El proceso a Antonio Sáez Quirosa, maestro de Primera Enseñanza de Pinos Genil
Antonio Sáez Quirosa nació en 1890 o 1891 en la ciudad de Granada, cursó sus estudios universitarios de Magisterio entre 1907 y 1915[1] y desde su llegada a Pinos Genil, a comienzos de la década de 1920, ocupó diversos puestos en la localidad[2], como el de concejal durante la dictadura de Primo de Rivera o el de depositario de fondos municipales, desde 1928 y hasta el golpe de Estado de 1936. Como veremos más adelante, el mantenimiento de este cargo y el hecho de haber sido elegido el primer alcalde de Pinos Genil durante la Segunda República, entre otras acusaciones de carácter moral y político, constituirán la base de las denuncias en su contra. Los sublevados sabían perfectamente que en los pueblos pequeños la figura del maestro tenía gran prestigio, era muy respetada por su superioridad intelectual y por la labor que en ellos desempeñaban[3].
Antonio Sáez Quirosa fue apartado de su puesto entre agosto y septiembre de 1936
Tras el estallido del conflicto, Antonio Sáez Quirosa fue apartado de su puesto entre agosto y septiembre, pero no será hasta el 10 de noviembre cuando la maquinaria represiva ponga su atención sobre este maestro, en una instancia firmada por el Rector de la Universidad de Granada, Antonio Marín Ocete, solicitando datos sobre la «conducta moral, profesional, social y patriótica del Maestro de Pinos Genil»[4].
El primero de los informes contra el maestro es el de José Gómez Morales, Magistrado de la Audiencia de Jaén, que afirmaba casi no conocer al maestro de Pinos Genil, pero se hacía eco de los datos y testimonios aportados por varias personas
El primero de los informes contra el maestro es el de José Gómez Morales, Magistrado de la Audiencia de Jaén, que afirmaba casi no conocer al maestro de Pinos Genil, pero se hacía eco de los datos y testimonios aportados por varias personas de esa localidad, afirmando que su labor dejaba mucho que desear, como resultado de «las tendencias extremistas y carencia de cultura que se notan en la juventud». El magistrado añade «que indudablemente los resultados serían distintos de haber sido otra la actuación del indicado Sr»[5]. Según el criterio de José Gómez Morales, y otros muchos simpatizantes de la derecha, la actuación de determinados docentes había perjudicado notablemente a varias generaciones de muchachos, envenenando sus mentes.
El documento firmado por el Juez Municipal de Pinos Genil, Manuel Baena Labella, quien habla de la mala conducta del maestro a causa de las «constantes murmuraciones [por] la exagerada y sospechosa intimidad con que él mismo trataba a la también Maestra [María Agrasot Franch]», acusación que vertebrará los expedientes de ambos maestros
Merece la pena destacar el documento firmado por el Juez Municipal de Pinos Genil, Manuel Baena Labella, quien habla de la mala conducta del maestro a causa de las «constantes murmuraciones [por] la exagerada y sospechosa intimidad con que él mismo trataba a la también Maestra [María Agrasot Franch]», acusación que vertebrará los expedientes de ambos maestros. Según el Juez Municipal, Antonio dejaba mucho que desear en su desempeño como docente y como patriota, debido a que «su conducta estaba de acuerdo con sus ideas que eran las de un socialista militante de lo cual alardeaba en público»[6].
En un informe de la Guardia Civil de Pinos Genil, se diría del maestro que dentro de «su conducta profesional cumplió bien con sus deberes», pero en lo personal se sabe que mantenía reuniones «con los elementos más significados del llamado Frente Popular», organización a la que votó en las elecciones de febrero de 1936[7].
En el informe elaborado por el Cura Párroco de Pinos Genil se afirmaba que el comportamiento del maestro había «dejado muchísimo que desear en distintos aspectos», como «en el religioso», porque no asistía a misa «desde que vino la República, a excepción del día del funeral de las víctimas de Asturias en que asistió a la fuerza y en contra de su voluntad»
En el informe elaborado por el Cura Párroco de Pinos Genil se afirmaba que el comportamiento del maestro había «dejado muchísimo que desear en distintos aspectos», como «en el religioso», porque no asistía a misa «desde que vino la República, a excepción del día del funeral de las víctimas de Asturias en que asistió a la fuerza y en contra de su voluntad». En el ámbito político se había destacado por ser «alcalde un poco tiempo al principio de la República, simpatizante con las izquierdas» y por estar mal relacionado «con el personal de orden». Quizás sería ese breve espacio de tiempo que ocupó el puesto de alcalde y esa mala relación las que motivaron las denuncias contra él, ¿era Antonio Sáez Quirosa un individuo molesto para las élites de Pinos Genil? El resto del informe se centra en la conducta moral de Antonio y en su supuesta relación con la maestra de niñas de la localidad, María. «Estaba viviendo en su casa la Maestra [...], joven y ambos solteros». Según el parecer del Párroco, la conducta de Antonio había dado lugar a «una generación y unos niños» en los que se notaba «la falta de un buen Maestro»[8].
