El verano llega a Granada con un esperado aumento de las temperaturas y con algo menos de agua en los pantanos de la provincia, pese a que la primavera ha sido incluso más lluviosa que el promedio histórico. 

Desde hoy la provincia entra en la temporada estival y, con ello, llega el calor. Tras unos primera mitad de junio más fresca de lo habitual, este sábado se alcanzaron los 34,4º de máxima y para los próximos días el tope se situará cerca de los 40º, según la Agencia Estatal de Meteorología. 

Granada afronta los meses más secos del año con algo menos de agua embalsada en los pantanos de la provincia. El conjunto de los 11 embalses se encuentra al 56,15% de su capacidad, casi dos puntos menos que hace un año. 

Fuente: Junta de Andalucía

Los embalses que se nutren del deshielo de Sierra Nevada son los que disponen de más agua. Así, Canales está al 92% (tres puntos y medio menos que hace un año), Quéntar, al 91%, y los dos que reciben aguas del Guadalfeo y su afluente Ízbor, en la vertiente sur de Sierra Nevada, están al 92,7% en el caso de Béznar, y el 87% la presa de Rules. También está cerca de su límite el embalse de Portillo, en Castril. 

Otros están más o menos a la mitad de su capacidad, como es el caso de los embalses de Colomera, Francisco Abellán o Bermejales. Y el embalse con mayor capacidad de agua de la provincia con diferencia, el de Negratín, tiene algo menos de la mitad de llenado, 47%. Y hay que tener en cuenta que el Negratín algutina prácticamente la mitad de toda la capacidad de almacenamiento de agua de la provincia. 

En total, siete pantanos cuentan con menos agua que hace un año y cuatro están un poco más llenos. 

Los pantanos granadinos disponen de algo menos de agua que hace un año pese a que la primavera ha sido más generosa en lluvias que la media histórica. Entre marzo, abril y mayo se han registrado 133,7 litros por metro cuadrado (medidos en la estación de Aemet del Aeropuerto de Granada), cuando el promedio histórico de esos tres meses es de 96 litros. 

Más calor de lo normal en cada mes

Sin embargo, toda esa agua no ha servido para mejorar el nivel de llenado de los embalses respecto al de hace un año. Venimos de varios años hidrológicos más secos de lo normal, un déficit que necesita mucha más pluviometría para compensarlo y, además los meses cada vez son más cálidos como consecuencia del calentamiento global, lo que hace que aumente la evaporación del agua. 

En lo que llevamos de 2020, todos los meses han sido más cálidos de lo habitual en Granada. Especialmente febrero, el de más calor desde que existen registros de medición, con una temperatura media 2,8 grados por encima del promedio histórico, y también fue uno de los más secos, con apenas 1,2 l/m2 de agua caídos. Pero enero también fue más cálido (+0,6º sobre la media), marzo (+0,5º) y mayo (+1,9º).