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'Rafael Barranco Muñoz de La Peza y el grupo de Pepa la Boquerona, barricada de la Cuesta del Chapiz'

Ciudadanía - Juan Hidalgo Cámara - Domingo, 15 de Septiembre de 2024
Juan Hidalgo Cámara nos ofrece un avance de su próximo libro, un exhaustivo trabajo de documentación que reúne más de ochenta relatos a través de los datos recopilados en multitud de causas militares. Un trabajo que nos acerca a los primeros momentos del golpe militar en Granada y la respuesta que se dio al mismo.
Imagen reciente de la Cuesta del Chapiz.
IndeGranada
Imagen reciente de la Cuesta del Chapiz.
El presente artículo forma parte de mi próximo libro, todavía sin nombre definitivo, pero al que Jacqueline López Ligero se ha atrevido a darle un nombre que me ha gustado más que el mío: “Estado de Guerra en Granada”. Sublevados y barricadas en el Albaicín, 1936”.

Se trata de más de ochenta historias o relatos, a través de multitud de causas militares. Para poder hacer este trabajo hemos necesitado muchos años de recopilación de causas y de datos de las mismas para saber situar los hechos de cada pueblo o localidad de la provincia de Granada. Sin esta labor es imposible saber dónde y cómo situar cada persona, hecho, lugar, fechas, y un largo etcétera. No podemos llegar a un archivo y pedir información sobre intervinientes en las barricadas del Albaicín, tenemos que saber quiénes lo hicieron, indagar en las causas militares y extractar lo fundamental de cada una de estas piezas. También nos hemos apoyado en muchos autores, sobre todo en el libro de Eduardo Molina Fajardo “Los últimos días de García Lorca”. Es de gran utilidad su apéndice final, con la relación de personas que fueron fusiladas, tomada del libro de registros del cementerio granadino.

También se incluyen muchos relatos de otros sucesos distintos de las barricadas, sobre todo en referencia a la declaración del estado de guerra en Granada, y a lo ocurrido durante los días 20 al 23 de julio de 1936, como igualmente durante otras fechas.

Hemos podido recopilar datos de unas 30.000 personas, la gran mayoría de Granada, con sucesos ocurridos en la misma provincia, que proceden de distintos archivos, autores, cárceles, Registros Civiles, etc. Tenemos noticias de gente de Granada represaliada, cuya información procede de todas las provincias de Andalucía, de Cataluña, del País Vasco, de Burgos…, en definitiva, de todos los rincones de España.

En referencia a este trabajo en general, y según José María Azuaga, "la documentación que aporta la justicia militar franquista, pese a sus importantes defectos (ilegitimidad de la misma, parcialidad, manipulación de los datos, falta de garantía para los detenidos, etc.), que la descalifican como tal justicia, nos permite acercarnos a algunos aspectos de lo que ocurrió, en este caso, en los primeros momentos del golpe de Estado en Granada y de la respuesta que se dio al mismo".

Aquí dejo uno de esos relatos.

RAFAEL BARRANCO MUÑOZ DE LA PEZA Y EL GRUPO DE PEPA LA BOQUERONA, BARRICADA DE LA CUESTA DEL CHAPIZ[1]

En el desarrollo de esta historia vamos a ver hechos concernientes al Albaicín y a los pueblos de La Peza, Beas de Granada, acontecimientos que no pueden separarse sin trastocar el sentido de la propia historia. Están conformadas por personas que intervinieron en la defensa de la República, especialmente en la defensa del Albaicín, pero sin desdeñar otras actuaciones, acaecidas en otros lugares durante el principio de la contienda. Como podremos ir viendo, la protagonista de estos hechos es una mujer. Casi todos los intervinientes la citan como la persona que más hizo por la barricada de la Cuesta del Chapiz. Rellenó sacos y animó a los demás a trabajar y a defenderla. Todos estos hechos se le volverían posteriormente en contra. Se trataba de Josefa López Gómez “La Boquerona”. Su final estaba anunciado.