Este argumento, dentro de su relativa veracidad es falso ya que el Frente Popular como coalición política no existía en 1931
La madeja de rumores y acusaciones solo habían comenzado. Los numerosos informes enviados por las autoridades de Pinos Genil vendrían a corroborar la existencia de ideales izquierdistas por su supuesta filiación al Frente Popular. Según el alcalde de Pinos Genil, Antonio Baena Labella (nombrado por los golpistas en agosto de 1936[9]), esas buenas relaciones con la izquierda le valieron ser nombrado «en 30 de abril de 1931, Alcalde Presidente de la Comisión Gestora de este pueblo». Este argumento, dentro de su relativa veracidad es falso ya que el Frente Popular como coalición política no existía en 1931. Otra de las graves acusaciones que se lanzó contra Sáez Quirosa fue la de llevar a cabo una mala práctica como maestro, señalando además lo dañinas que fueron sus enseñanzas para los jóvenes del pueblo, «por el estado de incultura de sus discípulos», y porque «jamás ha procurado llevar a sus discípulos el amor a su patria, hablándoles de sus héroes, de sus conquistas y de la veneración que todo buen hijo de España debe tener a su gloriosa Bandera, símbolo y encarnación de la Patria»[10].
Resulta curioso este comentario, cargado de odio y rechazo, sobre todo por el hecho de que la persona que lo hizo, Antonio Baena Labella, fue uno de los encargados de adquirir la bandera tricolor para la localidad en la primavera de 1931
Resulta curioso este comentario, cargado de odio y rechazo, sobre todo por el hecho de que la persona que lo hizo, Antonio Baena Labella, fue uno de los encargados de adquirir la bandera tricolor para la localidad en la primavera de 1931. Es evidente que se trató de cubrir una bandera con otra: «La actuación patriótica de este funcionario de primera enseñanza está en razón directa de sus demás actuaciones, y no puede inculcar patriotismo, quien ni lo tiene ni lo siente»[11].
En enero de 1937 la Comisión Depuradora del Magisterio Primario de Granada está totalmente en funcionamiento[12], el grueso del expediente contra el maestro de Pinos Genil, y otros tantos, se construye a partir de esta fecha.
En otro informe del Inspector de Enseñanza, Gonzalo Gálvez Carmona, quien afirmaba que Antonio Sáez Quirosa era un buen docente, pero sin entrar en detalles sobre su actuación política. Además señalaba que «el Sr. Sáez no es bien querido de algunos elementos de derechas entre los que pueden contarse el Teniente Coronel de infantería D. Eugenio Serrano y el Magistrado de la Audiencia de Jaén D. José Gómez Morales, los cuales pasan temporadas en Pinos Genil; y ello procede de que indiscutiblemente o por convicción o por amistad con algunos elementos de izquierdas [...] el Sr. Sáez Quirosa parece hombre de izquierdas»[13]. En un nuevo documento, elaborado por el secretario de la comisión provincial de Granada en base a los informes obtenidos por la Comisaría de Investigación y Vigilancia se informa del vínculo del maestro con las izquierdas, ya que al parecer constaba como «persona de confianza de las izquierdas» en una «lista encontrada en el Gobierno Civil al proclamarse el estado de guerra»[14].
La lista a la que se hace mención no se encuentra dentro del expediente, ni se ha podido localizar nada similar en los exhaustivos análisis archivísticos. Este tipo de acusaciones y otras muy similares se hacían contra otros individuos
La lista a la que se hace mención no se encuentra dentro del expediente, ni se ha podido localizar nada similar en los exhaustivos análisis archivísticos. Este tipo de acusaciones y otras muy similares se hacían contra otros individuos como, por ejemplo, al maestro de Trujillos, Daniel Morales López, que también fue acusado de ser «persona de confianza de las izquierdas»[15]. También había constancia de que estuvo abonado a la Asociación Trabajadores de la Enseñanza, como demostraban «los recibos de julio a diciembre 1934, y todo 1935»[16].
En marzo de 1937, tras casi siete meses enfrentamiento armado y otros tantos de ausencia del maestro, en la Escuela de Pinos Genil fue «encontrado en el cajón de la mesa del Maestro de la Escuela de niños» por su sustituto provisional, el maestro Pedro Avila Morales, un panfleto con la proclama: «¡Soldados el pueblo os llama!». Aunque el hallazgo no quedó solo en ese pasquín, supuestamente también se habían «encontrado otros folletos y libelos, demoledores antipatrióticos y antirreligiosos e inmorales», que por orden de este maestro fueron «inmediatamente quemados»[17].
Sorprende que fuera justo en ese momento y no antes, tras los numerosos registros e inventarios que se realizaron al local donde se impartían las clases a los niños de Pinos Genil, cuando se encontró la propaganda izquierdista y más llamativo es el hecho de que a nadie más se le ocurriera mirar antes en el cajón de la mesa del maestro
Sorprende que fuera justo en ese momento y no antes, tras los numerosos registros e inventarios que se realizaron al local donde se impartían las clases a los niños de Pinos Genil, cuando se encontró la propaganda izquierdista y más llamativo es el hecho de que a nadie más se le ocurriera mirar antes en el cajón de la mesa del maestro, ¿pudo alguien dejarlo allí para dañar aún más la reputación del maestro? Lamentablemente esta cuestión no se puede resolver, más adelante el maestro intentará desmontar esta acusación afirmando que el pasquín podía haber sido requisado a alguno de sus alumnos[18].
