Campaña contra la violencia digital

'Tono suave,'ma non troppo''

Blog - Sacando punta - Ignacio Henares - Jueves, 5 de Enero de 2023
Moreno, al teléfono.
Junta de Andalucía
Moreno, al teléfono.

Es temprano, primer día laborable del año 2023, aunque yo estoy de descanso, cuando recibo una llamada de un número con prefijo madrileño. Al otro lado del aparato se dirige a mí una voz masculina, con acento andaluz disimulado, de mediana edad, que se presenta como Juan Manuel. Me indica que tiene un ‘producto’ que me va a interesar mucho. El tono con el que se dirige a mí es suave y muy amable, aparentemente cercano y familiar, como si me conociera de toda la vida. Si estuviéramos en otros tiempos diría que parece un vendedor nato, como el del chiste de Arévalo, uno de esos que se colaban en tu casa a venderte una enciclopedia de 48 tomos.

Inicia su propuesta haciendo una crítica a la sanidad pública, que afirma “es incapaz de dar un servicio adecuado” y a la que califica de masificada, lenta y burocratizada a la vez que suelta una puya velada a los facultativos sanitarios que me recuerda a los comentarios acusadores de Ayuso hacia los médicos

Inicia su propuesta haciendo una crítica a la sanidad pública, que afirma “es incapaz de dar un servicio adecuado” y a la que califica de masificada, lenta y burocratizada a la vez que suelta una puya velada a los facultativos sanitarios que me recuerda a los comentarios acusadores de Ayuso hacia los médicos. Mi primera interrupción es para señalarle que tengo familiares que son profesionales de la sanidad pública que hacen un estupendo y sacrificado trabajo que no merecen ese comentario despectivo y que estoy muy satisfecho del trato de ‘mi médico de familia’.

Retoma la palabra ofreciéndome un seguro médico “que no va a poder rechazar porque es el preferido de la clase media a la que yo pertenezco”. Le pregunto que de dónde ha obtenido la información para clasificarme en este grupo social, a lo que me responde que de una base de datos que ha comprado su empresa que forma parte de un gran holding que incluye medios de comunicación “muy importantes” (me recalca este punto). Le digo que no me impresiona y que en todo caso quizás yo sea un tipo raro dentro de ese grupo social en el que me ha encasillado ya que yo me siento un defensor acérrimo de lo público, (la educación, la sanidad, los servicios sociales, la defensa y la seguridad ciudadana), y no me sentiría de mayor clase perteneciendo a ese club de privilegiados.

Retoma la palabra ofreciéndome un seguro médico “que no va a poder rechazar porque es el preferido de la clase media a la que yo pertenezco”

Me dice, con el mismo tono suavón con el que arrancó la conversación, que para eso está él para hacerme cambiar de opinión y que tiene todo el tiempo del mundo para atenderme y para responder a todas las dudas y prejuicios que yo tenga porque “estoy convencido de que lo que me va a ofrecer es de gran interés para mí y si soy inteligente no voy a poder negarme”. Me suena a vendedor callejero de los que gritan: que me lo quitan de las manos, pero me callo este comentario.

Me argumenta que en todo caso yo seré testigo de cómo la sanidad pública se va deteriorando y que conviene combinar la sanidad pública con la privada para tener mejor cobertura en caso de necesidad

Me argumenta que en todo caso yo seré testigo de cómo la sanidad pública se va deteriorando y que conviene combinar la sanidad pública con la privada para tener mejor cobertura en caso de necesidad y no aguantar colas ni demoras para una simple prueba diagnóstica, por ejemplo. Le reconozco que sí, que soy testigo de ese deterioro, sobre todo en la Comunidad de Madrid, desde donde estoy recibiendo la llamada, según me ha parecido por el prefijo; le confieso que creo que aquí en Andalucía hemos empezado ese camino también y que me preocupa, pero que yo creo que la solución es luchar por mejorar la sanidad pública, que no es sólo dedicar más recursos y presupuesto sino creer y en apostar por un modelo, por un sistema de salud universal, pública y gratuita. En esta ocasión soy yo el que se enrolla y mi interlocutor el que me interrumpe, suavemente aún, diciendo que ese Sistema Nacional de Salud se implantó en otra época y que ahora el Estado no puede soportar el enorme gasto público y que el sistema público no es eficiente ya que los funcionarios…

Al oír esta palabra le pido que me perdone que le interrumpa yo ahora, pero soy un empleado público y que me toca… la mora

Al oír esta palabra le pido que me perdone que le interrumpa yo ahora, pero soy un empleado público y que me toca… la moral, por no decir otra cosa, que se haga esta generalización ‘acusatoria’ y que se tenga ese concepto injusto de las personas que trabajamos en el sector público ya sea sanitario, del sector educativo o de la administración pública en general. Le reconozco que tengo cierta reticencia también a la palabra ‘eficiencia’ porque ya a mis años he comprobado que tras ella se esconden, en demasiadas ocasiones, oscuras intenciones.