Comenzamos en la Oficina de Mando del Regimiento Lepanto nº 5, donde se presentaba una denuncia, que formulaba el secretario de La Peza, contra Rafael Barranco Muñoz, acusándole de agitador

Comenzamos en la Oficina de Mando del Regimiento Lepanto nº 5, donde se presentaba una denuncia, que formulaba el secretario del pueblo de La Peza, contra Rafael Barranco Muñoz, acusándole de agitador, siendo éste soldado de dicho Regimiento. En la misma denuncia entraba un compañero, Juan Vélez Fernández, manifestando que Juan Barranco con seis o siete más y con gentes de la Sociedad Obrera, comenzaron a  efectuar un desarme de las personas de derechas, entre ellas sus padres. Exigían a todo el pueblo de La Peza la entrega de las armas.

Rafael Barranco Muñoz[2]. Nos vamos a centrar en el periplo que hizo Rafael en esos días del golpe de Estado:

“Llegando al Cortijo de la Plata y Aguas Blancas hasta llegar a La Peza luego a Purullena y desde allí se volvieron por decirles que venía de Guadix en dirección Huétor Santillán una columna, luego regresaron a Granada por el mismo camino llegando a Jesús del Valle, durmiendo en un molino de harinas…

“… El día 20 de julio a las dos de la madrugada estaba descansando en el cortijo de La Juerga (donde trabajaba), cuando se presentaron seis individuos armados, entre los que iban tres mujeres, cuyos individuos eran del Albaicín… Sabiendo que uno se llama Pedro Saturnino, que cree habita por San Miguel Alto y otro Mingorance… Y le obligaron a marcharse con ellos dirigiéndose primeramente al Albaicín, donde solo estuvo un par de horas sin entrar en casa alguna y sin que tampoco tuviera armas, si bien le obligaron también a que les acompañara a la barricada que había formada en la Cuesta del Chapiz. Junto a doce individuos marcharon a Jesús del Valle luego a un lugar llamado Avellanera y después a Guadix por el camino que pasa próximo a Beas de Granada. Llegando al Cortijo de la Plata y Aguas Blancas hasta llegar a La Peza luego a Purullena y desde allí se volvieron por decirles que venía de Guadix en dirección Huétor Santillán una columna, luego regresaron a Granada por el mismo camino llegando a Jesús del Valle, durmiendo en un molino de harinas… Mandado por sus compañeros a por tabaco a Granada durmió en la Posada del Toro y al día siguiente se fue de nuevo al cortijo la Juerga donde recogió un traje que dejó en un taberna cerca de la sastrería Puerto Rico… Recogiendo su cartilla militar que la tenía en la calle Elvira, presentándose en el cuartel de la Merced prestando servicio hasta que fue detenido en la Fábrica de Pólvoras del Fargue”.

El mismo día de la declaración fue trasladado a prisiones militares, concretamente a San Bartolomé y Santiago. En una segunda declaración comienza a dar nombres de los acompañantes y otras circunstancias:

“…que en Granada en la trinchera que había en la Cuesta del Chapiz vio entre otros a José Martínez Alonso que habita en el Albaicín por San Miguel Alto, también conocía Pepe “el Remanao”, al cual vio en la trinchera del Chapiz tirando tiros con una escopeta…y un gitano llamado Gabriel cuyo individuo estuvo apostado en la Escuela Árabe poniendo delante una pequeña barricada que hizo con adoquines y por una especie de tronera tiraba con una escopeta y además miraba por unos gemelos que le había facilitado Pepe “el Flamenco”, que es un individuo que tiene una tienda donde están los guardas de Consumo de dicho Camino del Sacromonte…otro conocido por Periquín que vive en la Cuesta del Chapiz próximo a donde está la barricada…Oyó decir que un tal conocido por Tabolo, vecino de Dúdar iba en dirección a Huétor Santillán el día que vino la columna sobre dicho pueblo llevando un máuser…otros conocidos como los Pilolos que viven en el Sacromonte. Que son tres hermanos…que a dos de ellos los vio con una carabina y una pistola del quince…y el citado José Martínez Alonso, que era delegado del Trabajo…disponía de una pistola grande…Que el presidente de la Casa del Pueblo de La Peza y otros individuos redactaron un bando que iba voceando el aguacil del pueblo por el que invitaban a determinadas personas a que en el término de una hora entregaran las armas y como algunas no lo efectuaron se dedicaron a hacer un reconocimiento casa por casa recogiendo algunas que llevaron a la Sociedad y esto ocurría cuando la columna que salió de Guadix se dirigía a Huétor Santillán…

Escuela de Estudios Árabe, lugar de una barricada. Foto aportada por el autor.

