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Fallece el tocaor granadino Antonio Vílchez 'El Sabika'

Cultura - Juan Pinilla - Sábado, 12 de Julio de 2025
Despedimos a uno de los grandes del toque flamenco de Granada, con esta sentida crónica de Juan Pinilla.
De izquierda a derecha: Antonio Vílchez, Curro Andrés, Juan Mesa, Paco Quirós y Miguel Ochando.
Oficina Juan Pinilla
De izquierda a derecha: Antonio Vílchez, Curro Andrés, Juan Mesa, Paco Quirós y Miguel Ochando.

Antonio Vílchez Cuesta, conocido como “El Sabika” por haber venido al mundo en el corazón de la montaña homónima que sustenta a la Alhambra, nació el 13 de febrero de 1941 y ha fallecido el jueves 10 de julio a primera hora de la mañana. “El Sabika” fue guitarrista perteneciente a una estirpe de tocaores de acompañamiento que despuntó en Granada a principios de los años sesenta. Durante esta década recorrió el mundo con la compañía granadina de Coros y Danzas, realizando giras por Japón y toda Europa.

Formó parte de la generación de Mariano Puentes, Francisco Manuel Díaz y Miguel Cortés, que sembraron de acordes los recitales flamencos de los sesenta y setenta, siendo un asiduo de “El Tumbalobos” y la primitiva Peña de La Platería, antes de ubicarse en el carmen de la Placeta de Toqueros

Aficionado a la guitarra desde la niñez y de formación autodidacta, lo suyo fue siempre el acompañamiento al cante. Formó parte de la generación de Mariano Puentes, Francisco Manuel Díaz y Miguel Cortés, que sembraron de acordes los recitales flamencos de los sesenta y setenta, siendo un asiduo de “El Tumbalobos” y la primitiva Peña de La Platería, antes de ubicarse en el carmen de la Placeta de Toqueros. 

En la compañía de Coros y Danzas se curtió para la disciplina de acompañamiento al baile, aprendiendo los sones folclóricos del acerbo popular granadino. En esta institución coincidiría con Rafael Marín, uno de los escultores flamencos más destacados y artista de gran influencia posterior en la cultura del Madrid de los años setenta. Juan Bédmar, responsable de flamenco en la Diputación de Granada durante dos décadas, fue otro de los integrantes de aquel grupo de cantes y bailes populares, que ha manifestado su pesar por la desaparición de Antonio Vílchez en las redes sociales.

Ya casado con su mujer Ana, padre de dos hijos, y una vez instituida la Peña de La Platería en el actual Carmen del Albaicín, “El Sabika” se convirtió en uno de los tocaores asiduos de cuantas actividades y reuniones de cabales se convocaban

Ya casado con su mujer Ana, padre de dos hijos, y una vez instituida la Peña de La Platería en el actual Carmen del Albaicín, “El Sabika” se convirtió en uno de los tocaores asiduos de cuantas actividades y reuniones de cabales se convocaban. Allí se codeó con Juan y Pepe Habichuela, Juan “El Canastero”, Curro Andrés, José y Antonio “Los Coloraos”, Isidro Alba, Ángel Rodríguez “Chanquete”, Curro Vega, Curra Arroyo, Paula Marín, Curro Albayzín, Manolo “El Morogato”, José Maya, Antonio Lastra, El Piki y aquella pléyade de artistas y aficionados que se forjaron al calor de la decana de las peñas flamencas de todo el mundo.

Antonio Vílchez y su esposa se jubilaron en el negocio de la hostelería, regentando hasta última hora un local que fue igualmente centro de reuniones de cabales. En los últimos años, retirado del mundo de la guitarra profesional, componía poemas y tocaba exclusivamente para sus allegados. Una productora madrileña, becada por la Fundación Antonio Gala, recogió su testimonio hace a penas unos meses, para un documental televisivo aún inédito. Sus restos han sido despedidos por amigos y familiares en el tanatorio de Santa Fe, este viernes 11 de julio a las 11.30 de la mañana.