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Un análisis tras doce días de oscurantismo, que por el bien de la ciudadanía debe cambiar

El reto del gobierno municipal: recuperar la credibilidad, con absoluta transparencia en la gestión

Política - Juan I. Pérez - Domingo, 30 de Junio de 2019
Un análisis crítico sobre el gobierno municipal bipartito (Cs-PP) de Granada, tras doce días de oscurantismo, en el que la ciudad fue moneda de cambio, y que ante sí afronta el reto de recuperar la credibilidad.
Luis Salvador y Sebastián Pérez firman el jueves el reparto de áreas municipales.
P.V.M.
Luis Salvador y Sebastián Pérez firman el jueves el reparto de áreas municipales.
El gobierno municipal bipartito (Cs-PP) de Granada, -que con excepción del último socialista que asumió el mando tras los vergonzosos casos de corrupción, es el de menor apoyo directo de la ciudadanía-, tiene ante sí un reto titánico como es el de recuperar la credibilidad perdida en los doce días de oscurantismo, en el que el mercadeo marcó las negociaciones. Solo con un cambio radical, con absoluta transparencia, puede iniciar un camino a la altura de la ciudadanía.

Todo legítimo, como así permite la democracia. Solo la elección directa del alcalde en una segunda vuelta tras las municipales, puede poner fin a tan lamentable proceso negociador, pero, ¿lo quieren realmente los partidos?

No hay precedentes en Granada desde la constitución de los ayuntamientos democráticos de un gobierno municipal con tan escaso apoyo directo. 41.471 votos -25.288 del PP, que le dieron para lograr 7 concejales, y 16.183 de Cs, repetir con cuatro- de un total de 109.083 contabilizados, apenas el 38,31 por ciento. Con un alcalde, además, con el menor apoyo en las urnas, en su caso hasta por debajo de Francisco Cuenca cuando asumió la Alcaldía, con 8 concejales, votado por Ciudadanos, Vamos Granada e IU.

Pero por supuesto, todo legítimo, como así permite la democracia. Solo la elección directa del alcalde en una segunda vuelta tras las municipales, puede poner fin a tan lamentable proceso negociador, pero, ¿lo quieren realmente los partidos?

Pasado el tiempo de negociaciones, ni Luis Salvador ni Sebastián Pérez pueden negar que Granada fue objeto de intercambio entre PP y Ciudadanos, lo que ha sufrido el presidente provincial del PP, aferrado a que ocupará el sillón de la alcaldía dentro de dos años, lo que le salva su carrera política. Aunque la alternancia quedó relegada para poder negociar el gobierno municipal, tras centrar un debate que retrató a los dos partidos.

Si Ciudadanos hizo bandera en el pasado de la regeneración, el compromiso que le sirvió en la oposición para exigir y reclamar, ya no aparece en el nuevo diccionario del nuevo gobierno, obligado al asumir de socio a un PP, con Sebastián Pérez al frente, cuyos casos judicializados irán pasando en los próximos meses por la pasarela de las vistas orales

El jueves, al fin, Luis Salvador y Sebastián Pérez, firmaron el acuerdo de gobierno. Eso sí, solo en cuanto al reparto de poder se refiere, porque hasta ahora, nada de un acuerdo programático, que por disimulo, se suele anteponer ficticiamente en las negociaciones entre partidos.

Esta semana llegará el momento del programa compartido, que se resumirá en una lista de cincuenta actuaciones, en la que, como ya es habitual tras los comicios andaluces y generales, los más impactantes de los compromisos no dependerán del Ayuntamiento y sus depauperadas arcas, que llevó al límite del déficit los sucesivos gobiernos de Torres Hurtado, con Sebastián Pérez de concejal de Presidencia.

Si Ciudadanos hizo bandera en el pasado de la regeneración, el compromiso que le sirvió en la oposición para exigir y reclamar, ya no aparece en el nuevo diccionario del nuevo gobierno, obligado al asumir de socio a un PP, con Sebastián Pérez al frente, cuyos casos judicializados irán pasando en los próximos meses por la pasarela de las vistas orales.

Es selectiva la memoria. Pero no se olvida que Sebastián Pérez fue forzado a dimitir por su partido en Madrid y Sevilla, a cambio de la renuncia de José Torres Hurtado, cuando la operación nazarí. Sin contar que en las próximas semanas, un juez decidirá si aplica la sentencia que anula el congreso provincial del PP, en el que fue reelegido. Mucha mochila para un gobierno recién nacido

Es selectiva la memoria. Pero no se olvida que Sebastián Pérez fue forzado a dimitir por su partido en Madrid y Sevilla, a cambio de la renuncia de José Torres Hurtado, cuando la operación nazarí. Sin contar que en las próximas semanas, un juez decidirá si aplica la sentencia que anula el congreso provincial del PP, en el que fue reelegido. Mucha mochila para un gobierno recién nacido.