Supuestos cargos contra el maestro
Con los testimonios que se han repasado, y algunos otros que se han perdido del expediente original, la Comisión Depuradora del Personal del Magisterio Primario de Granada realizó su primer pliego de cargos con fecha del 30 de marzo de 1937, firmado por el Secretario José Morell y su Presidente, Manuel Calderón. En el caso de Sáez Quirosa se formularon ocho cargos[19]:
SEGUNDO. Fue miembro de la Agrupación Socialista de Granada.
TERCERO. Según constaba en una lista hallada en el Gobierno Civil de Granada, era hombre de confianza para las izquierdas.
CUARTO. Colaboró con el Frente Popular al ser miembro de la Comisión Gestora de Pinos Genil y Depositario de los Fondos Municipales de su Ayuntamiento.
QUINTO. Votó al Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936.
SEXTO. Fue un mal maestro cuya actitud, descuidada, poco profesional y laica, dio como resultado una generación de jóvenes sin valores sociales, culturales, religiosos y patrióticos.
SÉPTIMO. Mantuvo una relación poco apropiada con la maestra, María Agrasot Franch, ya que conviven en la misma casa e incluso llegó a descuidar sus funciones en la escuela.
OCTAVO. Fue encontrada, en las dependencias de la Escuela de Niños de Pinos Genil, propaganda izquierdista propiedad del maestro Antonio Sáez Quirosa.
Antonio Sáez Quirosa envió a la comisión un documento amplio en el que se defendió con mayor o menor precisión de los ocho cargos, además proporcionó una lista de personas respetables que podían servir como aval de su conducta
Tras la recepción de este documento, el interesado tenía diez días de plazo para responder a las acusaciones formuladas. Un período de tiempo demasiado corto, ideado para limitar las posibilidades de defensa de muchos de los expedientados. Para defenderse, tenían que remitir a la comisión depuradora un pliego de descargo en el que podía «presentar cualquier documentación que considerasen pertinente a fin de desvanecer las imputaciones que se les hacían»[20]. Antonio Sáez Quirosa envió a la comisión un documento amplio en el que se defendió con mayor o menor precisión de los ocho cargos, además proporcionó una lista de personas respetables que podían servir como aval de su conducta[21].
En primer lugar, reconoce haber formado parte de la Sociedad Trabajadores de la Enseñanza, pero afirmó no recordar cuándo entró a la Sociedad, aunque la abandonó en agosto de 1935. El maestro introduce además el relato de un altercado ocurrido tras la proclamación de la República, cuando «un grupo de exaltados sabe Dios si los mismos que hoy me difaman tan injustamente, fueron a mi Escuela con el propósito de que les entregara el retrato del Rey para quemarlo, la Bandera para destrozarla y el Crucifijo para que desapareciera». Temeroso de ser el blanco de nuevos ataques en el pueblo, porque lo tenían por monárquico, el maestro buscó el respaldo de una organización «que aunque no tenía carácter político era mirada con simpatía por los elementos obreristas».
Para defenderse del segundo cargo, pertenencia a la agrupación Socialista de Granada, el maestro simplemente dice que él no pagó ninguna cuota y que no era partidario de definirse ideológicamente en tiempos de furor. Con respecto al tercer cargo, ser persona de confianza de las izquierdas, dijo no tener conocimiento de esta confianza y que su nombre se había usado sin su consentimiento.
El maestro se pregunta si «la honradez y severidad con que desempeñó el cargo» serían el origen «de odios ocultos» contra su persona
Contra el cuarto cargo, haber pertenecido al Frente Popular y haber sido Depositario de los Fondos Municipales del Ayuntamiento de Pinos Genil, expone que efectivamente ocupó ese cargo, pero desde mucho antes de la victoria del Frente Popular y que solicitó su sustitución en cada cambio de corporación, pero sin éxito. El maestro se pregunta si «la honradez y severidad con que desempeñó el cargo» serían el origen «de odios ocultos» contra su persona.
«Verdadera extrañeza me produce saber que voté al Frente Popular, por dos razones, la primera porque si el voto es secreto ¿cómo han podido adivinarlo?
Del quinto, votar al Frente Popular, comentó: «verdadera extrañeza me produce saber que voté al Frente Popular, por dos razones, la primera porque si el voto es secreto ¿cómo han podido adivinarlo? y la segunda porque ¡yo no voté a nadie! [...] Nadie ignora cómo se hicieron las elecciones. Nadie puede tener la seguridad de que votó a quién quería. Todos votamos a quien quisieron que votáramos».
«Si yo formaba malos patriotas, ¿de dónde han salido los muchachos que hoy forman la Falange de Pinos Genil?