Otra declaración: “De una larga lista de “individuos…que se había alzado en armas contra el movimiento salvador de España, proclamando el Comunismo e incendiando la Iglesia y varios edificios particulares”, Rafael Barranco comienza a soltar más nombres de personas que apoyaban a la República…”un tal Cecilio…Juan el Pintor que vive en la Plaza Larga…un tal Mesa que es cabrero y vive en el Albaicín…y un tal Tenazas que vive en el Camino del Sacromonte…todos los cuales estaban armados…que cuando estaban terminado de hacer las trincheras del Chapiz vio allí a dos o tres mujeres porteando sacos para que los llenaran…” A partir de aquí el juez manda la búsqueda de todas las personas que hacía referencia Barranco.

El 17 de agosto de 1936 se constituyó el Juzgado en la cárcel de mujeres sita en la Cuesta de San Gregorio, para interrogar a Josefa López Gómez "La Boquerona"

El 17 de agosto de 1936 se constituyó el Juzgado en la cárcel de mujeres sita en la Cuesta de San Gregorio, para interrogar a Josefa López Gómez[3] “La Boquerona”. Le inquirieron sobre quiénes construyeron la trinchera de la Cuesta del Chapiz, y si había cooperado para la construcción de la misma. Su respuesta no fue otra como que no conocía a nadie y que no contribuyó en ella. Si habló, en cambio, de sus tres hijos, dos en paradero desconocido y el otro que fue herido en la Cuesta del Chapiz o en el Paseo de los Tristes.

“La Boquerona”, según informes de la Guardia Civil:…”es de reputación malísima…es simpatizante del comunismo libertario y estuvo animando a todos los individuos que estuvieron en la barricada de la Cuesta del Chapiz para que continuaran tiroteándose con la fuerza pública”.

El 20 de agosto ingresan en la cárcel de Granada los hermanos  Enrique Maya Amaya y Antonio Maya Amaya “Toribios”, José Rodríguez Molina, Aureliano Pérez Márquez, Fernando Espinosa Fuentes y su esposa María Gutiérrez Murillo, que fue ingresada en la de mujeres.

Iglesia del Convento de San Gregorio. Foto: IndeGranada

Declaración de José Esteban Toto, un industrial, que seguramente regentaba una taberna:

“Que en la tarde del veinte de julio último sobre las siete de la tarde llegaron a su establecimiento un grupo de individuos entre los que solo conoció a un tal Gabriel que vive en el Barranco del Negro casado con una mujer a la que llaman del “dedo tieso”, cuyo individuo llevaba una escopeta y una canana…exigiéndole que les entregaran las armas, pero no tenía armas, poseía unos gemelos que no tuvo más remedio que hacer entrega…Que Pepa la Boquerona y sus hijos los conoce a todos como extremistas de acción y que cuando se hizo la barricada de la Cuesta del Chapiz dicha mujer ayudó llevando sacos de tierra  y los hijos estaban armados todo lo que sabe por referencia”.

“La Boquerona” negaba todas las acusaciones referidas a la construcción de barricadas. Incluso se le tildaba de incitar a los hombres a que mantuvieran una actitud de rebelión. Es posible que esas afirmaciones fuesen verídicas, pero no con el sentido denigratorio con que aparecen en esta documentación, sino al contrario, pues lo que hicieron estas personas fue defender la legalidad republicana. Quienes se rebelaron no fueron ellos, sino los franquistas.

Calle del Agua, lugar de barricadas y escondite de explosivos. Fotos aportadas por el autor.

Otros protagonistas de esta barricada cayeron en la red de la Comisaría de Investigación y Vigilancia.

María Gutiérrez Murillo[4]. Declaraba desde la prisión, pues estaba detenida desde el 20 de agosto, negando toda participación en las trincheras del Chapiz, como así mismo su marido, Fernando Espinosa. Que lo único que puede decir al respecto es que vio a Pepa la Boquerona pasar con unos sacos vacíos en dirección a la trinchera. Estaba recluida en la prisión de mujeres de la Cuesta de San Gregorio. Su marido Fernando Espinosa Fuentes[5], acusado de lo mismo que su mujer, estaba en la Prisión Provincial desde el mismo día que ella. Según algunos textos encontramos el apellido Espinosa cambiado por el de Espínola, es la misma persona.

