El aceite de nuestra tierra. DOP Montes de Granada
Duele especialmente cuando se quiebra la ética del partido que siempre se ha distinguido por la Igualdad

'Hartos de puteros, acosadores y babosos'

Opinión - Juan I. Pérez - Domingo, 14 de Diciembre de 2025
Una opinión valiente de Juan I. Pérez que exige medidas contundentes contra los casos de acoso sexual en política.
Una pancarta en una manifestación del 8M en Granada.
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Una pancarta en una manifestación del 8M en Granada.

No hay peor causa que produzca mayor desolación que alguien en quien confías practique lo contrario a lo que defiende. Pero si a la política se refiere, el estado instantáneo que genera supera la devastación, el dolor. Y aún más la profunda decepción que causa si se conocía y no se adoptaron medidas inmediatas. Y las víctimas, mujeres.

En un PSOE desgastado por la repugnante corrupción de José Luis Ábalos o Santos Cerdán, y sus círculos, el escándalo de los casos de acoso sexual y machismo se ha convertido en un añadido difícil de aguantar por el agravante de indicios sobrados que señalan al partido por no actuar cuando debía ante las denuncias de mujeres, que han soportado, solas, las conductas indeseables de superiores orgánicos o institucionales

En un PSOE desgastado por la repugnante corrupción de José Luis Ábalos o Santos Cerdán, y sus círculos, el escándalo de los casos de acoso sexual y machismo se ha convertido en un añadido difícil de aguantar por el agravante de indicios sobrados que señalan al partido por no actuar cuando debía ante las denuncias de mujeres, que han soportado, solas, las conductas indeseables de superiores orgánicos o institucionales.

La indeseable corrupción, -desgraciadamente, más tarde que pronto-, se paga y lleva a los corruptos a la cárcel. Deja a los partidos que la padecen muy tocados, desde la creencia generalizada de que es el asunto que más castiga en elecciones, aunque tengo dudas sobre a que organización política perjudica más.

Pero los casos de acoso sexual, con indiferencia del coste electoral, que debe tenerlo, es un asunto especialmente grave para una formación que ha hecho del feminismo uno de sus principales emblemas y que lo diferencia radicalmente, con su firme apuesta y políticas, de la derechas y extrema derecha, si acaso hay ya diferencias.

La rotundidad con la que se han expresado mujeres socialistas en público (la más impactante, la de Ángeles Férriz, portavoz adjunta del grupo socialista en el Parlamento andaluz: “Estos comportamientos nos desagarran por dentro. Estoy hasta el moño de puteros y acosadores”) y en privado no dejan duda alguna al profundo daño que este tipo de comportamientos ha provocado en el PSOE.

Pero los casos de acoso sexual, con indiferencia del coste electoral, que debe tenerlo, es un asunto especialmente grave para una formación que ha hecho del feminismo uno de sus principales emblemas y que lo diferencia radicalmente, con su firme apuesta y políticas, de la derechas y extrema derecha, si acaso hay ya diferencias

Pese al incansable trabajo de las secretarias de Igualdad del partido a todos los niveles, de cursos de formación, de concienciar a los compañeros que el feminismo forma parte del ADN de la organización, algunos creen cumplir con soltar de vez en cuando el término patriarcado o duplicando géneros, hasta el punto de que lo han fiado tanto al lenguaje, que lo han convertido en el pasaporte que acredita la lucha por la igualdad y contra las violencias machistas.

Pero el feminismo es mucho más. Y hay que demostrarlo y practicarlo siempre, en todo momento, en el ámbito privado, en el laboral, cualquiera que sea, y en el orgánico e institucional. Es de primero de feminismo, como así lo cumplen la inmensa mayoría de hombres socialistas, implicados y comprometidos. Algunos de ellos los conozco personalmente.

La perspectiva feminista debe aplicarse de manera integral en toda la organización, y esto implica un mayor control sobre los protocolos contra el acoso y otras violencias y, por supuesto, escuchar a las víctimas, acompañarlas y articular medidas efectivas que ayuden a reparar el daño causado.

Hay que echarlos, si así se demuestra con todas las garantías en un proceso rápido y eficaz, porque traicionan a la organización para trasladar un mensaje claro y contundente: este no es tu partido

Hay que actuar con determinación para atajar cualquier posibilidad de generar entornos protectores con los agresores, de silenciar a las víctimas o debilitar la credibilidad del partido. En cualquier nivel de la organización. Desde la más pequeña Casa del Pueblo hasta los centros de poder, incluido ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autonómicos o la misma Moncloa. Hay que echarlos, -si así se demuestra la culpabilidad con todas las garantías en un proceso rápido y eficaz, y denunciarlo ante la Justicia-, y porque traicionan a la organización y porque es necesario, aunque parezca obvio, trasladar un mensaje claro y contundente: este no es tu partido.

Todas las organizaciones políticas han de hacérselo mirar, porque todas han sufrido su ceguera, conviene recordarlo, como también las frases machistas de dirigentes y cargos, escandalosas, muchas de ellas, del PP y Vox.

En esta crítica situación, produce vergüenza y asco aquellos partidos y sus arietes que por criticar a destajo se han convertido al feminismo súbitamente, cuando en sus trayectorias y argumentarios siempre han estado más con los agresores que con las víctimas y siempre han dudado de la fiabilidad de las denuncias de las mujeres

En esta crítica situación, produce vergüenza y asco aquellos partidos y sus arietes que por criticar a destajo se han convertido al feminismo súbitamente, cuando en sus trayectorias y argumentarios siempre han estado más con los agresores que con las víctimas y siempre han dudado de la fiabilidad de las denuncias de las mujeres.

Pero duele en lo más profundo cuando se quiebra la ética del partido que siempre se ha distinguido en su defensa. No es ya por el coste electoral. Es imperdonable para el presente y el futuro de una organización que por inacción, permisibilidad o falta de contundencia erosione gravemente un pilar diferencial de un partido ejemplar en el feminismo, que con hechos y políticas ha defendido la imprescindible igualdad, la lucha contra todas las violencias de las mujeres.

Se lo deben a las mujeres. De ese partido y a todas, sin excepción.