Convocada por la Comisión estatal de Migración y Antirracismo de la Huelga Feminista junto con diversos colectivos feministas y antirracistas de Granada, la manifestación arrancó con el lema “la Huelga Feminista continúa… hasta que termine la violencia de las fronteras”.

En la marcha llamaron “a la Huelga Permanente de Fronteras ante las violaciones diarias de derechos que se producen en nuestra Frontera Sur y con especial impacto en las mujeres que migran”.

Junto a la Comisión Migración y Antirracismo 8M, también convocaron la Comisión de la Huelga 8M Granada, la Asociación Sociocultural “Nosotras” por los cuidados y el empleo de hogar, Stop Represión, No Borders Granada, APDHA, Colectivo Feminista Al Canto, Asamblea Feminista Unitaria, CIES No Motril y CIES No Granada.

Tal y como subrayaron desde las organizaciones convocantes, “esta acción continúa una huelga que este año ha querido subrayar que el feminismo será antirracista o no será”. También se ha celebrado un acto paralelo en Tarifa.

“Convocamos a una marcha feminista y antirracista en Motril para visibilizar lo que no se ve”, afirmaron desde la Comisión de Migración y Antirracismo, al mismo tiempo que denunciaron que Motril “se ha convertido en un punto clave de Frontera Sur” y recordaron que “en 2018 murieron más de 1000 migrantes1 mientras intentaban alcanzar las costas andaluzas”.

Los distintos colectivos que secundan la movilización justificaron la manifestación en Motril al recordar que en el municipio se encuentra uno de los Centros de Atención Temporal a Extranjeros (CATE) denunciado por el Defensor del Pueblo por sus vulneraciones de derechos humanos; el CATE provisional, con capacidad para más de 50 personas; además de un nuevo CATE en construcción planeado como una “extensión de calabozos en forma de campamento” para detener a más de 250 migrantes. Por último, permanece la amenaza de la construcción de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) como nueva cárcel para migrantes.

Con este acto, apuntaron “queremos denunciar las violencias que la intersección del machismo y el racismo imponen sobre los cuerpos de las mujeres y personas LGTBQ migrantes”. Entre esas violencias señalaron “la explotación laboral en los trabajos peor pagados y más necesarios (como empleadas de hogar o temporeras), los ataques contra su libertad sexual y salud reproductiva, la desprotección de sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales, la exotización de sus cuerpos y la vulnerabilidad extrema frente a la violencia institucional”.

“Entendemos el feminismo como un proceso permanente de construcción, desde las diferentes condiciones de cada una, de una lucha común”, sostuvieron desde la Comisión de Migración y Antirracismo 8M y, por tanto,  creemos que la lucha de las mujeres es la lucha de todas las mujeres”. Con este acto, concluyen desde la organización, “queremos expandir la solidaridad feminista para cuestionar de manera continua las fronteras exteriores,construidas sobre políticas de la muerte, y las fronteras interiores, construidas sobre espacios de no derechos para las racializadas, migradas y refugiadas”.