El sindicato UGT reclama a la empresa Herederos de Gómez, que se encarga de la línea de bus SN1 (la antigua 33), que comunica la capital con Cenes de la Vega, y al Ayuntamiento, la instalación de mamparas de seguridad en todos los autobues que prestan ese servicio, tras la paliza sufrida el domingo por un conductor de esa línea, la quinta agresión en cinco años, según el sindicato.

Antonio Jesús Zarza, secretario de la Federación Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC) de UGT Granada, afirma que los conductores de los autobuses urbanos "sufren a diario agresiones psíquicas, con amenazas e insultos, y con bastante asiduidad son también víctimas de daños físicos, como el del pasado domingo, hecho que podría evitarse con la instalación de las mamparas", una circunstancia ya apuntada ayer por la secretaria provincial del sindicato, Manuela Martínez.

Zarza señala que la instalación de cámaras de seguridad "es insuficiente, teniendo en cuenta que con las cámaras de vídeo sólo se va a conseguir grabar la agresión, pero el hecho se va a realizar, mientras que con una mampara, sí puede evitarlo", dice.

El representante de UGT  ha recordado que en otras ciudades  andaluzas, como Sevilla, el 80% de los autobuses que circulan por sus calles llevan  instaladas estas mamparas de seguridad, como elemento de prevención de riesgos laborales de los conductores.