El Albaicín ha perdido un 15% de su población en los últimos 12 años, el Centro un 20% y el Realejo un 43%, casi la mitad de sus habitantes

“Esto indica que los barrios patrimoniales están muriendo”, denuncia el edil que sostiene que además, “estas zonas son las que tienen menor porcentaje de población joven”. Puentedura señala que “no se trata de una casualidad, por desgracia, porque curiosamente los barrios que más habitantes están perdiendo, son aquellos que acumulan mayor porcentaje de viviendas vacías y donde se está perdiendo en mayor medida el comercio de proximidad y, también, son aquellos barrios donde se hace más difícil acceder a una vivienda por elevado precio de los alquileres”. El edil sostiene que, por otro lado, la accesibilidad para peatones y residentes en transporte público es más complicado y es donde existen menos equipamientos sanitarios, educativos y culturales de carácter público. 

La población se encuentra, por tanto, cada vez más desamparada en cuanto a servicios y a calidad de vida y, sumado al elevado precio de la vivienda, los vecinos se ven forzados a marcharse. “A este paso, dentro de 10 o 12 años estos barrios habrán perdido la mitad de su población o incluso, por entera, como es el caso del Realejo”, y subraya que “una zona que no se cuida ni en el que se protege a sus vecinos, es un barrio que languidece y muere”. 

Desde el grupo de UP mantienen que se encuentran “muy preocupados por la actitud tan laxa que el Ayuntamiento ha tenido respecto a estos datos, ya que el actual gobierno quiere dejar la solución al problema al albur de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)”. Puentedura plantea que “se necesitan medidas urgentes, no esperar al nuevo PGOU, un documento que tarda en diseñarse y aprobarse como mínimo 8 años”. El concejal hace hincapié en que “no ejecutar medidas de inmediato supone una irresponsabilidad, porque al final estos barrios seguirán muriendo”. 

Puentedura pone de manifiesto la “necesidad de revisar los Planes Especiales Albaicín y Centro Alhambra” para conseguir, en primer lugar, la inclusión del Sacromonte en el mismo y que la incoación del Valle del Darro como BIC implique también la protección de ese barrio”. El concejal cita, en segundo lugar, la inclusión de la aplicación de un Plan municipal de vivienda en estos barrios dirigido a potenciar el alquiler público y la rehabilitación de edificios con la implicación de la Junta de Andalucía para acabar con la infravivienda y dar oportunidades a las familias jóvenes.

También señala Puentedura como “fundamental” que se declare una moratoria para que no sigan creciendo los pisos turísticos de forma ilegal y que se regulen los usos: “es decir, que no todo sea hostelería y turismo, que también se haga un esfuerzo por potenciar el pequeño comercio y equipamientos sociales, sanitarios, culturales y educativos”. Por último, Puentedura reseña que estos Planes Especiales lleguen acompañados de planes de movilidad específicos que garanticen la accesibilidad de la población potenciando especialmente el transporte público y vehículos de residentes.

Se trata, agrega, de una situación de la que los vecinos de Albaicín, Centro y Realejo han venido advirtiendo desde hace años cuando denunciaban que sus barrios se estaban convirtiendo en parques temáticos y, por desgracia, cada vez se transforma en una realidad, sentencia el concejal.