Piensan algunos que al Feminismo se le contenta con un baile de letras y símbolos.

El lunes pasado, las calles volvieron a llenarse de manifestantes, principalmente mujeres, para pedir el cese de la violencia hacia ellas. El grito unánime fue que parasen los asesinatos.

Hay trabajos que, por muy bien hechos que estén, nunca deberían existir. Es el caso del Informe Anual de Feminicidios y otros asesinatos de mujeres en España 2023 que acaba de publicarse.

Estados Unidos nos queda muy lejos. Cierto. Pero lo que ocurre allí acaba teniendo consecuencias en la puerta de nuestras casas.

Diez años les ha costado a las feministas italianas conseguir la modificación de la Ley 40 en su país para prohibir el alquiler de vientres fuera de sus fronteras.

Llegó junto a sus amigos dando lecciones de política, de filosofía, de economía, de feminismo y de todo lo que se le pusiera por delante después de que él y los suyos se vieran encumbrados a la pol

Nuestras abuelas, que en su gran mayoría no sabían lo que era el Feminismo pero sí las consecuencias de su inexistencia, ya nos lo advirtieron.

Estamos viviendo distopías por encima de nuestras posibilidades.

Seguir el rastro a los inventos del pensamiento queer es, realmente, agotador. No dejan espacio sin remover, piedra sin atacar o esqueleto que renombrar.

Es realmente obsceno ver cómo algunos señores se graban vídeos para subirlos a las redes sociales y reivindicarse como mujeres.