CCOO, Queremos+
hasta doce terrazas ya han tomado posesión de la calle, ante de que acaben las obras

Amojonando Emperatriz Eugenia

Ciudadanía - Redacción IG - Martes, 21 de Octubre de 2025
Aún no han terminado los albañiles sus trabajos de reforma en la calle Emperatriz Eugenia y ya han aparecido grupos de sillas, mesas y sombrillas amojonando partes de las anchas aceras para convertirlas en dominio de sus negocios.
Doce incipientes terrazas han tomado ya posesión de la calle, antes de que los albañiles la acaben.
IndeGranada
Doce incipientes terrazas han tomado ya posesión de la calle, antes de que los albañiles la acaben.

Y todavía faltan pasar por aquí los jardineros para plantar flores en las jardineras…. Y la alcaldesa para retratarse cortando la cinta.

Ayer había ya doce empresarios de la hostelería que tenían cogido sitio para montar sus terrazas improvisadas. Algunos con el mobiliario encadenado. Después ya les irán añadiendo vallados, macetones con flores, estructuras metálicas cerradas con metacrilatos y sus estufas para el invierno. Este primer amojonamiento es para marcar el sitio donde después levantarán sus corralicos particulares. Como el perro que mea en el árbol para marcar su territorio. Igual que los colonos de La conquista del Oeste, donde la tierra de indios era para el primero que clavaba su estaca.

No sólo están tomando posiciones en las aceras, también se empiezan a apropiar de los cuatro aparcamientos para coches que han quedado en la calle. Los herreros les están haciendo ya las plataformas de chapa para igualar el bordillo con el nivel de las aceras. Y sus correspondientes vallas de propiedad

No sólo están tomando posiciones en las aceras, también se empiezan a apropiar de los cuatro aparcamientos para coches que han quedado en la calle. Los herreros les están haciendo ya las plataformas de chapa para igualar el bordillo con el nivel de las aceras. Y sus correspondientes vallas de propiedad.

Empieza a verse con claridad que los ciudadanos recuperan sus (sic) calles… Pero sólo ciertos ciudadanos, los que se dedican a la hostelería y que, en realidad, parece que son los que más mandan en Granada. Sus buenos cuartos les cuesta. Con los dineros que pagan a la voracidad insaciable de un Ayuntamiento al que sólo le importa recaudar y recaudar, a costa de los que sea. Después llegarán las quejas ciudadanas porque no se puede transitar por las aceras, con vasos rotos y botellas por todos los rincones. Hasta que lleguen las protestas de los vecinos y empiecen a aparecer sábanas en las ventanas quejándose por las molestias.

Corran, corran a alquilar locales en estas calles quienes deseen abrir un bar o un restaurante callejero, que todavía queda algún bajo en alquiler y las aceras se van a convertir en otra GranTaberna, como ya lo son muchas plazas y calles de Granada. Ya lo decía Manuel Fraga, “la calle es mía”.