El sexto cargo, «actuación profesional», lo niega rotundamente afirmando no comprender el origen de esta acusación, pues siempre trabajó muy duro para las instalaciones escolares. Además, señala que durante el régimen republicano debía aparentar ser laico, como pedía la ley, de lo contrario hubiera sido sancionado, «yo no he hecho ostentación de laicismo, ni he hecho ostentación de nada en mi vida. Como Maestro y durante la República, he sido oficialmente laico; he tenido que serlo». Por último, para defenderse de las acusaciones de que inculcaba doctrinas antipatrióticas el maestro se plantea la siguiente cuestión: «Si yo formaba malos patriotas, ¿de dónde han salido los muchachos que hoy forman la Falange de Pinos Genil? ¿Los soldados del pueblo que hoy luchan en los frentes, de qué Escuela son?». No debemos de olvidar que Antonio Sáez Quirosa fue ininterrumpidamente el titular de la escuela de niños de Pinos Genil desde 1923 hasta 1936:
El séptimo cargo, su relación con la maestra, es desmentido tajantemente. Afirma que la maestra no vivió en su casa cuando llegó a Pinos Genil en 1934. Esta mujer alquiló la planta baja del mismo edificio que él ocupaba con su madre, señalando además que la casa era «lo suficientemente amplia para albergar dos vecinos con absoluta independencia»[22].
Para terminar, el octavo cargo, el hallazgo de la propaganda subversiva en la escuela de niños, se defiende afirmando que no «podrían encontrar lo que no existía» y que habían «sido colocados allí después de haber cesado» como maestro y tras haber hecho entrega de las llaves de la Escuela al alcalde
Para terminar, el octavo cargo, el hallazgo de la propaganda subversiva en la escuela de niños, se defiende afirmando que no «podrían encontrar lo que no existía» y que habían «sido colocados allí después de haber cesado» como maestro y tras haber hecho entrega de las llaves de la Escuela al alcalde. Aunque en alguna que otra ocasión requisó ese tipo de «folleto o libelo» a los niños.
La Comisión Depuradora del Magisterio consideraba que el maestro no había sido lo suficientemente explícito al dar sus argumentos sobre el cuarto cargo, haber pertenecido al Frente Popular, al no «aparecer redactado en sus verdaderos términos». Por ello, la comisión envió un segundo pliego, con un único punto:
En consecuencia, Antonio Sáez Quirosa envió también un segundo pliego de descargo, en el que no negaba su amistad con el también maestro nacional Juan Carreño, pero esta tenía un origen anterior a elección como Diputado, puesto que fue su «maestro de Prácticas de Enseñanza» al inicio de su carrera profesional.
Con la llegada de la República, y «no por amistad con el Sr. Carreño, que entonces no era Diputado, sino porque así lo pidió el pueblo» fue nombrado «Presidente de la Comisión Gestora»
Respecto a su actuación en la vida municipal de Pinos Genil, alega que comenzó entre 1928 o 1929 ya que «en virtud a una visita que hizo a Pinos Genil el Delegado gubernativo Sr. Portilla, quedó destituido el Ayuntamiento en pleno», momento en el que fue nombrado «Primer Teniente de Alcalde y Depositario de los fondos municipales». Con la llegada de la República, y «no por amistad con el Sr. Carreño, que entonces no era Diputado, sino porque así lo pidió el pueblo» fue nombrado «Presidente de la Comisión Gestora» puesto que se vio obligado a mantener para que no lo acusaran de negarse a colaborar con la República. Tras la repetición de las elecciones municipales, fue elegido «alcalde por unanimidad», a pesar de esto se vio obligado a presentar su dimisión, porque «quería justicia para todos, y los demás querían justicia, pero no por su casa». Tras presentar la renuncia, el maestro permaneció como concejal algunos meses más, y mantuvo «la Depositaría de fondos, como siempre por voluntad del pueblo», hasta el 30 de septiembre de 1936[24].
Finalmente, en diciembre de 1937, se envían dos últimos informes a la comisión; redactados y firmados por personas distintas, pero dicen exactamente lo mismo: que el antiguo maestro de Pinos Genil se había «portado muy mal» y que además había «dejado mucho que desear en todos los órdenes»
Finalmente, en diciembre de 1937, se envían dos últimos informes a la comisión; redactados y firmados por personas distintas, pero dicen exactamente lo mismo: que el antiguo maestro de Pinos Genil se había «portado muy mal» y que además había «dejado mucho que desear en todos los órdenes»[25]. Este tipo de informes eran frecuentes ya que la fuente de información era la misma, dando lugar a un contenido análogo[26]. ¿Cuál fue el papel de la participación social de los vecinos en su expediente? A través del estudio del expediente, se ha llegado a la conclusión de que las denuncias de los vecinos de Pinos Genil jugaron un papel importantísimo, al menos para dañar su imagen profesional puesto que lo acusaban de descuidar sus labores docentes por su relación con la maestra de niñas. Es probable que las acusaciones tuvieran algún fundamento, y que los maestros, sin pretenderlo, con su relación desenfadada provocarán las murmuraciones entre los habitantes más suspicaces y malpensados de este pueblo.