Condenado el gobierno a la bicefalia, hasta el punto, que los portavoces de Ciudadanos y PP, Manuel Olivares y César Díaz, respectivamente, declararon este viernes que hasta comparecería para cualquier asunto de manera conjunta.

Pese a reiterar el alcalde hasta en dos ocasiones que serían dos tenencias de alcaldía, una para el PP y otra para Cs, además de la Vicealcaldía, para Sebastián Pérez, al final, nada más y nada menos que siete, en un coste la ciudadanía que el PSOE lo eleva a nada menos que a 400.000 euros anuales, y el gobierno municipal a tan solo 22.000 euros más.

Un apretón de manos para sellar el reparto de concejalías.P.V.M.

En el reparto, sorprende cómo Ciudadanos cedió el poder al PP, como si la mala conciencia por asumir la alcaldía, en principio para cuatro años, en virtud del pacto nacional, y en contra del acuerdo local, se fusionara con la lógica aritmética de 7 concejales azules frente a 4 anaranjados.

Y más aún dejar en manos del PP Urbanismo, como un pésimo sarcasmo, cuando la mayoría de concejales del anterior grupo del PP se encuentra imputados, investigados o las puertas de juicio por los casos Serrallo, Nazarí… todo aquello que pasó a la triste historia de Granada. O Economía y la elaboración de los presupuestos. O acaso, ¿quiénes fueron los responsables de llevar al Ayuntamiento a la quiebra técnica?

Y más aún dejar en manos del PP Urbanismo, como un pésimo sarcasmo, cuando la mayoría de concejales del anterior grupo del PP se encuentra imputados, investigados o las puertas de juicio por los casos Serrallo, Nazarí… todo aquello que pasó a la triste historia de Granada. O Economía y la elaboración de los presupuestos. O acaso, ¿quiénes fueron los responsables de llevar al Ayuntamiento a la quiebra técnica?

También sorprende que en el reparto, Francisco Fuentes asuma Recursos Humanos; Organización y Servicios Generales; Servicios Jurídicos y Régimen Interior, cuando en su etapa de subdelegado del Gobierno fue duramente criticado por los sindicatos de prisiones por no quererse reunir con ellos.

¿Y eso de que Sebastián Pérez asuma la presidencia de Emasagra, la joya de la maltrecha corona municipal y su lugarteniente, Luis González, se asegure ser consejero delegado?

Mención aparte, la atomización de Derechos Sociales en Familia, Igualdad, Infancia… A la espera de saber si será más o por el contrario la división relegará en esta área tan importante y necesaria que marca a un gobierno.

Complicada estabilidad, por cuanto se quedan a tres de la mayoría absoluta, Vox queda excluido del gobierno municipal, aunque bien que tendrá su recompensa, pues las cuentas no le salen al bipartito, para empezar en el pleno que debe aprobar la nueva organización municipal, aún sin fecha, en desacuerdo con el reparto de áreas que ha configurado el nuevo gobierno local, de Cs y PP, lo que no suman para que salga adelante.

Así que la inestabilidad planea sobre el gobierno bipartito. Solo ceder también con la ultraderecha y darle presencia en juntas de distrito y segundos niveles, puede atemperarla.

Aun admitiendo que la mayoría de la Granada que vota es conservadora -con sus adhesiones ideológicas, que van de un centro derecha o la ultraderecha-, y otra buena parte es progresista -con sus adhesiones ideológicas, que van del centro izquierda a la izquierda más avanzada-, tanta opacidad y trifulca entre los dos partidos, han dejado un poso de ninguneo a Granada, de otra vez aquello de que las decisiones se toman en Madrid o Sevilla -imposible de negar en este pacto-, de lo que tanto se quejaba el PP antes de gobernar la Junta. Su propia actitud deslegitima su cansina estretagia durante décadas de una Granada sumisa del PSOE, que deja que lo importante se adopte fuera de aquí. ¿Más importante que quien gobernará la ciudad?

Así que solo con la absoluta transparencia, la misma que exigieron, pueden comenzar a reparar la credibilidad y los afectos que la vergonzosa negociación del pacto ha dejado bajo mínimos

Así que solo con la absoluta transparencia, la misma que exigieron, pueden comenzar a reparar la credibilidad y los afectos que la vergonzosa negociación del pacto ha dejado bajo mínimos.

Sueldos, decretos, acuerdos… deben ser ya visibles para granadinos y granadinas. Y conocer si en dos años habrá otro alcalde.

De momento, poco de eso, como tampoco de asumir críticas en comparecencias públicas, en un intento de acallar voces discordantes con respuestas altisonantes y abrazar medios más contemplativos.

Este gobierno tiene tarea por delante. Como gobernar para toda la ciudadanía, le haya o no votado, y trabajar por Granada, con lealtad institucional pero siendo reivindicativos. Y con más humildad y menos prepotencia como la demostrada hasta ahora.

Esto es, estar a la altura de la ciudadanía a la que gobiernan, lo que hasta ahora ha fallado. Y de momento, ni una petición de perdón por un espectáculo que nunca más se puede repetir.