Campaña contra la violencia digital

Un estudio de la UGR demuestra la importancia de la educación sexual para combatir la violencia de género en la juventud

E+I+D+i - IndeGranada - Lunes, 25 de Noviembre de 2024
Con numerosos testimonios recogidos, la investigación también pone de manifiesto el impacto de la violencia sexual en el rendimiento académico de las estudiantes.
El estudio 'TraSPASA' muestra una realidad preocupante sobre el impacto de la violencia sexual en la juventud.
ugr
El estudio 'TraSPASA' muestra una realidad preocupante sobre el impacto de la violencia sexual en la juventud.

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Universidad de Granada presenta los resultados del estudio TraSPASA (Trayectorias de Éxito/Abandono en Secundaria Profesional desde el Análisis del Romance Juvenil en la Actual Sociedad Andaluza Digital), que analiza la cultura del romance juvenil y su impacto sobre la construcción de trayectorias de éxito o fracaso académico en estudiantes andaluces de formación profesional básica y de grado medio.

El estudio TraSPASA revela una realidad preocupante: la violencia de género y las dinámicas afectivosexuales marcadas por estereotipos y desigualdades de género persistentes en la sociedad actual, ya digitalizada, afectan de manera significativa al rendimiento académico y al bienestar emocional de la juventud andaluza, especialmente a las chicas. Por ello, la investigación destaca la necesidad de apostar por la educación sexual integral en el currículum escolar y hacerlo desde edades tempranas. El trabajo se ha llevado a cabo entre octubre de 2021 y junio de 2023. Los resultados proceden de más de 400 encuestas y 237 entrevistas en profundidad.

Algunos de los datos más destacables de este estudio son los siguientes:

• Influencia negativa del grupo de amistad: El estudio constata que en el grupo de amistad se ejerce presión para tener experiencia sexual y/o pareja, lo que se convierte en un elemento de reconocimiento social, pudiendo llevar a situaciones de violencia.

• Presión para tener relaciones sexuales: Un 13,4% de jóvenes del estudio confiesa haber tenido su primera relación sexual debido a la presión social, por la percepción de que "mucha gente de mi edad lo hacía".

"(La primera relación coital) la considero regular porque con la persona que lo hice no estaba muy a gusto, y no considero que era necesario hacerlo con esa persona pero como insistió bastante le dije “bueno, venga, ya está” y pues como tengo inseguridad también y tal, pues lo hice con sudadera, con ropa y tal porque no me sentía a gusto del tó y considero que no era necesario hacerlo con esa persona" (FPGMGR1PUUMBI1).

• Violencia en las relaciones: Un preocupante 15,3% de las chicas encuestadas reportó experiencias de relaciones sexuales no consensuadas en su primera relación, un dato que triplica al 5,5% reportado por chicos.

"Tuve otra pareja que cuando no quería hacerlo me pegaba (…). A ver,  no me encontraba, había veces que, mientras que lo hacíamos estaba llorando. Pero, en ese momento yo no sentía ná. (…) Él tenía quince años y yo dieciséis. (…) me quitaba el móvil. (…) O iba andando por las calles y me levantaba el vestido. (…) Así era todos los días" (FPGMCAPUUMHE4)

• Ciberviolencia y control de pareja: El 42% de los estudiantes utiliza redes sociales para controlar las actividades de sus parejas, reflejo de un modelo de relación basado en el control y los celos.

"Y no me dejaba, tenía que tener todas mis contraseñas, no me dejaba salir con niños, ni hablar ni siquiera, me los tenía a todos bloqueaos, en todos laos… (…) normalmente usaba el tema sexual pa… maltratarme (…)  Y fotos que tenía, también. Y demás" (FPGMSEPUUMHE6).

• Cultura de la violación: Algunas chicas del estudio narran experiencias sexuales derivadas de una cultura que parece haber normalizado la violación.

"Una amiga mía si la… Lo pasó muy mal, porque conoció a un niño en una fiesta, se lo fue a hacer y el niño la hinchó a palos, cuando él estaba ciego. Y lo pasó fatal, como que se siente como que la habían violao" (FPBAL2PUUMHE1).

Pornografía: una fuente de aprendizaje distorsionante

La pornografía se configura como una fuente de aprendizaje distorsionada sobre la sexualidad, especialmente entre los chicos.

• Influencia de la edad: La juventud de 15 años (31,8%) es quien más afirma haber aprendido "mucho" sobre sexo a través de la pornografía, lo que implica una tendencia a aprender sobre sexualidad a través del porno a edades cada vez más tempranas.

• Aprendizaje a través de la pornografía: Los chicos (25,7%) declaran haber aprendido "mucho" sobre sexo viendo pornografía, en comparación con las chicas que reconocen haber aprendido “mucho” por esta vía (4,8%).

