Soledad Sevilla expone en el Centro Guerrero dos décadas de producción
"Artista a la que hay que seguir". Es la indicación que figura en una de las carpetas que se guardan en el archivo de José Guerrero (Granada, 1914-Barcelona, 1991). La escribió el propio artista, interesado siempre, según los especialistas en su figura, en la evolución de la pintura española y que seguía con interés las trayectorias de los jóvenes creadores. Se refería a Soledad Sevilla, hoy referencia de la creación en España. Su obra, siguiendo pues las indicaciones que dejó escritas José Guerrero, se podrá contemplar en Granada hasta el próximo septiembre.
Miguel Rodríguez
Soledad Sevilla, en la instalación Casa de oro, en la que hilos de cobre se proyectan originando efectos cambiantes a lo largo del día.
"Soledad Sevilla. Variaciones de una línea, 1966-1986", es el título bajo el que se presentan sus obras, en una exposición centrada en el periodo geométrico de la artista. La primera inmersión monográfica sobre ese periodo, y se podrá ver en Granada. Veinte años que explican, según la comisaria de la exposición, Yolanda Romero, su modo de trabajar hoy.
Es la de Soledad Sevilla una trayectoria "coherente", en palabras de Romero. Para descubrirla, más de cien obras, entre dibujos, pinturas y una instalación, forman parte de la muestra, que tiene dos sedes: el propio Centro Guerrero y la Casa del Horno de Oro.
En la planta baja del Centro Guerrero se exhiben 81 dibujos pertenecientes a la primera etapa, más geométrica, comprendida entre los años 1966 y 1982. La serie Las Meninas estará representada por ocho pinturas que se han instalado en la primera planta junto a tres pinturas previas a esa serie, creadas entre 1981 y 1983. Completan las obras que se podrán contemplar en el Centro Guerrero las diez creaciones de la serie Alhambra, pintadas de 1984 a 1986 y que se podrán ver en la segunda planta del museo.
Soledad Sevilla, posa en una de las salas del Centro Guerrero. miguel rodríguez
La otra parte de la exposición es una instalación, en la Casa Horno de Oro, con acero, madera e hilos de cobre. Esa instalación es una versión del ciclo denominado La que recita poesía es ella, que la artista va adaptando a cada espacio en el que se desarrolla. En Granada se llamará Casa de oro.
La Casa Horno del Oro alberga la instalación con la que se completa su exposición. miguel rodríguez
El visitante podrá descubrir, por tanto, las dos maneras de Soledad Sevilla de afrontar su trabajo, la pintura y la instalación, esta última, según Romero, manifestación en la que ha sido pionera.
Líneas y hexágonos, plasmadas en obras que recogen la reflexión que la artista hizo durante años de la geometría, sumadas a su acercamiento a la Historia de España, que se fraguó -como le ocurrió a Guerrero- cuando estaba fuera del país, y que se aprecia en Las Meninas, y a la Arquitectura -serie La Alhambra-.
Soledad Sevilla, flanqueada por la viceconsejera de Educación, Cultura y Deporte y el diputado provincial de Cultura. miguel rodríguez
La exposición está organizada por la Diputación Provincial de Granada y el Patronato de la Alhambra y el Generalife. Sus representantes coincidieron en destacar la calidad del proyecto; y eso es posible, dijeron, cuando hay colaboración entre instituciones. En la muestra se recogen obras procedentes de los fondos de las instituciones organizadoras, además del Ayuntamiento y de otras colecciones públicas nacionales y privadas. En el capítulo de agradecimientos se ha colado también la despedida a Yolanda Romero, que abandona la dirección del museo. Todos han deseado que fuese su "penúltima colaboración". Al acto de presentación han asistido también la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca, y Toni Guerrero, hijo del artista.
Soledad Sevilla ha reconocido que tuvo reticencias para aceptar esta exposición, con obras de 40 años, cuando su trayectoria ha seguido avanzando. Pero vencidas, ver sus pinturas en el Centro Guerrero le suena a "música celestial", porque es un centro "especial", por tamaño, por contenido y por la línea que ha seguido. Y, por supuesto, por su vinculación con Granada, donde mantiene un pequeño estudio. Ha recordado Soledad Sevilla los momentos "inolvidables", desde el punto de vista de la creación, que vivió mientras creó la serie La Alhambra, en la que refleja su fascinación por los fragmentos de poemas inscritos en las paredes de la Alhambra inspirándose para los títulos de las obras. Sobre la instalación ha destacado que los hilos de cobre que ha utilizado quieren representar rayos de luz. Ha tenido su complejidad hacerla en la Casa Horno de Oro, en un patio a cielo descubierto que permitirá que cada mirada, según la hora del día, sea diferente. Tiene "riqueza y vida propia", asegura.
