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Tribuna de Opinión, por Agustín Martínez

Con nocturnidad y alevosía

Comunicación - Agustín Martínez - Lunes, 1 de Agosto de 2016
Agustín Martínez, un referente de la información que en la actualidad es responsable de Comunicación y Prensa en el Ayuntamiento de Córdoba, censura en esta tribuna de opinión el despido de Radio Granada de Emilia Cayuela, una de las voces de la radio de Granada.
Emilia Cayuela.
Emilia Cayuela.

Me entero por su página de Facebook que mi amiga y compañera Emilia Cayuela García, una de las voces imprescindibles de los últimos treinta años de la radio en Granada, ha sido despedida de Radio Granada con nocturnidad y alevosía.

Adolfo Machado (padre e hijo), nombres ya para la infamia de la comunicación en Andalucía, han vuelto a hacer una canallada de las suyas, despidiendo a un icono de la radio, cuando se encontraba de baja por enfermedad, dándose el caso además, de ser la representante sindical del exiguo y cada vez más acogotado personal de una emisora, otrora caracterizado por la defensa de los compañeros y los derechos de los trabajadores y de un tiempo a esta parte, acobardado y anuente con las cortijeras decisiones de un incompetente, que dirige una emisora de radio igual que podría regentar una casquería, algo por cierto más propio de su categoría.

33 años en esa casa me otorgan el derecho a alzar la voz, para denunciar la desidia de la sociedad granadina -políticos y ciudadanos incluidos- ante el destrozo que un incapacitado social, como Adolfo Machado, está llevando a cabo de una empresa informativa, por la que ha pasado la flor y nata del periodismo y la comunicación andaluza de los últimos 75 años.

Que los Machado -padre e hijo- sean unos oportunistas miserables, no exime a Granada, de asistir inaceptablemente indiferente, a como semejantes individuos, están acabando con una marca que ha sido sinónimo de libertad, lucha por la democracia y defensa de los intereses de esta tierra por encima de todo y de todos.

Lamentable el silencio y la indiferencia con que las instituciones de esta tierra, están aceptando la conversión de Radio Granada en poco menos que un repetidor de la nada. Indignante la dejación de funciones de una Junta de Andalucía que ha hecho millonario con sus concesiones radiofónicas, a un tipo que se ha pasado por el arco del triunfo sus obligaciones -en Alhama, Santa Fe, Loja, etc- con el solo objetivo, de tener un barco más grande y un chalet más ostentoso y hortera, e incomprensible como esta ciudad, asiste sin levantar la voz, al desmantelamiento de una empresa que ha sido a la comunicación, lo que la Alhambra al patrimonio

Emilia Cayuela es la última víctima de dos impresentables a los que nadie ha exigido cuentas y que son la máxima expresión de una sociedad como la granadina, abúlica, apática, desidiosa, insensible y pasiva con todo lo suyo ... ¡Así nos va!

No servirá para mucho, pero desde estas líneas exijo a los sindicatos que actúen de forma contundente y de oficio, para denunciar el despido de una de sus representantes en activo por parte de un cacique aficionado como el actual señorito del cortijo, despedido por incompetente del grupo Prisa y acogido por su padre, aún más incompetente que él. Exijo también a los representantes públicos de esta tierra que dejen de mirar para otro lado y de gastar dinero público en una empresa que, como la actual Radio Granada, no tiene el más elemental decoro con los derechos de los trabajadores, ni la mínima vergüenza exigible a la hora de vender su línea editorial al mejor postor y reclamo también a la Junta de Andalucía que exija de semejantes filibusteros, el cumplimiento de las condiciones de las concesiones radiofónicas otorgadas en su día a estos individuos, en detrimento de otros proyectos, que estarían dando el servicio de comunicación requerido al territorio donde se concedieron.

Tampoco aquí es inocente la Cadena SER, paraguas bajo el que se protege la lamentable programación de Radio Granada, por llevar años consintiendo que su marca sufra un deterioro inexorable en esta ciudad, cuando no hace mucho tiempo era un referente de la cadena y de la radio de este país y hoy se ha convertido en un apéndice de la nada. Lavarse las manos, en este caso, es ser cómplice de quienes están enterrando el proyecto por el que muchos dimos nuestra vida profesional.

Emilia Cayuela ha sido despedida, porque según el infame burofax remitido por el miserable Machado, ya no se graban cuñas y por lo tanto es necesario amortizar su puesto de trabajo. Olvidan los Adolfos, que Emilia ha sido durante muchos años, el alma máter de esa casa, el referente donde todos nos refugiábamos a la hora de resolver problemas, jefa de emisiones, una técnico excepcional, el hilo argumental de una Semana Santa única y en definitiva una seña de identidad de una radio, que a pesar de los Machado, siempre será la de Pepe Real, Mercedes Domenech, Juan Bustos, Inma Codina, Josefina Ramírez, Francis Dumont, Antonio Civantos, Paco Medina, Miguel Angel del Hoyo, José Luis Codina, Carlos Tomás Romero, Javier Tortosa, Angel Sola, Ramón Ramos, José Luis Ramírez, Pepe Cruz, Antonio Rodríguez o Teresa Castillo, cualquiera de los cuales, daría sopas con honda en profesionalidad y amor a las siglas de EAJ 16 a todos los Machado pasados y presentes.

Agustín Martínez Como recuerda en su tribuna, la voz de Agustín Martínez se escuchó durante 33 años en Radio Granada, donde fue director de informativos y contenidos. En esa etapa también puso su impronta en el proyecto televisivo de la emisora.

Tras su salida de la Cadena Ser, impulsó junto a otro grupo de profesionales La Voz de Granada. Colabora también como articulista entre otros medios con eldiario.es, entre otros medios.

En 2015, tras la llegada a la Alcaldía de Córdoba Isabel Ambrosio, Martínez se incorporó al Ayuntamiento de la capital cordobesa como responsable de prensa.