Los intentos del maestro para desmontar las acusaciones en su contra fueron en vano; en mayo de 1938 la comisión propone la «separación definitiva al Ministerio de Educación Nacional»
Los intentos del maestro para desmontar las acusaciones en su contra fueron en vano; en mayo de 1938 la comisión propone la «separación definitiva al Ministerio de Educación Nacional» para Antonio Sáez Quirosa[27]. Además el Presidente de la Comisión, Manuel Calderón, envió un informe al Ministro de Educación en el que se recogían todos los cargos contra el maestro. A pesar de los extensos pliegos enviados en su defensa, la comisión mantuvo todos los cargos, por lo que propone que se le sancione con la separación definitiva de la profesión[28].
«Este Ministerio ha resuelto: 1º Separar definitivamente del servicio siendo baja en el Escalafón respectivo»
No sería hasta el 8 de abril de 1942, día en el que se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia la resolución del expediente de depuración: «Este Ministerio ha resuelto: 1º Separar definitivamente del servicio siendo baja en el Escalafón respectivo» a D. Antonio Sáez Quirosa[29].
Antonio Sáez no desistió en su empeño de recuperar su trabajo
Antonio Sáez no desistió en su empeño de recuperar su trabajo, que no su puesto en Pinos Genil. En mayo de 1942 el maestro envió una instancia al Ministro de Educación para solicitar que el caso volviera a ser estudiado y que se tuvieran en cuenta los nuevos testimonios, con mayor valor que los anteriores, que a su criterio estuvieron motivados por «la envidia [de los] pueblerinos» que centraron sus «violentas acusaciones» contra su persona[30].
Lucha por volver al Magisterio
¿A qué se dedicó Antonio Sáez Quirosa después de perder su empleo? Desde agosto de 1945 estuvo trabajando como funcionario eventual del Instituto Nacional de Estadística, en la Delegación Provincial de Granada[31], aunque nunca desechó la idea de recuperar su oficio como docente. En enero de 1949 el maestro volvió a solicitar la revisión de su expediente al Ministerio de Educación[32] daba comienzo un largo camino para recuperar su trabajo. Uno de los testimonios más destacables será el del entonces alcalde de Pinos Genil, Antonio Ruiz Callejas:
Gracias a la necesidad que tenía la dictadura de mostrarse benevolente de cara al exterior, en algunos casos se optó por reducir la pena impuesta y en muchos otros las sanciones fueron anuladas
A mediados de la década de 1940 y a principios de la de 1950, cuando el régimen franquista estaba plenamente consolidado en el poder, numerosos expedientes fueron revisados a petición de los interesados. Gracias a la necesidad que tenía la dictadura de mostrarse benevolente de cara al exterior, en algunos casos se optó por reducir la pena impuesta y en muchos otros las sanciones fueron anuladas[34]. En el caso de Antonio, una vez valorados los testimonios se solicitó su rehabilitación como maestro, pero con el traslado dentro de la provincia de Granada[35].
Finalmente, tras no pocas dificultades Antonio Sáez Quirosa fue rehabilitado como maestro, el 13 de diciembre de 1951, cuando hacía más de quince años que había sido apartado de la profesión:
«Controlados los púlpitos y los pupitres las autoridades controlaban la mentalidad de la sociedad o cuando menos la mantenían donde les parecía debía estar, y sólo una vez que estuvieron seguros de que los maestros sancionados [...]»[37] habían escarmentado se procedió a anular sus sanciones y a restituirlos dentro de la profesión. Antes de finalizar, es necesario tratar de responder una última pregunta, ¿qué fue de Antonio Sáez Quiso tras su reingreso como docente? El maestro pudo volver a las aulas en diciembre de 1951, concretamente a la escuela de niños del municipio granadino de Cájar, aunque en el curso siguiente tomó posesión como maestro de la Escuela Unitaria de niños de Jun, donde permaneció hasta su jubilación forzosa en enero de 1962[38].
Fuentes y bibliografía
Archivos:
- Archivo Histórico Municipal de Pinos Genil
- Archivo del Juzgado de Paz de Pinos Genil
- Archivo Casa de los Tiros
- Archivo Histórico de la Diputación Provincial de Granada
- Archivo Histórico Provincial de Granada
- Archivo General de la Administración
Fuentes Hemerográficas y Oficiales:
- Boletín Oficial de la Provincia de Granada
- Boletín Oficial del Estado
- Instituto Nacional de Estadística
Bibliografía:
- Babiano, José; Gómez, Gutmaro; Míguez, Antonio y Tébar, Javier, Verdugos impunes. El franquismo y la violación sistemática de los derechos humanos, Pasado y Presente, Barcelona, 2018.
- Baena Muñoz, Ángel y Gómez Mesa, Gabriel, Apuntes sobre la historia de Pinos Genil, “Pinillos. (2006). Apuntes sobre la historia de Pinos Genil, «Pinillos». Ayuntamiento de Pinos Genil, Granada, 2006.
