El ladrillo devora la Costa
Imagen de los efectos de uno de los últimos temporales del pasado invierno en Playa Granada. a.f.
Greenpeace y el Observatorio de la Sostenibilidad han presentado el informe 'A Toda Costa', que evalúa por primera vez el estado de la costa española a través de la pérdida de bienes y servicios ambientales de los diez primeros kilómetros de la franja litoral. Sus conclusiones son demoledoras. En el caso de Granada, el 12,4 por ciento de la superficie costera está degradada y en los últimos 30 años hay más de mil nuevas hectáreas artificiales.
Pero el dato más "alarmante" que recoge esta evaluación es que el 60 por ciento de la línea de playa en la provincia está urbanizada. Granada es la provincia andaluza que más ha aumentado la construcción en las playas entre 2005 y 2014.
"El avance del ladrillo está arrasando con todo. También con los recursos naturales que proporciona el litoral", advierte el informe.
Estas son las conclusiones de 'A Toda Costa' para la provincia de Granada:
- La Costa de Granada, de sólo 79 kilómetros, es la más corta de todas las provincias. Tiene un 12,4 por ciento de la superficie costera degradada debido a las construcciones humanas (11,8 por ciento) y también a los incendios forestales (0,6 por ciento), y desde 1987 hay 1.072 nuevas hectáreas artificiales. Nueve de los diez servicios ambientales estudiados se deterioran (ver tabla que se incluye en esta información).
- El 60 por ciento de la línea de playa está urbanizada, y aunque otras provincias andaluzas tienen porcentajes superiores, sigue siendo un dato alarmante, especialmente porque es la provincia andaluza que más ha aumentado la construcción en las playas en el periodo 2005-2014.
- Tiene lugar una pérdida de la capacidad de autoabastecimiento por la reducción de cultivos y pastizales. La reducción de hábitats naturales más importantes como matorrales, es muy alarmante debido a su escasez y capacidad para generar lluvias. Todos los hábitats relevantes para especies amenazadas se reducen, pero sobre todo cultivos, matorrales y bosques, que son los que más especies albergan. El riesgo de erosión ha aumentado, porque se incrementa el suelo desprovisto de vegetación, desprotegido contra las inclemencias del clima. Además, la pérdida de la vegetación de los cauces de agua aumenta el riesgo de inundaciones.
- La posibilidad de disfrute humano del paisaje también se deteriora debido principalmente a la urbanización.
Fuente: Informe 'A toda Costa' elaborado por Greenpeace y el Observatorio de la Sostenibilidad
Panorámica de la costa oriental tomada desde la Autovía del Mediterráneo. p.v.m.
Andalucía es, según este informe, la tercera comunidad autónoma con mayor porcentaje de superficie costera urbanizada con el 15,4 por ciento de terreno "degradado" por este motivo. Málaga es la segunda provincia de toda España que concentra más superficie urbanizada en su costa con el 26,2 por ciento.
El 80 por ciento de los recursos ambientales que provee la costa española está "en recesión" debido a la urbanización masiva, según el informe. El estudio señala que en los últimos 30 años, coincidiendo con la aprobación de la Ley de Costas de 1988, la superficie de costa urbanizada se ha duplicado, pasando de 240.000 a 530.000 hectáreas, lo que supone que un 13,1 por ciento de la costa española está urbanizada frente al dos por ciento del interior.
Según informa Europa Press, la responsable de Biodiversidad de Greenpeace, Pilar Marcos, recordó en la presentación de esta evaluación que la Ley de Costas y la Ley del Suelo, aprobada hace 20 años, otorgó una gran potestad a los municipios para urbanizar en la costa, y lamentó que en los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) tan solo el siete por ciento destinado a la costa es para su preservación.
Greenpeace hace hincapié en que los ecosistemas costeros proporcionan bienes y servicios ambientales claves para el desarrollo económico y social, y son el "salvavidas" para adaptarse a los impactos del cambio climático, según la responsable de la campaña de Costas de la entidad ecologista, Paloma Nuche.
El informe ha analizado servicios ambientales como la alimentación, los minerales, el suelo litoral, los hábitats naturales, las áreas generadoras de evaporación, los hábitats para especies amenazadas, las áreas desprovistas de vegetación, la vegetación para amortiguar inundaciones, los espacios naturales protegidos y el paisaje natural.
Nuche explicó que de los diez servicios analizados "ocho tienen una evolución negativa, están en recesión", al mismo tiempo que las superficies artificiales en la costa se han duplicado en 30 años.
El estudio señala que la mayor pérdida de servicios ambientales corresponde a la superficie ocupada por cultivos y pastizales generadores de alimentos, con una reducción del 13,1 por ciento, así como la reducción de la ribera de los ríos y otros cauces, con un 10,6 por ciento, pero que también se producen pérdidas en la capacidad de extracción de sal en las salinas, la de generación de lluvias por la pérdida de bosques y humedales, y que solo se mantiene aquellas que tienen una figura de protección específica.
Cataluña, a la cabeza
Según el estudio, la urbanización del suelo y la destrucción de sus ecosistemas varían entre las distintas regiones y se concentran especialmente en el Mediterráneo y el Atlántico sur, muy especialmente en las provincias de Barcelona (40,9 por ciento), Málaga (26,2 por ciento) y Alicante (285 por ciento), y que Cataluña presenta el mayor porcentaje de superficie costera urbanizada, con el 26,4 por ciento, seguida de la Comunidad Valenciana (23,1 por ciento) y Andalucía (15,4 por ciento).
Desde el Observatorio de la Sostenibilidad, el consultor Raúl Estévez apuntó que el 36,5 por ciento de las playas españolas "no merece el calificativo de natural", un porcentaje que es mayor en el litoral mediterráneo y atlántico que en el cantábrico.
Reclaman una nueva Ley de Costas para blindar tramos aún no urbanizados
Ante esta situación, Greenpeace y el Observatorio de la Sostenibilidad proponen elevar la consideración política de la protección del medio ambiente, aumentar el número de áreas protegidas en el litoral y desarrollar una planificación integral del litoral por encima de la escala municipal para proteger los ecosistemas.
Nuche y Marcos reclamaron al nuevo Gobierno central una nueva Ley de Costas, que permita "blindar" los tramos de costa todavía no urbanizados y una mayor protección a los ecosistemas de la costa.
Asimismo, Marcos pidió que el título de transición ecológica que lleva el Ministerio sea real, haya una mayor coordinación con Agricultura para "no repetir errores del pasado", y una tolerancia cero en las playas que quedan sin urbanizar para que no haya una hipoteca ambiental.
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