La Junta prepara un aparcamiento en Juncaril para animar a dejar el coche y coger el metro
La Consejería de Fomento y Vivienda ha comenzado este lunes los trabajos de acondicionamiento del aparcamiento disuasorio de Juncaril, en Albolote, con el objetivo de animar a los ciudadanos a dejar el vehículo privado y hacer uso del metro en sus desplazamientos hacia la capital y diferentes sitios de interés del área metropolitana.
El parking disuasorio, que se construyó con cargo a las obras del metropolitano, tiene 394 plazas, entre las que se reservan diez para personas con movilidad reducida, y se abrirá a finales del mes de julio en una primera fase con libre acceso, a fin de promover el uso del metro en los desplazamientos metropolitanos.
Previo a su apertura y debido al tiempo transcurrido desde la ejecución de las obras, se hacen necesarias ciertas tareas de acondicionamiento, como la reparación del firme en algunas partes en las que se ha dañado, el desbroce y la limpieza, la señalización horizontal y vertical, y la iluminación pública. Los trabajos se prevé que finalicen antes de fin de julio, fecha en la que está prevista su apertura de libre acceso.
La Agencia de Obra Pública evaluará la utilización del aparcamiento por parte de ciudadanos de Albolote y los municipios de la zona norte del área metropolitana, que podrán dejar el vehículo privado para hacer uso del metro. En función de la demanda, la Junta de Andalucía se propone equipar el aparcamiento para su explotación comercial, para lo que haría falta la instalación de barreras que permitan la gestión de acceso de vehículos, equipos de interfonía y máquinas expendedoras de billetes de metro.
El objetivo último del aparcamiento disuasorio es fomentar el uso del transporte público, con una oferta combinada que premie --mediante una tarifa reducida-- a aquellos usuarios del aparcamiento que, tras dejar su coche privado, utilizan el metro de Granada.
La parcela del aparcamiento tiene una extensión aproximada de 7.600 metros cuadrados y se accede a través de un vial de 120 metros de longitud con aceras a ambos lados, carril bici y aparcamientos en batería.
Una vez abierto al público, el aparcamiento tiene garantizada la seguridad presencial, dentro del contrato de seguridad y vigilancia del propio metro de Granada, que incluye todas sus instalaciones y equipamientos.