Vergüenza nacional: Granada cumple dos años sin conexión por tren
Dos años, que se cumplirán el próximo viernes 7 de abril, en que los tres ministros de Fomento y dos Gobiernos sucesivos del PP han condenado a Granada a permanecer anclado en tiempos pasado, como al túnel de Loja del siglo XIX, que se empeña en mantener vigente para que pase el futuro tren veloz.
No lo merece Granada que asiste indignada cómo el Gobierno suscribe acuerdos en otras provincias, otras capitales –minuciosamente contadas por El Independiente de Granada- para extender líneas de Alta Velocidad, soterrarlas a la entrada de las urbes, estaciones…
No lo merece Granada que asiste indignada cómo el Gobierno suscribe acuerdos en otras provincias, otras capitales –minuciosamente contadas por El Independiente de Granada- para extender líneas de Alta Velocidad, soterrarlas a la entrada de las urbes, estaciones…, como si esta provincia, esta capital, debiera callarse por el esfuerzo pasado en carreteras, que al fin supuso la conclusión de la Autovía del Mediterráneo. Pero no se calla.
Una de las movilizaciones por la reconexión ferroviaria y el AVE. Miguel Rodríguez
Granada y la maldición de sus infraestructuras, la última, el nuevo retraso del Metro. Como si no mereciera el máximo respeto ante proyectos inacabados, a medias o que se retrasan. Indigno.
Puede ser un AVE para muchos y muchas, pero sin doble vía ni variante de Loja y sin que llegue soterrado a su entrada a la capital, ¿qué es? Una infraestructura que condena a trayectos limitados, se queda a medias y parte en dos los barrios fundamentales de Granada
Pioneras en la reivindicación, la Marea Amarilla, desde el primer momento, y los vecinos de La Chana y la Rosaleda afectados y Granada en Marcha, en la capital pero para toda la provincia; AVE sí pero así, en Loja; o las plataformas en la comarcas de Baza, junto a sindicatos, como CCOO y UGT. Luego, las instituciones, desde el Ayuntamiento de Granada -con claridad tras el cambio del gobierno municipal ahora, socialista; la Diputación de Granada y la Junta de Andalucía.
Como tantas otras justas exigencias, que hartan y exasperan a la sociedad civil, que sale a la calle a defenderlas, no es la desconexión ferroviaria y la reclamación de un AVE de verdad una cuestión partidista. Lo necesita Granada, por encima de colores y banderas.
No soporta la provincia de Granada un diseño futuro sin el tren, sin el AVE.
Granada no se calla. Miguel Rodríguez
En el caso del tren, el medio de transporte social, la desconexión relega a Granada a niveles inferiores, de otras épocas.
Sobre la línea de Alta Velocidad proyectada en Granada, puede ser un AVE para muchos y muchas, pero sin doble vía ni variante de Loja y sin que llegue soterrado a su entrada a la capital, ¿qué es? Una infraestructura que condena a trayectos limitados, se queda a medias y parte en dos los barrios fundamentales de Granada. Acaso, ¿no es suficiente para seguir alzando la voz?
Una historia que se repite
La historia del AVE a Granada, cuyas obras provocaron la desconexión en una pésima planificación, es una de esas que se repite en Granada. Promesas de Gobierno socialistas y populares, incumplidas.
La primera semana de noviembre de 2006 el Gobierno presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero adjudicó las primeras obras de construcción del primer tramo de la línea del AVE A Granada.
El 18 de octubre del año pasado, todos los partidos aprobaron una moción en el Congreso que pedía impulsar la llegada de la Alta Velocidad a Granada. Pero no incluyeron ni el soterramiento, ni la variante de Loja, ni la reconexión ferroviaria
Pero el proyecto se remonta a 2000, en tiempos de José María Aznar, cuando socialistas repetían como un mantra aquello de un AVE electrificado, de doble vía y ancho internacional, que el Gobierno de Aznar quiso convertir en una línea de una única vía.
La última movilización, en Moreda. Marea Amarilla
Y el PP de nuevo, ya con Mariano Rajoy, volvió a variar el proyecto para agilizar la llegada. Se olvidó en el camino la doble vía, la variante de Loja y el soterramiento.
Yacimientos arqueológicos y crisis con merma en inversión en infraestructuras retrasaron las obras que, a ralentí avanzaban hasta que se pararon las obras. Por más que el PP lo negara al final lo tuvo que admitir. La negativa de la empresa adjudicataria a proseguir al considerar que la obra valía mucho más que lo presupuestado en su oferta temeraria. Meses perdidos, hasta que se reanudaron.
Antes del parón, la Marea Amarilla alertaba del perjuicio de olvidar el soterramiento, y se insistía que Fomento mantendría una línea del siglo XIX para que circulara la Alta Velocidad. Granada se topa con la realidad de que las obras desconectaban a Granada por tren. Primero, el de Madrid, luego el nocturno a Barcelona. Y que el AVE que llegaría no sería un AVE de verdad. Las elecciones generales en la provincia de Granada dieron el triunfo al PP, que defiende su decisión de no replantear el proyecto para que llegara cuanto antes.
De la Serna y Pérez, en la visita del ministro a las obras en Loja el 1 de febrero pasado.P.V.M.
Movilizaciones. Y la creación de la Mesa del Ferrocarril, ya, tarde, que arranca al final el compromiso a Fomento de soterrarlo y la variante de Loja en una posterior ejecución. A ello se sumó la Junta de Andalucía, dispuesta a colaborar en el soterramiento, como se comprometió la presidenta Susana Díaz.
Para entonces, ya se habían producido numerosos desplantes y un insoportable ninguneos de los ministros que hacían oídos sordos y demoraban reuniones.
De los 1.600 millones de inversión proyectados, ya se han ejecutado 1.400 millones, según el Gobierno.
El 18 de octubre del año pasado, todos los partidos aprobaron una moción en el Congreso que pedía impulsar la llegada de la Alta Velocidad a Granada. Pero no incluyeron ni el soterramiento, ni la variante de Loja, ni la reconexión ferroviaria.
El primero de febrero pasado, el actual ministro de Fomento, ïñigo de la Serna, anunció un nuevo retraso del AVE a Granada, que será a principios de 2018, tras asegurar que las obras estarán concluidas en otoño, para empezar con la seguridad y pruebas. Y lo que es peor, serán ya casi tres años aislados por tren, tras rechazar la reconexión Moreda por su escaso atractivo al alargar el trayecto a Madrid en dos horas.
9.000 euros al día en autobuses para llegar al AVE en Antequera. En estos dos años, el gasto de RENFE en la contratación de autobuses supera ampliamente los 6 millones de euros. Unos 9.000 euros al día. Y de seguir a este ritmo, cuando llegue el AVE en el primer trimestre de 2018 el gasto rondará los 10 millones.
LLegará el AVE en 2018 y volverá la reconexión, pero nadie reparará a Granada del perjuicio generado y la injusticia con la que ha sido tratada. Y como alertan la Marea Amarilla y Granada en Marcha: cuando llegue, ya será tarde (o imposible) replantear en un futuro próximo el soterramiento y la variante de Loja. Que lo desmientan los hechos y no las palabras.