─ Leonor, empecemos hablando de tu propio ‘viaje personal’. ¿Qué te llevó del ejercicio de la comunicación y el periodismo a iniciar este camino hacia el autoconocimiento y la fuerza interior? ¿Qué papel desempeñó el eneagrama y la terapia Gestalt en este proceso?

Lo que me llevó a empezar este camino fue una crisis de pareja. Esta crisis me llevó a dejar el periodismo, a cambiar de pareja y a dedicarme a la terapia. En fin, lo puso todo patas arriba y me puso por delante un camino de transformación y de búsqueda

─ Lo que me llevó a empezar este camino fue una crisis de pareja. Por aquel entonces yo trabajaba en el periódico El Mundo. Tenía 35 años, tenía todo lo que en teoría había soñado pero no me encontraba bien conmigo misma. Comencé a ir a terapia con una terapeuta Gestalt y humanista y a partir de ahí se me abrió un mundo nuevo. Profundicé en el eneagrama como herramienta de transformación personal y eso me llevó al Programa SAT de Claudio Naranjo. Ahí ya sentí lo mismo que Neo al probar la pastilla roja (creo que es la roja), que no había vuelta atrás y que hasta entonces había estado viviendo en una especie de Matrix en la que había seguido los supuestos pasos que me debían hacer feliz (estudiar una carrera, tener pareja, éxito profesional…) pero que para nada era así. Esta crisis me llevó a dejar el periodismo, a cambiar de pareja y a dedicarme a la terapia. En fin, lo puso todo patas arriba y me puso por delante un camino de transformación y de búsqueda. 

─ Acabas de publicar El camino de la fuerza interior, ¿cuál ha sido tu fuente de inspiración? ¿Qué encontrarán los lectores en este camino?

─ Mi fuente de inspiración ha sido mi propio proceso personal. En este libro recojo lo que a mí me ha servido y me sigue sirviendo para conocerme mejor, para profundizar en quien soy y para conectar con eso que yo llamo la fuerza interior y que tiene que ver con una sensación de congruencia interna que está ahí pero a la que en ocasiones es muy difícil acceder. Los lectores van a encontrar una serie de pasos para trabajar y para conectar con esta fuerza interior que está en cada una de las personas y que olvidamos en muchas ocasiones. 

─ En El camino de la fuerza interior, propones siete pasos…

Los primeros pasos que propongo tienen que ver con trabajar la actitud. Creo que una de las partes más importantes del desarrollo personal es tener una actitud de curiosidad y de coraje

─ Sí. Los primeros pasos que propongo tienen que ver con trabajar la actitud. Creo que una de las partes más importantes del desarrollo personal es tener una actitud de curiosidad y de coraje. La curiosidad para iniciar la búsqueda, para saber qué me está pasando y para cuestionarme a mí mismo o a mí misma. Y el coraje para profundizar y ver más allá de lo obvio. Cuando digo ver más allá de lo obvio significa ver más allá de lo que duele, porque aunque en esta sociedad intentemos apartar el dolor a toda costa, es una puerta de entrada para conectar con emociones más elevadas, como la compasión o el agradecimiento y, si lo miramos de cara, nos aporta una comprensión más amplia sobre nosotros y sobre nuestra vida. El resto de los pasos tienen que ver con conocernos, conocernos en el sentido de emprender el camino de vuelta a casa, digo yo en el libro, porque la realidad es que lo habitual es vivir alienados de quienes somos. Para ello introduzco el eneagrama como herramienta que nos permite ver el personaje que actuamos en la vida y que nos muestra el camino a un yo más auténtico, más esencial. Y los últimos pasos tienen que ver con abrirnos a algo nuevo, más real y más en consonancia con nuestra fuerza interior.

─ ¿Por tu propia experiencia, cuál de estos pasos es el más desafiante del camino?

─ El paso más desafiante es el de entrar en el dolor. Concebir aquellas emociones que habitualmente rechazamos, como pueden ser la tristeza, el miedo, la rabia o la sensación de vacío, como puertas de entrada a un conocimiento más amplio sobre nosotros mismos es algo que puede herir sensibilidades. Piensa que justo de eso es de lo que en ocasiones nos tiramos la vida huyendo. Lo que yo te digo en el libro es lo mismo que le digo a las personas que vienen a hacer terapia conmigo o que hacen mis cursos: “míralo, entra ahí, porque entrando ahí y liberando toda esa carga emocional, vas a abrirte a algo más amplio, conectado y vas a sentir tu fuerza”.

