Festivales Vintage ¡vivan los 80!

Decía una antiguo organizador de conciertos que prefería programar conciertos y festivales para público ‘adulto’ que para jóvenes, porque "vendía muchos más whiskys que ‘cubos’ de cerveza". Y recordaba que ganó más en la barra de una actuación de un grupo mítico de los 70 (Deep Purple) que con las entradas. Y debe de ser cierto, ya que los carteles destinados a público ‘madurito’ cunden en nuestro verano. Claro que, con el paso de los años, los consumidores de las músicas de los 70 y 80, por razones naturales, empiezan a menudear, siendo los de los 90 los que cumplen con ese perfil de nuevos consumidores ociosos. Mientras tanto,citas como el ‘Nostalgia Fest’ de Torrenueva o el ‘Cassette Fest’, de este fin de semana en Salobreña, inciden en que cualquier tiempo pasado fue mejor. O al menos el nuestro.
Unas 2.000 personas se dieron cita en el polideportivo de Torrenueva para un cartel que hace veinte años hubiera arracimado a diez veces más: Rebeldes, Burning, Toreros Muertos, Orquesta Mondragón y (lo que queda de) Los Inhumanos. Todo un paquete generacional para una audiencia pisando ya la línea fronteriza del cambio a clase pasiva. Pero laboralmente, porque la noche fue un ejercicio de ‘actividad’ y ganas de vivir: el calificativo de ‘Leyendas’ le hubiera venido mejor al programa que el de ‘Nostalgia’, porque la mayor parte de los implicados, arriba y abajo del escenario, estaban en muy buena forma y viviendo intensamente el día.
Loquillo recordaba cualquier tiempo que fue anterior en ‘cuando fuimos los mejores’, sin embargo visto lo visto en Torrenueva, no muchas bandas contemporáneas pueden medirse en el escenario con algunos nombres como los Rebeldes, Burning o los de Gurruchaga, cuyo dominio del tablero sigue siendo absoluto.
Imágenes de la actuación de Burning. jtg
Y me centro en los madrileños por aquello de que en formación de sexteto quizás tengan el mejor equipo desde que falleciera Pepe Risi y con ganas de no estancarse en lo obvio, de hecho el desarrollo de trotón tema de nueva factura, que concluyó en una suerte de jam a lo Allman Brothers con un duelo desatado de guitarras en la cumbre pudiera ser lo más sabroso de su corta (horario festival) actuación. Solo un lunar en su imponente sesión: en un grupo que siempre sonó con una pulcritud asombrosa, las deficiencias desde la mesa de control ensuciaron innecesariamente el producto final con una guitarra saturada en primerísimo primer plano (¡y un tenorista con sonido de soprano!)… En formación de seis Burning es una barbaridad de grupo, con un Jhonny superstar dando juego a toda la mesa, una rítmica impecable, y el siempre excelso guitarrista de pulso que no púa (fingerpicking) Nico Álvarez titulando la parte instrumental del equipo. Cuando se habla de leyendas, se habla de gente como esta.
Y este finde más ‘retro pop&roll’ con Los Chanclas, Jaime Urrutia, Javier Ojeda, ¿Nacha Pop? y Tennesse en Salobreña.