- Cazorla, Antonio, Miedo y progreso. Los españoles de a pie bajo el franquismo, 1939-1975, Alianza Editorial, Madrid, 2016.
- Cobo Romero, Francisco y Ortega López, Teresa María, Franquismo y posguerra en Andalucía Oriental. Represión, castigo a los vencidos y apoyos sociales al régimen franquista, 1936-1950, Editorial de la Universidad de Granada, Granada, 2005.
- Cobo Romero, Francisco; del Arco Blanco, Miguel Ángel; Fuentes Navarro, Candelaria y Ortega López, Teresa María, «La «construcción» del franquismo en Andalucía. Perspectivas teóricas y metodológicas», Ayer, 85 (2012) págs. 129-154.
- Díaz Aparicio, Purificación, El municipio de Pinos Genil, s.n., Granada, 1983.
- Fernández Soria, Juan Manuel y Agullo Díaz, Mª del Carmen, La depuración franquista del magisterio primario, Historia de la Educación: Revista interuniversitaria, 16 (1997), págs. 315-350.
- Gómez Bravo, Gutmaro y Marco, Jorge, La obra del miedo. Violencia y sociedad en la España franquista (1936-1950), Península, Barcelona, 2011.
- Gómez Oliver, Miguel; Martínez López, Fernando; y Barragán Moriana, Antonio, (coords.), El “botín de guerra” en Andalucía. Cultura represiva y víctimas de la Ley de Responsabilidades Políticas, 1936-1945, Biblioteca Nueva, Madrid, 2015.
- Hernández Burgos, Claudio, Granada azul. La construcción de la “Cultura de la Victoria” en el primer franquismo, Editorial Comares, Granada, 2011.
- Hernández Burgos, Claudio, Franquismo a ras de suelo. Zonas grises, apoyos sociales y actitudes durante la dictadura (1936-1976), Editorial de la Universidad de Granada, Granada, 2013.
- Iglesias, María Antonia, Maestros de la República. Los otros santos, los otros mártires, La Esfera de los Libros, Madrid, 2010.
- Morales Escobar, Daniel, Un maestro en la República. Depuración y juicio en Granada (1936-1973), Editorial Almizate, Jaén, 2019.
- Morente Valero, Francisco, La escuela y el Estado Nuevo. La depuración del magisterio nacional (1936-1943), Ámbito Ediciones, Valladolid, 1997.
- Morente Valero, Francisco, «La depuración franquista del magisterio público. Un estado de la cuestión», Hispania: Revista española de historia, 208 (2001), págs. 661-688.
- Pablo Lobo, Carlos de, «La depuración de la educación española durante el franquismo (1936-1975). Institucionalización de una represión», Foro de Educación, 9 (2007) págs. 203-228.
- Preston, Paul, El holocausto español. Odio y exterminio en la Guerra Civil, Debate, Barcelona, 2019
- Preston, Paul, Un pueblo traicionado. España de 1894 a nuestros días: corrupción, incompetencia política y división social, Debate, Barcelona, 2019.
- Ramos Zamora, Sara, «Control y represión. Estudio comparado de los resultados de la depuración del magisterio primario en España», Revista complutense de educación, 1 (2006), págs. 169-184.
- Rodrigo, Javier, Hasta la raíz. Violencia durante la Guerra Civil y la dictadura franquista, Alianza Editorial, Madrid, 2008.
- Sánchez Cañadas, Antonio, «La depuración del magisterio nacional durante la dictadura franquista», en Miguel Gómez Oliver y Fernando Martín López (eds.), Historia y Memoria: Todos los nombres, Mapa de Fosas y Actuaciones de los Tribunales de Responsabilidades Políticas en Andalucía, Universidad de Almería, Almería, 2007.
Notas bibliográficas:
_______________________________________________________________________
- [1] Archivo Histórico de la Universidad de Granada ES AUG MI 143/ caja 05298/012. Expediente académico de Antonio Sáez Quirosa, 1907-1915. Escuela Normal de Granada.
- [2] Archivo de la Diputación Provincial de Granada 2777/6 Administración de Servicios Catástrofes y Calamidades Plagas del Campo. Constitución de la Junta Local de Salud en 1926.
- [3] Carlos de Pablo Lobo, «La depuración de…», art. cit., pág. 205.
- [4] Archivo General de la Administración (en adelante AGA) 32 12600 00032, Instancia del Rector de la Universidad de Granada, 10 de noviembre de 1936, pág. 43.
- [5] AGA 32 12600 00032, Informe de José Gómez Morales, 11 de noviembre de 1936, págs. 51-52.
- [6] Ibidem, Informe de Manuel Baena Labella, Juez Municipal, 19 de noviembre de 1936, págs. 53-54.
- [7] Ibidem, Informe de la Comandancia de Pinos Genil, Juez Municipal, 23 de diciembre de 1936, págs. 55-57.
- [8] AGA 32 12600 00032, Informe de Luis Almécija Ramírez, Párroco de Pinos Genil, 24 de diciembre de 1936, págs. 44-47.
