Granada ha recibido más lluvia en dos días, 46,2 litros, que en el resto del otoño
Granada ha enderezado en dos días el seco otoño que estaba atravesando. Desde que comenzó la estación otoñal hasta este jueves, 26 de noviembre, las precipitaciones habían dejado 44,7 litros por metro cuadrado, según las mediciones de la Agencia Estatal de Meteorología en el aeropuerto granadino.
Y entre el jueves y este viernes, con una madrugada de lluvia continua, han caído 46,2 litros/m2, 23,2 el jueves y 23 este viernes, hasta las 17.00 horas, según los datos de Aemet. Unas precipitaciones que se han traducido en medio metro de nieve en la estación de esqui de Sierra Nevada.
De esta forma, Granada va a cerrar el mes de noviembre, a falta de la escasa lluvia ya que se prevé para estos últimos días del mes, con más de 56 litros por metro cuadrado, en línea con los valores normales de este mes (el promedio histórico es de 54 litros/m2).
Sin embargo, el otoño sigue siendo todavía más seco de lo habitual, ya que en octubre las precipitaciones dejaron 28,6 litros/m2, por debajo de los 40 de media histórica. En septiembre cayeron 12,2 litros/m2, por los 19 habituales, todos ellos hasta el día 17 de ese mes, todavía en verano.
Más de 40 litros en Almuñécar
Otras zonas de la provincia, como la costa, también ha registrado abundantes precipitaciones entre el jueves y el viernes. En el municipio de Almuñécar se han superado los 40 litros de media, ya que las mediciones oscilan entre los 39 litros del observatorio del vivero “La Mezquita”, hasta los 44 litros que alcanzó el observatorio del Pago de Guerra, ambos en la zona de La Herradura.
En Almuñécar se han medido en los pluviómetros casi 43 litros por metro cuadrado en la zona de “La Campana” y el observatorio de la Finca Municipal “El Zahorí”. Cantidad muy superior es la medida en la zona más alta del municipio, en Peña Escrita, con 60 litros/m2. También cayó algo de nieve, aunque no llegó a cuajar. Solo lo hizo en el Collado de La Encinilla y resto de la Sierra de Almijara.
Una lluvia que se celebra en el sector agrícola ante la necesidad que tiene el campo, en general, y especialmente los subtropicales. “A ello se une la bajada de temperatura para frenar la maduración de la chirimoya, por ejemplo, evitando que se llenen los almacenes”, indicaba un responsable del sector comercializador, según informa el Ayuntamiento de Almuñécar.