En esta hora de la noche me haces falta

Roberto Arizmendi

El tiempo se ha roto. Porque a veces el tiempo se rompe con la misma facilidad con la que se quiebra una fina porcelana o se hace añicos, con el golpe más leve, un cristal. Y sucede siempre de repente, cuando no hay presagios, cuando parece que todo reposa tranquilo, que nada puede alterar el día y su rutina. Pero la vida se rompe con cada ser de luz que desaparece. Hoy ha muerto un poeta y el mundo es más triste y es más ancho el camino por el que avanzan las sombras.

"Confieso que las noches/ siempre parecen cortas, /cada día debiera tener más de veinticuatro horas/ para tener tiempo de construir los sueños". Porque los días menguan y se estrechan y se hacen diminutos cuando se impone la alegría y hay que brindar mil veces con la misma copa, pues cada gesto es vida y la vida para Roberto merecía un brindis. Hacedor de los sueños ajenos, regaló sin cortapisas ni miramientos las horas, los minutos, los segundos..., no tenía mejor posesión. Una tarde luminosa el objetivo de mi cámara le robó a traición la sonrisa y ahora la cuento entre mis posesiones valiosas.

Grande Roberto, tan grande como su estatura, incluso algo más, diría yo. Lo demás era chico ante Roberto Arizmendi, las miserias no lograron trepar hasta su altura, las pequeñas mezquindades cotidianas no consiguieron arrebatarle el ademán afable

Ha dejado un millar de huérfanos, un centenar de huérfanas, desposeídos todos, todas desposeídas de esas palabras afables que llegaban, aun esperándolas, para sorprender y arrancar al rostro un gesto de ternura; palabras de buenos deseos por el cumpleaños, por Navidad, por Año nuevo... Recordaba cada aniversario, redactaba cartas personalizadas, rememoraba el milagro de haberse encontrado. Y cada quien era cualquiera, y cualquiera tomaba un cariz preciado, porque para Roberto todo el mundo era amiga, amigo, hermano, compañera. Una carta que llegaba con puntualidad británica, recién se inauguraba la festividad. No puedo saber a cuántas personas le escribiría. Grande Roberto, tan grande como su estatura, incluso algo más, diría yo. Lo demás era chico ante Roberto Arizmendi, las miserias no lograron trepar hasta su altura, las pequeñas mezquindades cotidianas no consiguieron arrebatarle el ademán afable.

"Para amar no es necesario espacio, sino tiempo". Tiempo, extraña entelequia, tiempo extraño que parece ralentizarse tramposo, pero pasa raudo, imposible atrapar, como el agua en la palma de una mano... Y fue ayer que nos recibió en el aeropuerto con un vino, tres copas y un derroche de alegría. Pero no fue ayer. Y hace apenas cuatro meses, ¡y ya son cuatro meses!, murió Antonio, otro buen poeta bueno, y permanecen aún, como en una instantánea, la luz que compartimos, los olores del mar en Málaga, una noche tan reciente como lejana, en la que su voz amable brindaba también por la poesía. No hay más ayer, tan solo queda un hoy en el que "no perdono a la muerte enamorada". Porque a pesar de tu verso, querido Roberto, la muerte sí existe y viene para llevarse lo bello, para dejarnos lo feo.         

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Pepa Merlo es doctora en Filología Española, Premio Extraordinario de doctorado por la Universidad de Granada. Investigadora de esta universidad, está especialista en Generación del 27 y autoras españolas del siglo XX. Profesora de la Universidad Internacional de Valencia (VIU). Sus artículos han sido publicados en las revistas más prestigiosas nacionales e internacionales, ha participado en congresos y seminarios en diferentes universidades de prestigio de todo el mundo. Es narradora. Sus cuentos cortos han sido publicados en las revistas literarias de prestigio nacionales e internacionales, ha sido traducida al inglés y al francés.

Ha publicado: Peces en la Tierra. Antología de mujeres poetas entorno a la Generación del 27 (Vandalia. Fundación José Manuel Lara, 2010), Con un traje de luna. Diálogo de voces femeninas de la primera mitad del siglo XX (Vandalia. Fundación José Manuel Lara, 2022), Rafael Guillén. Del conocimiento al asombro (Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, Junta de Andalucía, 2022), El haza de las viudas (Espuela de Plata. Renacimiento, 2008), Todos los cuentos, el cuento (Col. Narrativa, Diputación de Cádiz, 2007); entre las ediciones críticas destacan: El diván del Tamarit de Federico García Lorca (Cátedra, 2018), Una sombra entre los dos de Elisabeth Mulder (Renacimiento. 2018), El retablo de Salomé Amat de Elisabeth Mulder (Renacimiento, 2021) y Sinfonía en Rojo de Elisabeth Mulder (Tigres de papel, 2022).

Cofundadora de la editorial ELENVÉS EDITORAS, dirige la colección Bernal de narrativa.