Miles de personas participan en la carrera del Cascamorras en Baza
Miles de personas participan en la tradicional carrera del Cascamorras, una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional que, con cinco siglos de historia, se celebra desde este martes en Baza, donde este personaje con aspecto de arlequín intentará sin éxito recuperar la imagen de la Virgen de la Piedad, para regresar a Guadix el día 9 de septiembre.
Prensa Diputación
Edición del Cascamorras del año pasado.
Las altas temperaturas y el ambiente festivo son las notas características en el primer tramo del recorrido que ha salido desde Las Arrodeas en la tarde de este martes en el que la ocupación hotelera ha alcanzado el cien por cien en Baza, han informado fuentes municipales.
Baza ha recibido a Cascamorras con 3.000 kilos de pintura ecológica negra --una mezcla de aceite vegetal y pigmentos minerales-- con la que miles de personas intentan pintarle antes de su llegada al templo de la Virgen de la Piedad, patrona de la ciudad.
Unas 170 personas de diferentes áreas municipales han participado en la organización de la fiesta en el marco de un dispositivo especial en el que colaboran la Policía Nacional, la Junta de Andalucía, Emergencias 112 y Cruz Roja.
Voluntarios de Protección Civil han señalado los puntos del itinerario que resultan más peligrosos por su estrechez, pendiente de la calzada y la presencia de aceite y agua.
Por segundo año consecutivo se han montado duchas de acceso libre y separadas para hombres y mujeres en la estación de autobuses de Baza que se pueden usar desde las ocho de la tarde a las once de la noche.
El Cascamorras es una de las fiestas más singulares de España. En ella, Baza y Guadix se disputan simbólicamente la propiedad de la talla de la Virgen de la Piedad. Existen varias versiones de los hechos, pero la más extendida cuenta que un vecino de Guadix, Juan Pedernal, se encontraba hace cinco siglos trabajando en unas obras en Baza, en el lugar donde hubo una antigua ermita, cuando accidentalmente descubrió una imagen de la Virgen.
Esto motivó un conflicto entre las ciudades de Guadix y Baza, pues alegaban unos que el autor del hallazgo era de Guadix y otros que se había encontrado en Baza. Finalmente, la Justicia encomendó la custodia de la talla a los bastetanos, aunque el pueblo accitano tenía derecho a disponer de la misma un día al año para poder venerarla.
Desde entonces, un vecino de Guadix, encarnando el personaje del Cascamorras, se traslada a Baza todos los años el día 6 de septiembre con la intención de llevarse la imagen a su localidad.
Según la costumbre, sólo lo conseguirá si logra presentarse limpio e inmaculado ante la Virgen de la Piedad. Año tras año, su intento resulta baldío, ya que la muchedumbre lo espera a las afueras de Baza para acompañarlo hasta la iglesia donde se halla la Virgen y asegurarse que llega ante ella completamente manchado con tinte. En la carrera por la ciudad, todos los participantes acaban también con su ropa y cuerpo totalmente embadurnados.