Sequía: propuestas más allá de restricciones y trasvases
Las medidas frente a una escasez de agua más que evidente llegan a cuentagotas, con municipios que tímidamente toman decisiones, como cortar el agua de fuentes ornamentales. Y en territorios donde el agua ya no alcanza, se sufren las temidas restricciones. Pero la sequía, agravada por el cambio climático, es una realidad que requiere una reflexión porque esos episodios serán cada vez más frecuentes y duros y porque el agua es un bien común ante el que no cabe la codicia. Es una de las ideas que insiste en repetir el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua potable y el saneamiento, Pedro Arrojo, defensor de la necesidad de trabajar por una 'nueva cultura del agua'. El profesor emérito de la Universidad de Zaragoza, que fue diputado de Unidas Podemos entre 2016 y 2019, se encuentra estos días en Granada, tierra a la que está vinculado y cuyos problemas hídricos conoce. Con este experto conversamos sobre agua, sequía y la manera de afrontarla.
Permitir la proliferación de pozos y la sobreexplotación, dar prioridad a los regadíos, incluso a los ilegales, "pone en riesgo los derechos humanos al abastecimiento de agua potable". Lo advierte, en una conversación con El Independiente de Granada, Pedro Arrojo, relator especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua potable y el saneamiento.
Comienza así su reflexión al plantearle cómo afrontar el problema de la escasez de agua, que es mundial y agravado por el cambio climático. Y cita la situación de un espacio estratégico como Doñana y también Castril, que ha utilizado también como ejemplo, en su trabajo como relator, para advertir de las consecuencias si no se cambia la manera de afrontar la sequía y reclamar que se preserve los acuíferos como "reservas estratégica".
Arrojo advierte de que, "más que escasez" de agua, lo que hay es "un exceso de ambición y codicia" por parte de quien "más tiene y se siente con más derecho" a "arruinar" un río o un acuífero.
"Con el cambio climático lo que antes era normal para un clima, ahora se intensifica", como la sequía o las tormentas, que se presentan "con más frecuencia y en ciclos más duros y más largos"
"Con el cambio climático -prosigue su reflexión- lo que antes era normal para un clima, ahora se intensifica". Y abunda en esa idea para señalar que la sequía y las tormentas propias del clima mediterráneo conllevan ahora "riesgos y problemas más graves", porque se presentan "con más frecuencia y en ciclos más duros y más largos".
Preguntado por si los trasvases son la solución, lo rechaza de plano. "No son la solución para los grandes ciclos porque no son locales". La sequía no es un problema puntual en el Seguro o el Guadalhorce, cuando afecta la padecen también el Guadiana, el Júcar o la cabecera del Tajo. "Colapsan, no son útiles" y "no sirven para afrontar los riesgos de la sequía, que se acentúan con el cambio climático".
Tampoco, advierte, construir más embalses. "Estarán vacíos".
Pedro Arrojo aboga por soluciones más vinculadas a que "no siga creciendo la demanda" de regadíos o recursos hídricos para campos de golf donde más golpea la sequía. "Limitar la ambición de quien más tiene", resume.
Los acuíferos, los "pulmones" frente a la sequía
Hace especial hincapié en el relevante papel de las aguas subterráneas. Los acuíferos, que califica como los "pulmones hídricos" y llama a protegerlos y recuperarlos. Lo que vemos en cuanto a recursos de agua -ríos o embalses- es solo la punta de un iceberg, explica gráficamente para incidir en que es bajo tierra donde más agua hay almacenada. Y vuelve a la idea con la que comenzó la conversación: la sobrexplotación a la que están sometidos.
Con la sobreexplotación de acuíferos aplicamos algo así como "ojos que no ven, corazón que no siente, y...cabeza que no piensa"
Se hace aplicando algo así como "ojos que no ven, corazón que no siente, y me gusta añadir también: y cabeza que no piensa". Y el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos del agua vuelve a citar Doñana y se refiere también a Baza.
"Los sobreexplotamos [los acuíferos] porque son rentables. Pero si agotamos esas reservas estratégicas, cuando haya sequía estamos muertos".
Así que esos acuíferos que no vemos, agrega, son los que "más tenemos que cuidar". Para ello reclama "acabar con la sobreexplotación" y los pozos ilegales.
"¿Cómo se resuelve la gestión de las vacas flacas? Preparándonos cuando hay abundancia". Es clave, reitera, pero "la memoria es débil" y "la codicia no admite demora".
Propone implantar seguros de sequía
Respecto a la posibilidad de que haya restricciones al consumo, pone el acento en un dato: el 80 por ciento del agua se usa en regadío y un 5 por ciento corresponde al agua de uso doméstico -10 por ciento si se refiere el concepto de abastecimiento urbano-.
Por ello, ve en primer lugar la medida de reducir la dotación de riego. Pero pone sobre la mesa propuestas, como la necesidad de implantar seguros de sequía, que se paguen en tiempos de normalidad y cubran las pérdidas cuando falte el agua. Ahora esos seguros son exclusivos para el secano, pero no para el regadío. "Sería muy importante", porque las sequías serán "más frecuentes y duras".
Y refiere otras iniciativas, como el llenado de piscinas o la limitación de riego de jardines.
Todo ello para "preservar" el 5 por ciento del agua que usamos para uso doméstico.
Alerta de la pobreza hídrica, en aumento
Alerta también Pedro Arrojo de la pobreza hidríca. Se habla mucho, indica al respecto, de la pobreza energética, pero no de los problemas que cada vez tiene más gente para pagar el agua, que se encarece. Cortar el agua es "una ilegalidad" y "va en contra de los derechos humanos".
Es necesaria legislación que impida cortarla, zanja.
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