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Cerrar la puerta al desánimo

Blog - La buena vida - Ana Vega - Sábado, 24 de Marzo de 2018
A.V.

A la hora de responder ante situaciones estresantes, podemos hablar de tres tipos de recursos diferentes. En primer lugar estarían las relaciones, la red social de la persona supone un gran apoyo externo que facilita mucho las cosas. Luego estarían los recursos psicológicos de cada persona que vienen determinados por los rasgos de personalidad y, en tercer lugar, haremos referencia a las estrategias que cada individuo puede adoptar para enfrentar estas situaciones problemáticas.

La última variable es la que está bajo nuestro control ya que las estrategias de afrontamiento pueden mejorarse e, incluso, aprenderse. Su adquisición desarrollará nuestra capacidad de enfrentarnos a percances o situaciones complicadas o incómodas y salir victoriosos en lugar de abandonar o adoptar soluciones fáciles que terminen frustrándonos.

El psiquiatra, George Vaillant, denomina “defensa madura” a la respuesta positiva ante situaciones estresantes. Esta actitud utiliza distintos mecanismos de defensa ante el estrés directamente relacionados con la personalidad de cada individuo. Los adultos emocionalmente sanos utilizan las siguientes estrategias par optimizar sus logros:

  • Respeto o disposición a mostrar consideración ante una persona, sus sentimientos, cualidades y acciones; esto genera relaciones duraderas y amplía la red de apoyo social.
  • Moderación, alejarse de los extremos autocontrolando los propios deseos y sentimientos.
  • Paciencia, alto nivel de resistencia bajos situaciones complicadas que una persona es capaz de soportar antes de dar una respuesta negativa.
  • Coraje, disposición para afrontar conflictos, dolor, sufrimiento, incertidumbre…; el coraje moral preserva los valores de justicia e igualdad.
  • Humildad, respeto inteligente hacia uno mismo, siendo consciente de las propias limitaciones y también de las habilidades.
  • Atención al momento presente, observando la experiencia presente con curiosidad y mente abierta.
  • Aceptación, que no significa resignación sino reconocer la realidad o situación difícil o incómoda sin intentar cambiarla a toda costa o evitarla.
  • Gratitud, agradecimiento o aprecio que aumenta los niveles de felicidad y disminuye los niveles de estrés.
  • Altruismo, tolerancia, piedad.
  • Perdón,  no pedir resarcimiento ante la ofensa recibida o un error sufrido; cese de la indignación, resentimiento o ira por ello.
  • Humor para con nosotros y los demás.
  • Anticipación, planeando de forma realista como superar los posibles futuros obstáculos.
  • Sublimación, transformando emociones inútiles en otras más sanas.
  • Supresión, dejando de prestar atención de forma consciente a emociones o necesidades negativas para poder enfrentarnos a l realidad.
  • Regulación emocional, modificar el tipo, la intensidad, duración y expresión de una emoción para responder a la situación de manera socialmente aceptable.
  • Suficiencia emocional, no depender de la validación de los demás.

Por su parte, Mihaly Csickszentmihalyi, explica qué hace que algunos individuos saquen fuerzas de las situaciones de tensión en lugar de sentirse débiles:

  • Autoconfianza natural, personas que creen sin reservas en sus posibilidades porque confían en que sus recursos personales serán suficientes para conseguir sus metas; destinan sus energías no a dominar el entorno y a los demás sino a relacionarse de forma armoniosa con ellos. Creen firmemente en ellos mismos, en su entorno y en el lugar que ocupan en él.
  • Enfocar la atención en el mundo; están alerta procesando constantemente la información que les llega del exterior pudiendo así ser más objetivos y detectar las posibilidades alternativas que se les presenten.
  • Descubrimiento de nuevas soluciones; en lugar de centrar la atención en los obstáculos que les impedirían alcanzar las metas fijadas para intentar eliminarlos, dan un paso atrás para ganar perspectiva y redefinir la situación para decidir si hay otras metas alternativas que serían más adecuadas o alcanzar otras posibles soluciones.
Para que la vida sea un lienzo creado por nosotros mismos habrá que estar dispuestos a aprovechar oportunidades inesperadas y no dirigir el curso de nuestras acciones creyendo que estamos determinados genéticamente o siguiendo exclusivamente las expectativas sociales; moverse con confianza en uno mismo y con los ojos muy abiertos para vislumbrar lo que nos ofrece el entorno y encontrar la solución. Esto marca la diferencia entre disfrutar de la vida o sentirse abrumado por ella.

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Y la recomendación musical de la semana:

El pretendiente - Christina Rosenvinge

  

Imagen de Ana Vega

Licenciada en Filosofía. Experta en Género e Igualdad de Oportunidades y especializada en temas de Inteligencia Emocional. Con su blog, La buena vida, no pretende revelarnos nada extraordinario. Tan solo, abrirnos los ojos un poquito más y mostrarnos que la vida puede ser más llevadera.