- [9] Nombrado presidente de la Comisión Gestora constituida el 5 de agosto de 1936, Archivo Histórico Municipal de Pinos Genil Tomo 210.
- [10] AGA 32 12600 00032, Informe de Antonio Baena Labella, alcalde de Pinos Genil, 30 de diciembre de 1936, págs. 58-61.
- [11] Ibidem, Informe de Antonio Baena Labella, alcalde de Pinos Genil, 26 de enero de 1937, pág. 70.
- [12] Daniel Morales Escobar, Un maestro en la República…, op. cit., pág. 31.
- [13] AGA 32 12600 00032, Informe del Inspector de Enseñanza, Gonzalo Gálvez, 4 de enero de 1937, pág. 48.
- [14] Ibidem, Informe de la Comisión Depuradora del Magisterio Primario de Granada, 13 de enero de 1937, pág. 49.
- [15] Quizás un estudio en profundidad de los expedientes de depuración de maestros/as de la provincia de Granada podría arrojar más luz al respecto. Daniel Morales Escobar, Un maestro en la República…, pág. 31.
- [16] AGA 32 12600 00032, Informe de la Comisión Depuradora del Magisterio Primario de Granada, 19 de enero de 1937, pág. 50.
- [17] Ibidem, Comunicación del maestro Pedro Avila Morales a 26 de febrero de 1937, pág. 77.
- [18] AGA 32 12600 00032, pliego de descargo, 18 de abril de 1937, pág. 95.
- [19] Ibidem, pliego de cargos, 30 de marzo de 1937, págs. 85-86.
- [20] Francisco Morente Valero, La escuela y el Estado Nuevo…, op. pág. 272.
- [21] AGA 32 12600 00032, pliego de descargo, 18 de abril de 1937, págs. 87-95.
- [22] Como el propio maestro señala, esa casa servía en ese momento como cuartel de Falange, como sede de los Flechas y además como Secretaría Municipal, con algunas dependencias dedicadas a vivienda del secretario.
- [23] AGA 32 12600 00032, Segundo pliego de cargos, 9 de mayo de 1937, pág. 97.
- [24] Ibidem, Segundo pliego de descargo, 28 de mayo de 1937, págs. 100-102.
- [25] Ibidem, Informe de Francisco Uceda y Luis Beiro, vecinos de Pinos Genil, 7 de diciembre de 1937, págs. 105-106.
- [26] Francisco Morente Valero, La escuela y el Estado Nuevo…, op. pág. 266.
- [27] AGA 32 12600 00032, Informe de la Comisión Depuradora del Magisterio Primario de Granada, 2 de mayo de 1938, pág. 107.
- [28] Ibidem, Informe del Presidente de la Comisión Depuradora del Magisterio Primario de Granada, 4 de agosto de 1938, pág. 112.
- [29] BOP, 79, del 8 de abril de 1942, pág. 2.
- [30] AGA 32 12600 00032, Informe del Delegado Provincial del INE en Granada, 4 de junio de 1951, págs. 12-13.
- [31] Ibidem, Notificación del Juzgado Superior de Revisiones, pág. 34.
- [32] Ibidem, Escrito de Antonio Sáez Quirosa al Ministerio de Educación, pág. 31.
- [33] AGA 32 12600 00032, Informe del alcalde de Pinos Genil, Antonio Ruiz Callejas a 30 de noviembre de 1948, pág. 33.
- [34] Carlos de Pablo Lobo, «La depuración de…», art. cit., pág. 207.
- [35] AGA 32 12600 00032, Propuesta de la Comisión Superior Dictaminadora, págs. 114-121.
- [36] Ibidem, Informe del Juzgado Superior de Revisiones, pág. 3.
- [37] Carlos de Pablo Lobo, «La depuración de…», art. cit., pág. 225.
- [38] Archivo Histórico Provincial de Granada, Fondo documental de la Delegación de Educación.
- [39] Sara Ramos Zamora, «Control y represión. Estudio comparado de los resultados de la depuración del magisterio primario en España», Revista complutense de educación, 17, 1 (2006), pág. 180.
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.
En colaboración con y las asociaciones memorialistas de la provincia de Granada.