Estoy tentado de decirle que acabo de releer estas navidades el libro de ‘Por qué compramos la burra”, de Ramón Nogueras, y que por ese camino no me va a pillar, y contraataco haciéndole unas preguntas sobre el producto en cuestión.

Parece que el tal Juan Manuel está entrenado para enfrentarse a casos duros como el mío y con habilidad cambia el tercio, con el truco de darme en parte la razón y ponerse aparentemente en mi lugar usando la palabra mágica de ‘empatía’ y re-dirigiendo la conversación hacia la excelencia del producto, “el mejor del mercado”, y usando otro truco ya manido que es el de la oportunidad de una oferta limitada en tiempo y en número de primeros de año. Estoy tentado de decirle que acabo de releer estas navidades el libro de ‘Por qué compramos la burra”, de Ramón Nogueras, y que por ese camino no me va a pillar, y contraataco haciéndole unas preguntas sobre el producto en cuestión.

Pero me deja caer que dentro de unos pocos años, antes de los 65 esta oferta especial acabará y la prórroga requerirá una ‘actualización’ del precio

Primero le inquiero sobre si mi edad, ya cumplidos los 60, tiene un precio especial, a lo que me contesta que no, pero me deja caer que dentro de unos pocos años, antes de los 65 esta oferta especial acabará y la prórroga requerirá una ‘actualización’ del precio. Empiezo a notar que el tono suave y moderado, la amabilidad del inicio de la llamada ha cambiado bastante y parece que ‘todo el tiempo del mundo’ inicial se va agotando.

A continuación, le pregunto sobre si incluye en la cartera de servicios la atención buco-dental a lo que me responde que ‘parcialmente’ y ya me tiro al cuello directamente planteando la cuestión de cómo se contemplan las enfermedades crónicas y si hay un periodo de carencia.

Definitivamente la familiaridad del tono desaparece y la suavidad se ha tornado en acritud, aunque acierta a despedir la llamada ofreciéndome que me informe en la web “donde encontrará respuesta, espero que satisfactoria, a todas sus inquietudes y necesidades

Definitivamente la familiaridad del tono desaparece y la suavidad se ha tornado en acritud, aunque acierta a despedir la llamada ofreciéndome que me informe en la web “donde encontrará respuesta, espero que satisfactoria, a todas sus inquietudes y necesidades”, afirmando que en su empresa está PREPARADOS, para cuando me decida a contratarlos y deseándome en su nombre y en de la compañía que pase un feliz día.

Sin el tono impostado del principio me resulta ahora muy conocida la voz de este comercial. Juan Manuel, Juan Manuel… ¿de qué me suena a mí este nombre, esta voz suave y este discurso (aparentemente) moderado?

Espero que mi número haya quedado señalado, y al menos desde esta compañía de seguros no llamen más para ofrecerme sus servicios/productos. Es el riesgo de llamar a un número con prefijo 958. Si pudieran correr la voz a otros comerciales de otras compañías para que no se molesten ni me molesten… le estaría muy agradecido.

Imagen de Ignacio Henares

Ignacio Henares Civantos es biólogo de bata, de bota, y de gabinete. Máster (de los de verdad) en Gestión del Medio Ambiente y del Agua por la Universidad de Granada. Desde 1989 es funcionario, técnico del cuerpo superior facultativo de la Junta de Andalucía donde ha desempeñado varias tareas en las Consejerías de Agricultura y Pesca y de Medio Ambiente. Durante quince años ha sido el conservador del parque nacional y natural de Sierra Nevada. En la actualidad trabaja como asesor técnico en el departamento de Sanidad Vegetal.

Escritor de numerosos artículos sobre medio ambiente y conferenciante incansable, en los últimos años ha concentrado su tarea de divulgador en Sierra Nevada, siendo coautor de tres interesantes libros divulgativos sobre Sierra Nevada: “Sierra Nevada, una gran montaña, un pequeño continente”, “Las Aves de Sierra Nevada” y “Mariposas diurnas de Sierra Nevada”. Fue colaborador de “La Voz de Granada” con un programa semanal titulado “El hombre y la Sierra” y lo has sido del periódico Granada Hoy desde el año 2014 con más de 150 reportajes dedicado a Sierra Nevada agrupados en diferentes series: “Sierra Nevada, Paraíso de Biodiversidad”, “La Huella del Cambio Global” , “Sierra Nevada, Montaña de Oportunidades” y la última que estuvo dedicada a “Sierra Nevada, Paisaje y Paisanaje”, una aproximación al parque nacional y natural de Sierra Nevada a través de ‘nombres propios’.