"Una persona sabe hacer muchas veces más por el porno, yo te lo digo, muchas veces, ¿que esto de donde lo aprendí? Del porno, a lo mejor ves una cosa o algo, y ellos quieren practicarlo y lo han visto del porno, claro. (…) Sí, vamos me lo han hecho y yo lo he hecho también, pero no así de una peli... bueno sí" (FPGMPCACPURHHO1).

• Visión distorsionada de la sexualidad: La pornografía presenta una visión irreal y estereotipada de la sexualidad, que tiende a normalizar la violencia, la falta de consentimiento y la ausencia de profilaxis.

"No, no siento que sea igualitaria. Sí que es verdad que a la mayoría de las mujeres a las que le cuentas, le dices algo sobre la pornografía te cuentan que lo ven muy bruto, lo ven como que no le gusta cómo tratan a la postura femenina en ese sentido. Se ve que es el hombre el que siempre maneja todo, el hombre el que siempre hace que la mujer tal, la mujer siempre es la sumisa" (FPGMGR1PUUMHE3).

Celos, control y amor romántico: una combinación peligrosa

Hay una normalización generalizada de los celos por parte de la mayoría de personas entrevistadas, si bien, y el control aparece en los datos más de los chicos sobre las chicas. En las entrevistas se hace hincapié en que los dos miembros de la pareja son celosos. La dificultad de muchas de las personas entrevistadas para identificar la situación de control que estaban sufriendo, así como la dificultad para salir de esa relación, o la forma en que se construyen las relaciones afectivosexuales, en que los celos y la necesidad de control suelen ser una dinámica generalizada que caracteriza la calidad y las condiciones de esa relación, definen un modelo de pareja que parece haber retrocedido desde las demandas de libertad e igualdad en la pareja a formas reaccionarias de un férreo control, masculino principalmente, basado en la desigualdad de género, por lo que refuerza una cultura del romance patriarcal entre la juventud andaluza.

"La verdad que es celoso. Pero sin celos es que, como no haya alguien celoso en una pareja, no tiene gracia la pareja. Yo también soy celosa, pero no tanto. A mí me da igual que salude él a una amiga, que le dé un abrazo, es que me da igual. Pero a él no. (…) Qué a mí no me mola salir de fiesta sin él, porque yo sé cómo soy borracha y él tiene que estar al lao mío" (FPGMCAPUUMHE4).

• Normalización de los celos: Aunque un 19,8% de jóvenes considera que los celos son una prueba de amor, y un 29,1% no tiene una opinión formada al respecto, existe una diferencia de género en la percepción de los celos como prueba de amor, el 37,3% de las chicas muestra un total desacuerdo con la idea mientras que solo el 19,1% de los chicos lo hace.

• Control a través de las redes sociales: Una cifra tan elevada como el 42% de jóvenes admite usar las redes sociales para controlar a su pareja. Existe un mayor control por parte de los chicos, ya que un 20, 2% se muestra de acuerdo o totalmente desacuerdo con la frase “los chicos deben controlar con quien se relacionan sus novias”, frente al 4% de las chicas.

• Relaciones tóxicas: Se identifica un modelo de pareja basado en los celos, el control y la desigualdad, que puede derivar en relaciones tóxicas y violentas. Un 28,8% de los chicos “pone trampas a su pareja” frecuentemente, siempre o casi siempre, frente al 15% de las chicas.

"No es lo mismo, una relación sana pero claro, como yo soy una persona que he estado con muchas relaciones tóxicas… Y yo, como que necesito ese... no que lo necesito, sino que como estoy mal acostumbrada a tener una relación, es como me cuesta más. El decir: ¿por qué no me pelea? O ¿Por qué no? .... Cosas que dices tú y luego te paras sentá y dices tú: pero si es que esto es lo normal. Lo que no es normal es lo que yo pienso" (FPBAL2PUUMHE2). 

• Control y celos, otra manifestación de la violencia de género: como se observa en numerosos testimonios de las chicas entrevistadas:

"Él tenía un año más que yo y entonces era como una burbuja. Al final te alejas de tus amigos, te alejas del Instituto porque si estás estudiando es que pierdes el tiempo, que no me estás prestando atención. Entonces ya era, no me podía juntar. Por ejemplo, tengo amigas mías que son lesbianas y no me dejaba juntarme con ellas y si yo salía con ellas, me dejaba, me colgaba, no me podía pintar los labios, me hacía así, me decía "que asco das” o cosas así" (FPGMGR2PUUMAS1).