Enrique Maya Amaya[6] “Toribio”. Detenido el 20 de agosto en prisión, declaraba no haber estado en las barricadas, ni conocer a nadie que actuase en ellas. Ese día, 20 de julio estuvo en casa de una vecina que vivía en Peso de la Harina nº 38 y que al único que vio armado fue al conocido como hijo de Saturnino, que vive en el cerro de San Miguel. Antonio Maya Amaya[7] “Toribio”, hermano del anterior, tampoco sabía nada, acompañó a la familia al lugar llamado Las Avellaneras.

Nicolás Padial García “Tabolo”. Fue detenido el 22 de agosto. En su interrogatorio le hacen partícipe de la Columna de Guadix sobre Huétor Santillán. Iba con un fusil desvalijando casas, esta era la aportación del juez instructor. En su relato confesaba que iba desde Dúdar a Beas para ver a su novia.

José Guardia López[8] “El Remanao”. Le hacen partícipe de la barricada que había en las inmediaciones de la Escuela de Estudios Árabes, llevando una escopeta con la que disparaba, además de unos gemelos para mirar desde la trinchera. Niega todas las acusaciones, alegando que esos momentos estaba con su padre en el Sacromonte, recogiendo esparto, que le había regalado el Abad del referido Colegio. Según la Guardia Civil: “se trata de un individuo de ideas extremistas y su conducta tanto moral como política y social es mala en todos los órdenes…                           

Bautista Jiménez Blanco[9] “Bautista”. Según todos los indicios en su cueva se celebraban las reuniones para construir un “comité de defensa del barrio”, aunque él lo desviaba por asuntos de trabajo, la siega, limpieza de acequias, etc.  Que conocía a algunas de las personas que le iban nombrando, con relación a las barricadas. Según la Comisaría de Investigación, allí se reunían los comunistas para tomar acuerdos. Ingresaba en prisión el 22 de septiembre de 1936.

José Rodríguez Molina. Tenía un puesto de berzas por encima del Aljibe de la Cuesta del Chapiz, lugar ideal para ver todos los hechos. Según sus palabras, la noche de la construcción de la barricada la pasó encerrado en su casa, pues tenía una hija enferma, no viendo nada de lo que se le preguntaba. Lo podía atestiguar el médico de San Pedro que atendió a su hija, José Rodríguez Contreras. De la gente que entraba y salía de la tienda, señalaban a los hijos de la Boquerona, un tal Remanao y un tal Saturnino, como los integrantes de la barricada. Este es de los pocos que se libró de la cárcel, entró en ella el 20 de agosto y puesto en libertad el 3 de septiembre.

Miguel Bonal Rodríguez[10] “…recuerda que allí ayudaron a su construcción algunas mujeres, y de ellas una más conocida como Pepa la Boquerona, y al que según oyó oír que llevaba sacos con tierra para la formación de aquella trinchera. También vio allí actuado a un gitano conocido por Toribio el cual llevaba una escopeta…”. Fue detenido en prisión el 21 de agosto.

Antonia Carmona Barranco[11]. Fue otra de las detenidas en los hechos del Albaicín. El juzgado se trasladó a la cárcel de mujeres, sita en la Cuesta de San Gregorio para interrogarla. No conocía a nadie de los que les presentaban. A Pepa la Boquerona solo la conoció estando en la cárcel. Relataba que sólo salió de casa, al día siguiente del 20, para llevar comestibles a una hermana que vivía en la calle San Buenaventura nº 16.

Aureliano Pérez Márquez[12]. Detenido el 20 de agosto. Decía que él no participó en la trinchera, pero que si oyó que participaron algunas mujeres, entre ellas Pepa (a) La Boquerona. También vio muchos hombres armados.

Pedro Carmona Barranco[13], José Martínez Alonso[14], Jesús Fernández Manrubia[15] “Pilolo”, (en 1939 fue condenado a perpetua) Manuel Fernández Manrubia[16]  “Pilolo” (había sido fusilado el 29 de agosto)  Joaquín León Díaz[17] “Comunista”, Antonio Molina Fernández[18] “El de la Inés”, Miguel Quintanilla Guerra, y los hijos de la Boquerona, Juan y Pedro y Francisco Sánchez López, fueron declarados en paradero desconocido.

