Podrían ser los habitantes de una galaxia imaginaria de Star Wars. O un movimiento poético del siglo XX. Pero ellos, los ‘cecilianos’ como yo les llamo, son los defensores del recuerdo de un hospital que ha funcionado en Granada desde 1952. Con motivo del día del patrón de Granada, el día uno de febrero, se reunieron en la sede de la Real Academia de Medicina de Granada la Asociación de Amigos del Clínico San Cecilio. Son un grupo de veteranos profesionales de la Medicina que trabajaron en el hospital y que, al igual que la Orden del Santo Sepulcro tuvo el objetivo de defender la tumba de Jesús contra los ataques de los infieles, ellos tienen la misión de defender el recuerdo de aquellas instalaciones contra los ataques del olvido. Una encomienda, en fin, contra la prescripción del pasado.   

 

El día uno de febrero, por una oportuna coincidencia de fechas, tuve que ir al viejo Hospital Clínico de San Cecilio a mi cita anual con el urólogo y después a un acto que había organizado la Asociación de Amigos del citado hospital. Lo que vi en el primero es la decadencia de lo que se extingue, un edificio cuya cochambre empieza a ser vistosa, muchas áreas cerradas, largos pasillos vacíos y consultas con papeles pegados en las puertas en donde se dicen que han sido trasladadas o clausuradas. Si para un paciente como yo tal visión es capaz de producirle una desazón interior, me imagino el sentimiento de pérdida que puede tener un profesional que haya trabajado allí durante treinta o cuarenta años. “Yo desde hace muchos meses no voy. No lo puedo soportar”, me decía con evidente ataque de nostalgia un ‘ceciliano’ que había trabajado en el Clínico desde el año 1974 hasta la fecha de su traslado al PTS o ‘PuToeSe’, que es el nombre con el que ha bautizado el vulgo al nuevo hospital.  

 

El presidente de los ‘cecilianos’, Armando Zuloaga, jefe del Servicio de Urología y el médico que hizo el primer trasplante de riñón en Andalucía, dijo en el acto que harían todo los posible por mantener el recuerdo de su querido centro. Y reivindicó dos cosas: que el nombre del nuevo hospital se llame San Cecilio y que las instalaciones del viejo sean reutilizadas para dar servicios a la sanidad granadina. Dos reivindicaciones totalmente factibles para los asistentes al acto, que aplaudieron la idea con murmullos de aprobación. 

 

Si se le llamó Nuevo Estadio Los Cármenes al viejo campo de fútbol que llevaba ese nombre… ¿por qué no llamar Nuevo Clínico San Cecilio al hospital del PTS? Ojalá se organice una manifestación en Granada para reivindicarlo. Seguro que yo me apuntaría.