En términos generales se puede indicar que los chicos parecen experimentar más humillación y negación de apoyo por parte de las chicas, mientras que las chicas podrían enfrentarse a dinámicas vinculadas con el control presencial y a través de redes y con presiones para tocamientos no consentidos.

Cultura del romance juvenil y fracaso escolar

La violencia de género no sólo genera sufrimiento emocional, sino que también interfiere directamente en el rendimiento académico:

• Doble carga emocional y romantización de las relaciones: Muchas chicas experimentan dependencia emocional que las desvía de sus estudios y perpetúa un modelo patriarcal en sus relaciones.

"Los estudios... Es verdad que por culpa de ese dolor, de a lo mejor haberlo pasao mal por ello, pues mis estudios bajaron mucho, porque yo no tenía ganas a lo mejor de estudiar, de ponerme a hacer los deberes, de tal, porque yo estaba triste" (FPGMGR1PUUMHE12)

• Presión del entorno: El uso de redes sociales y la comparación constante minan la autoestima, particularmente en chicas, con efectos directos sobre su rendimiento académico. Existe una elevada deseabilidad social hacia el hecho de tener pareja, más por esa presión del entorno, que por voluntad propia:

"Yo pienso que no me he enamorado na más una vez, y es ahora, te lo digo asín, porque yo pienso que la primera vez que empecé; con el que estuve antes, yo empecé porque yo tenía la autoestima mú baja y yo pensé que no me iba a querer nadie en la vida. Yo empecé con esa persona por empezar" (FPGMSEPUUMHE4).

• Abandono educativo: Algunos testimonios de chicas indican cómo relaciones abusivas y dinámicas de control en la pareja afectan su concentración y motivación, llevando en algunos casos al abandono escolar.

"Primero y segundo de la ESO. Porque yo empecé con mi pareja teniendo 13 años. Y me dijo que totalmente, totalmente… yo por eso repetí. Que yo dejé de ir al instituto por decir: estoy con él, estoy con él" (FPBAL2PUUMHE2).

El estudio TraSPASA revela una relación entre la CRJ y el fracaso escolar

• Altas tasas de repetición: Más del 40% del alumnado ha repetido al menos un curso, y un 10,9% ha repetido dos o más cursos.

• Influencia de la pareja en el rendimiento académico: Un 20% del alumnado reconoce que la pareja puede afectar su rendimiento académico, especialmente si la relación es inestable o conflictiva.

• Tiempo dedicado a la pareja: La juventud andaluza participante en el estudio dice dedicar una media de 2 horas y 45 minutos al día a "salir o hablar con la relación".

Bullying: precursor de la violencia de género 

El estudio TraSPASA confirma que el acoso escolar está presente en la vida del 40% del alumnado que ha participado en la investigación. Las chicas reconocen haber sufrido un mayor acoso que los chicos, concretamente el 50.8% de las chicas encuestadas afirman haber experimentado acoso escolar en algún momento, en comparación con el 31.1% de los chicos. La investigación subraya la necesidad de abordar el acoso escolar como una forma de violencia que puede tener consecuencias a largo plazo, incluyendo la perpetuación de la violencia de género.

"Pues negativa también, por una parte, porque hay… Es que no sé cómo explicarlo. Como modelos a seguir, a lo mejor tú no eres igual, entonces te sientes mal. Ya empieza depresión y esas cosas, que la verdad es que es un problema y eso es por las redes sociales, la mayoría. También lo del ciberbullying" (FPGMGR1PUUMHE4).

La orientación sexual y la expresión corporal y de género son factores de riesgo para sufrir acoso escolar, lo que evidencia la necesidad de crear entornos escolares seguros e inclusivos para todas las personas.

Redes sociales y referentes culturales

Los datos dan cuenta de una tendencia a la distracción digital, una práctica que afecta la concentración y prioriza la validación social sobre el aprendizaje.

• Uso intensivo: Más del 50% de los estudiantes emplea redes sociales durante más de seis horas al día, con Instagram y TikTok a la cabeza.

• Machismo normalizado: Tanto en las letras del reguetón, el género musical más popular (47,6%), como en las narrativas de influencers, predomina una visión cosificadora de las mujeres, criticada incluso por las propias jóvenes.

• Referentes estéticos y presión social: El 20,3% de las chicas percibe una fuerte influencia de las redes en su apariencia, exacerbando inseguridades relacionadas con los cánones de belleza.

Mar Venegas, profesora del Departamento de Sociología y vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Compromiso Social de la UGR, ha realizado esta investigación con la colaboración de José Luis Paniza, profesor de Sociología de la UGR. “Las encuestas alertan: hay una destacada incidencia de la violencia sexual y de género en las relaciones de pareja de la juventud andaluza, y el papel de las redes sociales es amplificador de esta problemática”, concluye la profesora Mar Venegas.