Testigos hay muchos, unos diciendo que no conocen pero por oídas saben que personal intervino en los hechos del Albaicín

Testigos hay muchos, unos diciendo que no conocen pero por oídas saben que personal intervino en los hechos del Albaicín. Nos vamos a detener en uno que es nombrado por muchos de los intervinientes. Se trataba de Gabriel Mejías Molina, un gitano que vivía en el Cortijo del Aire. En sus declaraciones decía conocer a Guardia López, a los hermanos Pilolos, Manuel y Jesús, al Remanao, estos iban armados, otro que llaman el comunista y su hermano que llevaban una escopeta, el hijo del Saturnino que llevaba un rifle. Otro que si conocía, pero que él lo niega era a Rafael Barranco. En un careo entre ambos, se acusaban de haber estado en los enfrentamientos, que estaban armados en la trinchera de la Escuela de Estudios Árabes También se refiere al lugar de reunión de todos estos, en una cueva del Sacromonte cuyo dueño se llama Bautista. Como de costumbre no sabemos en qué condiciones hizo Gabriel tales acusaciones, si fueron a raíz de la tortura, o motu proprio, o si las hizo en realidad, pero si sabemos que nombró a muchos después encarcelados y algunos fusilados. A él lo encontramos como fusilado el 8 de septiembre de 1936. Era natural de Los Ogíjares y tenía 42 años, pero no le formaron sumario, tenemos que ir al Registro Civil de Granada para encontrar datos de su muerte. 

Otro testigo fue el ingeniero Francisco Abellán, autor del embalse de su nombre, dijo no conocer a ninguno de los nombres que le presentaban, pero sí de la lista de La Peza (comprende tres páginas de todos los de izquierdas de ese pueblo) que le presentan, implementando una letra al  final, según el extremo de su maldad:

                        Dos M a los muy malos, por ser conocidos extremistas, ladrones…

                        Una M a los extremistas solamente.

                        Una M y otra m pequeña, a los ladrones y testigos falsos.

                        Una R a los de conducta que no estima peligrosa.

Es de destacar el inicio del informe que pasa el fiscal (Mamerto Cerezo Abad, abogado fiscal militarizado) al Consejo de Guerra, aunque el resto tampoco es desdeñable:

“…Con motivo de la subversión comunista que pretendía implantar en España el régimen soviético, los marxistas granadinos, cuyos intentos en el interior de la población se vieron frustrados por el Ejército, se organizaron en los barrios y pueblos limítrofes, construyendo barricadas, hostilizando a las fuerzas, asaltando casas, requisando armas, y cometiendo las tropelías y desmanes propios de la actuación marxista”.

Se acusó de formar barricadas en el Albaicín el 20 de julio de 1936. Fueron sentenciados a muerte el 3 de noviembre de ese mismo año, siendo fusilados en Víznar al día siguiente

De todos los reseñados fueron procesados Josefa López Gómez, Enrique Maya Amaya, Rafael Barranco Muñoz, Nicolás Padial García, José Guardia López y Bautista Jiménez Blanco. Se acusó de formar barricadas en el Albaicín el 20 de julio de 1936. Fueron sentenciados a muerte el 3 de noviembre de ese mismo año, siendo fusilados en Víznar al día siguiente, 4 de noviembre, además pasaron al Tribunal de Responsabilidades Políticas con una sanción de 150.000 pts. Los lugares de enterramiento son los siguientes:

       Rafael Barranco Muñoz: Granada, fosa 270, parcela 1ª, Patio de San José. (AD)[19]

       Nicolás Padial García: Granada, fosa 270, parcela 1ª, Patio de San José. (AD)

       Enrique Maya Amaya: Granada, fosa 269, parcela 1ª, Patio de San José. (AD)

       José López Guardia: Granada, fosa 269, parcela 1ª, Patio de San José. (AD)

       Josefa López Gómez (AD) y Bautista Jiménez Blanco: Cementerio de Granada, sin especificar.

Aunque está perfectamente documentado el lugar de enterramiento, hoy no podemos encontrarlos en esos emplazamientos. Por diversos motivos fueron removidos, y su nueva ubicación es una incógnita, además de las grandes dificultades que existen para  su reconocimiento.

También encontramos el fusilamiento de Fernando Espinosa (Espínola) Fuentes, pero con mucho esfuerzo, ya que los apellidos eran erróneos. Aunque tiene esta causa, en la que vemos que se le detiene, no llega a la sentencia, ni hacen referencia a su muerte, pues fue ejecutado el 26 de agosto de 1936. (Fuente: Registro Civil de Granada). 

