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La mayoría de ellas está en situación de pobreza y exclusión social

Más de la mitad de las personas atendidas por Cáritas son mujeres

Ciudadanía - IndeGranada - Jueves, 5 de Marzo de 2020
La organización católica denuncia, con motivo del 8M, "el mayor impacto de la pobreza en las mujeres".
Cáritas alerta de que la pobreza y la exclusión tienen perfil de mujer.
Cáritas
Cáritas alerta de que la pobreza y la exclusión tienen perfil de mujer.

Según datos de la última memoria publicada por Cáritas Diocesana de Granada, las realidades de pobreza y exclusión tienen un claro perfil: mujer, española, entre 30 y 44 años de edad, con hijos a su cargo, desempleada, sin ingresos y con estudios básicos. 

Seis de cada diez personas acompañadas son mujeres

El informe recoge la atención y acompañamiento a más de 6.500 personas en diferentes programas de acción social, donde las mujeres representan la mayoría. Según Luisa María Maeso, directora Cáritas en la Diócesis de Granada, "las mujeres continúan siendo la población mayoritaria atendida por Cáritas. Seis de cada diez personas que acompañamos son mujeres". Esta realidad refrenda las conclusiones del VIII Informe Foessa, y expone el mayor riesgo de pobreza (20 por ciento) en los hogares sustentados por mujeres y más aún en hogares monomarentales, dónde se suman las dificultades derivadas de la conciliación. Dato coincidente con el incremento al 18 por ciento de los hogares monomarentales atendidos por Cáritas en 2018.

Tal y como reflejan las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Granada el número de mujeres desempleadas (44.900) supera al de hombres en similar situación (38.900). En este sentido, Maeso incide en que "la mayoría de las mujeres presenta cargas familiares y muchas no disponen de apoyo, por lo que la flexibilidad horaria es demasiado limitada para la búsqueda de empleo e inserción laboral". Y subraya "la necesidad de potenciar medidas que fomenten la conciliación laboral y familiar". Las dificultades derivadas de la conciliación junto a la debilidad ya conocida de nuestro mercado laboral, en el que imperan los contratos temporales, a tiempo parcial y bajos salarios, colocan a las personas en situaciones de exclusión y de pobreza económica, advierte Cáritas. 

Cáritas incide en que "apuesta por las mujeres como motor de desarrollo, ya sea desde la acción sociocaritativa donde sus agentes, voluntarios y contratados, tiene mayoritariamente rostro de mujer (70%), como en el acompañamiento a mujeres en situación de exclusión social a través de programas específicos". 

Bienvenida Bueno, responsable técnico de Territorios e Intervención Social, resalta la labor realizada "para que las mujeres tengan igualdad de oportunidades, de manera que puedan planificar su vida y sean más autónomas. En Cáritas trabajamos desde diferentes ámbitos como son la cobertura de necesidades básicas, la formación e inserción laboral o los programas socioeducativos específicos para la mujer como el proyecto Caminando Juntas, dirigido específicamente a las mujeres más vulnerables".

Desde 1996, el proyecto educativo 'Caminando Juntas' trabaja de manera integral en la recuperación personal e inserción sociolaboral de mujeres en situación de marginación. Gracias a este programa en 2019, cerca de 200 mujeres con serias dificultades económicas y de inserción recibieron formación básica en salud, prevención en violencia de género, habilidades sociales, alfabetización, orientación y acompañamiento en la búsqueda activa de empleo. 

Tal y como recuerda Maeso "en Cáritas somos testigos de cómo la escasez de formación y habilidades juegan un papel determinante para la inclusión social". Los datos revelan que el 21 por ciento de las personas atendidas carecen de estudios y cerca del 60 por ciento dispone de estudios básicos completos. Como expone Bienvenida, todo ello unido a "la falta recursos económicos, la responsabilidad no compartida en la crianza de los hijos o la escasez de apoyo y redes sociales, provoca el menoscabo de la propia autoestima y motivación, cronificando las situaciones de exclusión".

La doble marginación de ser mujer e inmigrante

Bienvenida enfatiza además "las serias dificultades que muestran las mujeres inmigrantes para acceder al mercado laboral, a pesar de tener formación y aptitudes para determinados puestos de trabajo, por carecer de documentación". Una doble marginación cifrada en un 56 por ciento en los perfiles de atención y que informan del aumento en 2019 de mujeres de nacionalidad extracomunitaria y demandantes de asilo político (mujeres procedentes de Venezuela, Colombia, Chile, etc.). 

El informe anual del programa recoge específicamente el refuerzo en el acompañamiento a mujeres víctimas de trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Tal y como expone la responsable "este último año el trabajo de calle ha puesto sobre la mesa un notable incremento de pisos prostíbulo en zonas muy céntricas de la capital". Y subraya que "es preocupante el notable incremento de mujeres que ejercen la prostitución y/o que son víctimas e trata de seres humanos y los efectos que todo ello origina: adicciones, enfermedad mental, violencia, etc."