JAÉN, de Juan Eslava Galán.


Panorámica de los ríos Guadahortuna y Fardes, vista el antiguo castillo de Al-Liqun. Desde aquí se controla Sierra Mágina, Cazorla, Pozo Alcón, Jabalcón y Sierra de Baza.

El coladero de Al-Liqun

El nacimiento del Reino de Granada a partir de 1238 de la mano de la familia Nazarita estableció sus difusas fronteras en las cadenas montañosas al Sur de la ciudad de Jaén. Los cristianos por el Norte y los nazaritas por el Sur se apresuraron a reforzar o levantar líneas de castillos, fortalezas y torres vigías para asegurar unas fronteras que a menudo cambiaban de manos con suma facilidad. Entre el pacto de Jaén (1246) y la ofensiva de los Reyes Católicos en la zona Este del Reino de Granada (a partir de 1486) mediaron casi dos siglos y medio de convivencias culturales, intercambios económicos y tensiones. Cabra del Santo Cristo ya era cristiana en 1245, mientras que Alicún (situada a sólo cinco leguas más al Sur) era el primer bastión musulmán.

Durante aquellos dos siglos largos (mediados del XIII a finales del XV), los valles de los ríos Guadahortuna y Fardes se convirtieron en un coladero para las razzias y cabalgadas que periódicamente practicaban los bandos enfrentados en una guerra larvada. Los ejércitos utilizaban la vieja calzada romana para desplazarse de la manera más rápida y fácil

Durante aquellos dos siglos largos (mediados del XIII a finales del XV), los valles de los ríos Guadahortuna y Fardes se convirtieron en un coladero para las razzias y cabalgadas que periódicamente practicaban los bandos enfrentados en una guerra larvada. Los ejércitos utilizaban la vieja calzada romana para desplazarse de la manera más rápida y fácil. La vía que pasaba por la Agatucci romana  posterior Agatugia visigoda.

En el siglo XIII, Agatucci se había convertido la tierra de Al-Liqun. El término en árabe viene a significar algo así como “bienvenido en nombre de Alá”. Es decir, el valle de Al-Liqun era la puerta por la que entraban los cristianos a saquear la Hoya de Guadix. Y junto a la antigua Mansio romana de Agatucci levantaron la más importante fortaleza para controlar el camino. Lo construyeron sobre un escarpado promontorio de acantilados rocosos, esculpido por la naturaleza sobre piedra arenisca. En una zona conocida como Peñas Bermejas. El bastión en sí ya es una fortaleza natural, reforzada con pretil de piedra y casi inexpugnable.

Los orígenes de esta fortaleza quizás se remonten a época almohade, principios del siglo XIII, cuando las hordas norteafricanas vieron peligrar sus dominios tras el empuje de Alfonso VIII en las Navas. Pero la tipología de construcción a base de muros de mampostería apunta a épocas posteriores.

Los orígenes de esta fortaleza quizás se remonten a época almorávide, principios del siglo XIII, cuando las hordas norteafricanas vieron peligrar sus dominios tras el empuje de Alfonso VIII en las Navas

El conjunto está organizado sobre una plataforma orientada de Suroeste a Noreste, en forma de S. Sus dimensiones son de algo más de 200 metros de larga por 15 en la parte más ancha. La plataforma es una especie de castillo natural con farallones de arenisca de casi 30 metros en sus partes más altas, una verdadera pared vertical. Se aprecian todavía hoy los arranques del simple pretil o barandilla de piedra con que fueron rematadas sus almenas, a partir de un asiento excavado en la arenisca. Hay indicios de al menos tres torres interiores de mampostería. En la parte más baja de la plataforma abundan los cimientos de edificaciones. El acceso se hacía mediante una rampa en la parte menos alta del lado Este, donde se ven escalones en forma de caracol unidos por duro calicanto. Se trató de una puerta pequeña que imposibilitaba el acceso a caballería, por lo que se sospecha que las monturas quedaban estabuladas en la pequeña puebla que rodea el pie del farallón.

La Torre del Homenaje correspondería con la situada en la parte más alta del promontorio, desde la que se domina todo el valle del río Guadahortuna –camino natural de unión entre los reinos de Jaén y Granada-, con las sierras de Cazorla, la Sagra, el Jabalcón y altos de Baza al fondo. 



Restos de muros de mampostería que coronaban la atalaya de piedra arenisca sobre la que se asentó en castillo.


Aljibe de calicanto forrando por dentro con muros de ladrillos. Está lleno de escombros del derribo murario. Quizás actuó como noria de gran profundidad.


