¿Quién dirige la economía del Parque de las Ciencias?
Leo con cierta preocupación y extrañeza una de las últimas actas del Consejo Rector del Parque de las Ciencias de Granada. En concreto, la del 8 de junio de 2022. Allí se dio cuenta por parte de su actual gerente del cambio de organigrama, en el que era destacable la eliminación de la Dirección Económica. Se aprueba en el punto diez, que versaba sobre asuntos de gestión. El Sr. Cambril Bustos, que era uno de los representantes del Ayuntamiento de Granada, preguntaba al Sr. Alcalá Martínez, director gerente, por la desaparición de la Dirección del Área de Economía en la nueva estructura. La lacónica respuesta fue que la nueva estructura era una “propuesta integral de futuro que intenta modernizar la entidad adecuándola a las nuevas exigencias”. Pero ¿cómo puede servir para adecuarse al futuro y modernizarse la desaparición del área económica en un organismo que maneja casi 10 millones de euros al año?
¿Cómo puede servir para adecuarse al futuro y modernizarse la desaparición del área económica en un organismo que maneja casi 10 millones de euros al año?
Cuando yo comencé a tener relación con el Parque de las Ciencias, primero como visitante y después como investigador, recuerdo que en el mismo estaba de directora económica Dª Pilar López Rubio, que en su día fue directora de la Caja Rural de Granada, y que hizo una gestión económica en el Parque de las Ciencias muy exitosa. Una ejecución total de los presupuestos y ni un solo año con déficit. Dos de los indicadores económico-presupuestarios más importantes superados con nota. Las cuentas auditadas, año tras año, corroboraban estos éxitos. Y lo más notable. Obtención millonaria de Fondos Europeos, que sirvieron para la ampliación de la 4 Fase, inaugurada en 2008, y para conseguir un premio a la buena gestión en forma de nuevos fondos para llevar a cabo la construcción del BioDomo; esa formidable “ventana a la vida”, pese a las discrepancias de algunos grupos “ambientalistas”, en la que se reproducen los espacios naturales de las zonas más representativas del planeta, como la zona del Indo-Pacífico, la de Madagascar y la Amazonia, que sirven para la investigación y el aprendizaje.
Los consorcios, como es el caso del Parque de las Ciencias, son entidades de Derecho público, con personalidad jurídica propia y diferenciada, creadas por varias Administraciones públicas o entidades integrantes del sector público institucional, entre sí o con participación de entidades privadas, para el desarrollo de actividades de interés común a todas ellas dentro del ámbito de sus competencias. Uno de los requisitos más importantes para su creación es que deben servir para mejorar la eficiencia de la gestión pública, eliminar duplicidades administrativas y cumplir con la legislación de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. Solo pueden tener lugar cuando la cooperación no pueda formalizarse a través de un convenio y siempre que, en términos de eficiencia económica, aquella permita una asignación más eficiente de los recursos económicos. Así fue como se gestó la formación de este consorcio en el Ayuntamiento de Granada, publicándose sus Estatutos con fecha 5 de diciembre de 1995 en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.
Es evidente que una asignación más eficiente de los recursos económicos se consigue si el organismo cuenta con una dirección económica profesional y bien dotada. Por esta razón, el Parque de las Ciencias, además de cumplir con su función más importante de difusión científica y cultural, consiguió un sistema de gestión y de financiación en el que se daba una combinación interesante de financiación público-privada y autofinanciación en la proporción de seis por cuatro.
Sin embargo, ¿cuál es la situación en la actualidad en el Parque de las Ciencias? Según nos informan, en el ámbito económico hay una situación crónica de incompetencia, tanto para gestionar, como para obtener nueva financiación. Solo han dejado para estos menesteres una persona sin la formación adecuada en el ámbito económico, que depende directamente del director gerente.
Ya no hay una dirección de Economía, como hubo siempre, ni un departamento especializado. Sin la formación adecuada, a lo más que se puede llegar es a realizar funciones meramente administrativas, muy alejadas del objetivo legal de buscar la eficiencia económica
¿Cómo es posible? La primera medida del nuevo gerente fue despedir al director de Economía. Las razones se explican bien en el Acta del Consejo Rector a la que hemos hecho mención anteriormente. Sin embargo, lo que sorprende es que, en lugar de sustituirlo por alguien más competente, se elimine del organigrama ese puesto. Ya no hay una dirección de Economía, como hubo siempre, ni un departamento especializado. Sin la formación adecuada, a lo más que se puede llegar es a realizar funciones meramente administrativas, muy alejadas del objetivo legal de buscar la eficiencia económica. En estas circunstancias, es evidente que no se puede llevar a cabo el control de la gestión económica diaria que realizaría un especialista (no nos referimos al control de legalidad financiera que realiza la Intervención de la Junta de Andalucía), por lo que a lo más que se podrá llegar será a obedecer las órdenes del que allí lo ha puesto.
Con estas decisiones, la nueva gerencia está demostrando no conocer la complejidad de la gestión económica de una entidad como el Parque de las Ciencias, por lo que, es posible que se estén perdiendo subvenciones, y toda la ciudadanía está pagando las consecuencias, pues la forma de compensar esta falta de ingresos es con subidas de precios, que ya se han producido y que van en perjuicio de escolares, familias y universitarios. Principal sustento del Parque de las Ciencias.
Por el bien de Granada y por el prestigio de una entidad que ha sabido como ninguna difundir la Ciencia por todos los rincones de Andalucía, e incluso de España y Europa, es urgente que los organismos que son parte del Consorcio Parque de las Ciencias de Granada, con la Junta de Andalucía como administración mayoritaria a la cabeza, tomen cartas en el asunto y reconduzcan la situación. Si lo hacen, muchos estaremos de su parte en esta tarea. Si no lo hacen, en mi humilde opinión, pronto empezaremos a ver las consecuencias y el declive del Parque de las Ciencias.