_______________________________________________________________________
-
'In Memoriam' de Ignacio Ruiz Prieto, presidente de la Sociedad Obrera 'La Federal' de Moclín
-
El Raposo, memoria de la resistencia antifranquista
-
En las entrañas de la modélica intervención en el Barranco de Víznar
-
La fosa del cementerio de Padul saca a la luz los restos de tres mujeres y la crueldad de los asesinatos franquistas
-
Los estertores de la dictadura en la Universidad de Granada: del Gobierno Arias a la muerte de Franco
-
Testimonios para salvaguardar la Memoria
-
‘Listas negras’: el seguimiento gubernativo de alumnos y profesores universitarios ‘subversivos’
-
Los hermanos Pleguezuelos Maurell, destinos marcados por la represión franquista
-
Halladas por primera vez mujeres en las fosas de Víznar
-
Eduardo Clemente Linares Fernández, maestro y socialista, fusilado en Víznar
-
Aproximación a Ítrabo durante la II República y la guerra: el alcalde Manuel Calderón Gutiérrez y la represión (y II)
-
Aproximación a Ítrabo durante la II República y la guerra: el alcalde Manuel Calderón Gutiérrez y la represión (I)
-
Memoria frente al olvido en el cementerio de Motril
-
Los trabajos en las fosas del Barranco de Víznar han recuperado ya los restos de 26 víctimas del franquismo
-
Universitarios que lucharon por las libertades democráticas
-
Ángel González Lastra, secretario general de la Federación Provincial de Juventudes Socialistas. De Llanes a Víznar
-
José Palanco Romero, 'el hombre de Azaña en Granada'
-
Recuperados de la fosa de Nigüelas los restos de 20 víctimas del franquismo
-
Una infancia robada por el franquismo
Si no tuviste oportunidad o quieres volver a leerlos, puedes leer aquí los reportajes de la tercera temporada del Foro de la Memoria:
-
'En memoria de Pablo Beltrán Reina, 'Paulino', fusilado por sus ideas de izquierda'
-
"¡Qué pena de mi hermanico, tan bueno siempre para su familia!"
-
'Hipólita Molina, la farmacéutica de Padul expoliada por el franquismo'
-
Valentín Pinto Tomás, el ‘distinguido’ comunista fusilado en Víznar
-
Los ‘rusos’ de Gabia Grande’, el sueño roto de la colectividad agraria de la Jara
-
Manuela Canalejo Rubio, asesinada por guardar una bandera republicana
-
Jacoba y 'Cristobicas' de Láchar. La historia de la represión perpetua
-
Rosario 'la Fregenala', la modista republicana del Realejo asesinada en Víznar
-
El comandante Antonio Ramos Herrero, el granadino que dio su vida por ‘salvar’ Madrid
-
Joaquín García Labella, jurista y político, asesinado en las tapias del cementerio de San José
-
La historia y ejecución de José Daniel Miranda Lara, ejemplo de compromiso
-
La fosa de Nigüelas confirma la brutalidad de la represión franquista en la provincia de Granada
-
'Manuel Ruiz Castañeda, el alcalde republicano que nunca pudo volver a Láchar'
-
'Armando Pardo y Antonia González. Del silencio a la reparación de su memoria'
-
Eugenio Ruiz Rueda, luchador por mejorar la vida de los demás
Si no tuviste oportunidad o quieres volver a leerlos, estos son los reportajes de la segunda temporada del Foro de la Memoria:
-
¿Están en el Barranco de Víznar los restos del 'Mellao de Santa Fe'?
-
Nietas de la Memoria, los efectos del franquismo sobre las mujeres españolas
-
'Cambio de Rumbo', II Parte: Por qué perdió la guerra la República, por Francisco Vigueras
-
Arqueología de la Posguerra, patrimonio en desmemoria en la sierra de Loja
-
Antonio García Ordóñez, último superviviente de la Agrupación Guerrillera de Granada
-
En memoria de Torcuato Olivencia Jiménez, fusilado en las tapias del cementerio de Guadix
-
Familia Robles Ramos, tres fusilados y el dolor de no conocer su paradero
-
Así eliminó el franquismo a los periodistas leales a la República
-
Rafael Guervós Cantano, maestro de primeras letras, legado vivo de integridad moral y profesional
-
Concepción Gallardo, de miliciana en Loja a silenciada por el franquismo
-
La familia López Mingorance, símbolo de la masacre del Carrizal
-
José Raya Hurtado, el viejo socialista que proclamó la República
-
Luis Fajardo, el alcalde que escribió una carta desde la cárcel, antes de ser fusilado
Puedes consultar también los reportajes de la primera temporada del Foro de la Memoria en los siguientes enlaces:
-
Antonio García Ordóñez, último superviviente de la Agrupación Guerrillera de Granada
-
La historia de la familia Miranda, masacrada por el fascismo
-
Manuel Valor Cara, de la cuesta del Pino al campo de concentración de Albatera
-
La lucha de un hijo para que no se olvide a su padre, el concejal Juan Fernández Rosillo
-
Depuración de maestros republicanos, uno de los episodios más infames de la represión franquista
-
Jesús Yoldi Bereau, profesor de la Universidad, intelectual y alcalde
-
Recordando a Matilde Cantos Fernández, una feminista 'avant la lettre'
-
Agustina González López, La Zapatera, fusilada por romper moldes
-
José Becerril Madueño, defensor de una avanzada educación pública de calidad, al servicio de Baza
-
Pedro Domínguez Mazo, el escultor bilbaíno fusilado en Víznar
-
Menoyo Baños, semblanza del ingeniero militar comprometido con la República
-
Últimas horas de Federico en el Gobierno Civil, lugar de violencia, terror y represión
-
Dióscoro Galindo, el maestro cojo fusilado junto a Federico García Lorca
________________________________________________________________
También te pueden interesar los siguientes artículos y reportajes: