El paro baja con cuentagotas en Granada y, además, lo hace de forma desigual. Tanto que en el último año la escasa reducción de desempleo registrada en la provincia únicamente ha beneficiado a los hombres, porque el paro femenino, aunque sorprenda, ha seguido creciendo. 

Hace un año, en mayo de 2017, la provincia tenía registradas 84.734 personas sin trabajo en las oficinas del antiguo Inem (ahora Sepe). Entre ellas había más mujeres que hombres: 39.000 hombres y 45.734 mujeres. 

Un año después, en mayo de 2018, el número de personas en paro ha bajado en poco más de 2.000 y se sitúa en 82.593. Pero el descenso solo se ha producido entre los hombres: hay 36.751, lo que supone 2.249 menos, mientras que el número de mujeres sin empleo ha subido, 108 más en los últimos doce meses, y alcanza las 45.842. 

Fuente: Servicio Estatal Público de Empleo

En España no ha ocurrido lo mismo. Si bien la mayor reducción de paro en los últimos doce meses se ha producido entre los hombres (-131.537 de mayo a mayo), también ha bajado entre las mujeres, aunque sea en menor cantidad (-77.61), dicen los datos del Ministerio. 

El paro azota más a las mujeres, en Granada y en España, pero aquí con mayor saña, hasta el punto de que las cifras de mujeres en paro no bajan, sino que suben, pese a que ellas tienen mejor formación, están mejor preparadas, pero los contratos laborales son para ellos, lo que muestra las graves deficiencias de la oferta de trabajo en la provincia. 

El 59% de los contratos, para ellos

En los cinco primeros meses de este año se han firmado 211.742 contratos laborales en la provincia de Granada. El 59% de ellos (124.109) han sido para hombres y únicamente el 41% para mujeres (87.633), pese a que hay más mujeres disponibles para ser contratadas que hombres. 

Las mujeres firman menos contratos de trabajo que los hombres y, además, son más precarios. Entre los contratos indefinidos firmados entre enero y mayo, los de jornada a tiempo parcial superaron a los de jornada completa en el caso de las mujeres, lo que no sucede con los hombres. Y en los contratos temporales, el peso de los de jornada parcial también es muy superior en las mujeres que en los hombres. 

Y todo eso ocurre con mujeres que tienen mejor formación que los hombres, pero de poco les sirve en el mercado laboral granadino. Así lo dicen los datos que ofrece el Ministerio sobre los perfiles de las personas que demandan empleo en la provincia.

De los 36.751 hombres en paro registrados en mayo en la provincia, el 12,4% tienen estudios superiores, mientras que en el caso de las mujeres, las que cuentan con formación superior superan el 22%, casi diez puntos más que en los hombres. 

Fuente: Servicio Estatal Público de Empleo

Pero la oferta laboral de Granada no favorece, ni mucho menos, a las personas con mejor preparación. Más bien lo contrario. Por ejemplo, de los 2.583 puestos de trabajo que llegaron a las oficinas de empleo de la provincia el pasado mes de mayo, 1.399 eran de peones agrícolas o de la construcción. La segunda ocupación ofertada era para trabajos cualificados agrarios y ganaderos, con 669 ofertas; y la tercera, trabajos cualificados para la construcción. 

De los 211.742 contratos de trabajo firmados en la provincia entre enero y mayo, el 41% fueron para peones de la agricultura y la construcción (87.730) y le siguieron trabajos de servicios para restauración y comercio (36.013) y trabajos en servicios no cualificados (24.311). 

Se trata de empleos de baja cualificación mayoritariamente ocupados por hombres, mientras escasean las ofertas de trabajo cualificado y con mayores requisitos de formación, que favorecerían la mejor preparación de las mujeres.