En definitiva, tenemos aquí unas historias en las que predomina la mano de los verdugos. Es decir, que han sido elaboradas bajo su control, su presión física, sus amenazas, intimidación y tortura. Es lo propio de la documentación de la “justicia” franquista. Pero no deben ser desdeñadas, pues aportan una información, que, tras ser analizada y cotejada, nos acerca a los movimientos de las personas que se opusieron a la sublevación contra la República y al final que tuvieron.

Sobre el autor: Juan Hidalgo Cámara, doctor en Historia Contemporánea, defendió su tesis doctoral en 2007 con el título: “La justicia militar en Granada. Los Jueces instructores, causas y procesados en Granada de 1936-1950”. A partir de entonces ha publicado varios libros (8) y varios artículos, en referencia al tema de la guerra civil, posguerra y la represión franquista.
El Foro de la Memoria es un espacio de El Independiente de Granada, con la colaboración de investigadores e investigadoras y asociaciones memorialistas, para el recuerdo y el homenaje a las víctimas del franquismo.

Para que nunca se olvide. Para que nunca se repita.


[1] Archivo del Juzgado Togado Militar número 23 de Almería, causa 162/36, juez comandante José Aporta Díaz, fecha de inicio 15/08/36.

[2] Rafael Barranco Muñoz, 24 años, natural y vecino de Beas de Granada, cortijo La Juerga, hijo de Antonio y Josefa, soltero, del campo, con instrucción. Soldado del Regimiento Lepanto nº 5.

[3] Josefa López Gómez (a) La Boquerona, 50 años, natural de Nechite y vecina de Granada, calle del Boli nº 4, hija de José y Angustias, casada con cinco hijos, sus labores, con instrucción.             

[4] María Gutiérrez Murillo, 42 años, natural  y vecina de Granada, Camino del Monte nº 6, casada con Fernando Espinosa Fuentes, sus labores, sin instrucción.

[5] Fernando Espinosa Fuentes, 42 años, natural  y vecina de Granada, Camino del Monte nº 6, casado con María Gutiérrez Murillo, albañil, sin instrucción.

[6] Enrique Maya Amaya, 28 años, natural y vecino de Granada, Cuesta del Chapiz nº 38, hijo de Juan y Trinidad, soltero, vendedor, sin instrucción.

[7] Antonio Maya Amaya, 15 años, natural y vecino de Granada, Cuesta del Chapiz nº 38, hijo de Juan y Trinidad, casado, vendedor, sin instrucción.

[8] José Guardia López, 18 años, natural y vecino de Granada, Barranco de los Naranjos nº 5, soltero, cerrajero, con instrucción.

[9] Bautista Jiménez Blanco, 53 años, natural y vecino de Granada, Camino del Monte nº 98, hijo de José y Teresa, casado, campo.

[10] Miguel Bonal Rodríguez, 29 años, natural y vecino de Granada, Cuesta del Chapiz nº 39, casado, dependiente

[11] Antonia Carmona Barranco, 22 años, natural y vecina de Granada, con domicilio en San Miguel Alto, hija de Saturnino y Matilde, soltera, profesión propia de su sexo, con instrucción.

[12] Aureliano Pérez Márquez, 24 años, natural de Pitres y vecino de Granada, Sacromonte nº 8, soltero, del campo, con instrucción.

[13] Pedro Carmona Barranco, 18 años, natural y vecino de Granada, Cortijo de Santa Rosa, Cerro San Miguel, hijo de Saturnino y Matilde, soltero, campo

[14] José Martínez Alonso, 21 años, natural de Benamaurel, vecino de Granada, hijo de Ángel y María, soltero, albañil

[15] Jesús Fernández Manrubia, 19 años, natural y vecino de Granada, Barranco de los Negros, hijo de Amalia, soltero, campo

[16] Manuel Fernández Manrubia, 22 años, natural y vecino de Granada, Barranco de los Negros, hijo de Amalia, soltero, campo

[17] Joaquín León Díaz, 29 años, natural de Nacimiento (Almería) y vecino de Cueva Carrasquilla, camino de Beas, hijo de Pablo y Natividad, albañil 

[18] Antonio Molina Fernández, 26 años, natural de Lanteira, vecino de Granada, cueva nº 90 del Sacromonte, hijo de José e Inés, soltero, chofer.

[19] Que existe su acta de defunción.