─ Mencionas la importancia de asumir la responsabilidad en lugar de adoptar una posición de víctima. ¿Qué marca la diferencia entre resignación y responsabilidad?

─ La resignación suele ir acompañada de rabia, de tristeza o de otra emoción que nos quita fuerza. De la resignación no hay salida. Es un estado que nos acorrala, nos deja inmóviles en un pensamiento, en un estado.  La responsabilidad, por el contrario, nos da fuerza y nos permite encontrar salida, ya sea a través de alguna creencia nueva que se forma, de alguna comprensión o de alguna manera diferente de actuar. 

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─ En El camino de la fuerza interior integras tu visión como terapeuta y una profunda mirada espiritual. ¿Juego de malabares o pura lógica existencial?

─ Por mi experiencia, cuando hay un trabajo profundo terapéutico, como el que yo propongo en este libro, la conexión con una verdad más grande es algo que va de la mano. Al trabajarnos, trabajar nuestras heridas, quitar parte de esa capa que llamamos ego, la mirada espiritual aparece porque tenemos la capacidad de abrirnos a una comprensión más elevada sobre la vida y sobre esto que llamamos realidad. 

─ Pienso en las personas que justo en este momento puedan estar sufriendo sus más oscuras noches del alma ¿Somos fruto de nuestro pasado y de nuestras heridas? ¿Hay esperanza? ¿Podemos reconectar con nuestra fuerza interior?

Desde un punto de vista emocional, mucho de lo que vivimos hoy tiene su base en vivencias de la infancia en las que se instauró en nosotros tal o cual emoción

─ El pasado tiene un peso mucho mayor del que nos creemos. Piensa que más del 90% de las decisiones que tomamos son inconscientes y lo habitual es que estén teñidas por vivencias previas. Desde un punto de vista emocional, mucho de lo que vivimos hoy tiene su base en vivencias de la infancia en las que se instauró en nosotros tal o cual emoción. La esperanza pasa por conocer esos automatismos, liberar la parte emocional que se quedó atrapada en ese momento y dejar espacio para nuevas emociones que nos den fuerza en lugar de quitarlas. Este proceso se puede dar a través de la terapia, la meditación, de forma espontánea… Aunque lo habitual es que sea necesario la interacción con algún otro, porque lo habitual es que estas heridas se vayan cronificando en soledad, de ahí la importancia de tener compañía para poder entrar en estos infiernos personales y liberarse de ellos. La esperanza por supuesto que está, lo que hace falta es querer y poder entrar en eso que es tan doloroso.

─ ¿Qué papel desempeña la conciencia en el camino?

─ El aumento de la conciencia es un resultado de emprender el camino. A medida que nos conocemos, entramos en nosotros, hay emociones que se van abriendo y que son  más elevadas (podríamos decir), como la alegría, el agradecimiento o la compasión. Una vez que experimentamos emociones como estas se va dando una profunda transformación donde ya no cabe la posibilidad de ser como éramos y donde hay más empatía, con los otros y conmigo; más conexión y también más responsabilidad personal. Por mi experiencia, en estos momentos es cuando la conciencia se va abriendo y nos hace intentar ser mejores personas, tanto para nosotros como para las personas que tenemos cerca y también para el mundo.

─ Abrirse a una nueva vida, como sugieres en tu libro… ¿es cuestión de confianza? ¿De coraje? ¿De valentía?

─ De todo lo que mencionas y creo que también, en ocasiones, es cuestión de inconsciencia. Esa apertura a una nueva vida, con unos nuevos paradigmas, con una manera diferente de entender quiénes somos, es el resultado inevitable de preguntarnos de verdad, con curiosidad y entrega “quién soy yo y que he venido a hacer y aprender en esta vida”.

─ Tras la presentación en Málaga, El camino de la fuerza interior llega a Granada…

─ Así es. La presentación será en Granada el viernes 15 de noviembre a las 18.30 horas en el Centro La Seda, en calle Horno de Haza 29 bajo 1.