Gran aljibe de hormigón situado en la parte central del promontorio rocoso.


Restos de la estrecha puerta de acceso, en el lado Sureste. Presenta escalera de caracol en recodo.

El recinto cuenta aún hoy con dos aljibes de duro tapial. Uno de ellos está enfundado interiormente con ladrillo de barro y colmatado de escombros. Tiene todo el aspecto de haber actuado como noria; en este caso, es bastante probable que su profundidad rebase los 80 metros que median hasta la capa freática en esa zona. Desde tiempo inmemorial, las gentes de Alicún han alimentado leyendas de oquedades, ruidos en su interior y sonidos de agua. También sobre pasadizos secretos para burlar cercos cristianos, por supuesto siempre llenos de oro. Estas fábulas han alentado continuos expolios del conjunto medieval.

Poco quedó para expoliar. Ya se encargaron las tropas de los Reyes Católicos de hacerlo cuando demolieron este castillo de Al-Liqun, en 1498. Fue mandado derribar por los reyes conquistadores cristianos para prevenir revueltas del reino nazarita recién incorporado a Castilla. Al igual que ocurrió con la demolición de muchas otras fortalezas de la línea de defensa nazarita

Pero poco quedó para expoliar. Ya se encargaron las tropas de los Reyes Católicos de hacerlo cuando demolieron este castillo de Al-Liqun, en 1498. Fue mandado derribar por los reyes conquistadores cristianos para prevenir revueltas del reino nazarita recién incorporado a Castilla. Al igual que ocurrió con la demolición de muchas otras fortalezas de la línea de defensa nazarita. Los escombros de sus laderas son un completo muestrario de vajillas rotas, tinajas y tejas, además de secular cantera de piedra. No obstante, aún quedan visibles tres filas de piedras y ripios en la ladera Este coincidentes con los lugares por donde fueron arrojadas las piedras de las tres torres que se enseñorearon arriba.

He avanzado que el castillo de Al-Liqun cambió de manos varias veces en los siglos  XIV y XV. En 1316 presenció la batalla de Peñas Bermejas, donde sobresalieron las figuras del Obispo de Sevilla y de los infantes D. Pedro y D. Juan de Castilla; en la esta batalla sucumbieron casi 1.800 soldados granadinos. La fortaleza siempre fue codiciada y asediada en multitud de ocasiones por el Adelantamiento de Cazorla; en 1433 estuvo efímeramente en manos cristianas; en 1465 nos dice la Crónica de Iranzo que pertenecía al Condestable por haberla ganado el año anterior. No obstante, la línea de frontera no quedó definitivamente en manos cristianas hasta la campaña de 1488-9 con la toma de Almería, Baza y Guadix.

El Castillo de Alicún fue incluido en el catálogo de Bienes de Interés Cultural de la Junta de Andalucía en el año 1985.

Taller de Empleo Alojamiento Rural de Alicún

Quince alumnas y alumnos (13 mujeres y 2 hombres) de Alicún han iniciado recientemente un Taller de Empleo de Alojamiento Rural. La finalidad principal es formar personal especializado en el sector de alojamiento rural para poner en marcha el Hotel Rural Posada de Alicún, construido y equipado por el Ayuntamiento. También se pretende que haya emprendedores formados en el pueblo para desarrollar iniciativas relacionadas con el turismo. El Taller de Empleo está promovido por el Ayuntamiento de Alicún y cofinanciado con fondos del Ministerio de Trabajo y la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio. El presupuesto total supera ligeramente los 230.000 euros.

Los alumnos se están formando en cinco módulos teóricos relacionados con la administración y desarrollo de un establecimiento hostelero rural. En su parte práctica realizan una tarea de identificación, recolección y ordenación de los recursos endógenos de Alicún y su comarca para poder ofrecerlos como oferta de interés al turista potencial. Los alumnos están elaborando fichas de atractivos históricos, gastronómicos, medioambientales, paisajísticos, cinegéticos, deportivos, artesanales, souvenirs, etc. Todos ellos quedarán identificados y reflejados en el blog que han abierto, además de en otras publicaciones. El fin no es otro que dar a conocer y potenciar las ventajas competitivas que ofrece este territorio ubicado en el borde del Geoparque de Granada. Una zona cargadísima de historia.





En estas fotos se ve a los alumnos del Taller de Empleo haciendo mediciones en el castillo de Al-Liqun para levantar su planta y hacer una reconstrucción ideal del complejo defensivo medieval.

Reconstrucción ideal del castillo de Al-Liqun realizado por los alumnos del Taller de Empleo.

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