“Carlos Cano nunca morirá mientras cantemos sus canciones”, dijo en un momento de la actuación Pasión Vega que interpretó los temas de su último trabajo, , recogido en el álbum de la malagueña ‘Pasión por Cano’.

 

Fue una noche especial la que se vivió en el repleto Teatro del Generalife. Gracias a Pasión Vega, la Orquesta Sinfónica de Málaga, que le acompañó con excepcionales socialistas, y, sobre todo, gracias a Carlos Cano, el ídolo de muchos de los asistentes y de la malagueña, que dejó notar su profundo cariño y admiración hacia el granadino universal, “que nació en Nueva York, provincia de Granada”.

 

Elegante homenaje de Pasión Vega que anoche reconoció cumplir un sueño: poder cantarle a Carlos Cano en la Alhambra. Y lo hizo a lo grande, en una fiesta musical repleta de simpatía y positivismo.

 

Desde  ‘Alacena de las monjas’, ‘Danzón del Corazón’, ‘Dormido Entre Rosas’, ‘La Reina del Blues’, ‘El Último Bolero’, ‘Sonata de la Luna en Marrakesh’, ‘Luna de Abril’ –espectacular-, ‘María la Portuguesa’, ‘Habaneras de Cádiz’, ‘Romance a Ocaña’, ’Aires de Cuna’, que también dedicó a María Dolores Pradera, y un estreno muy especial, una magnífica ‘Soy del Sur’, compuesto especialmente para el homenaje de Pasión Vega a Carlos Cano por Antonio Martínez Ares, ”una crónica de la España en la que crece Carlos y desarrolla su carrera, la España y la Andalucía de hoy, con sus luces y sus sombras”. 

 

 

Junto a ellas, en el especial homenaje a Carlos Cano y a la copla, que reivindicó Carlos Cano y reivindica Pasión Vega,  ‘Ojos verdes’, y ‘La bien pagá’, cantadas magistralmente, con recuerdo especial a Antonio Molina del que Pasión dijo, citando a Carlos Cano, que llevó las tres cruces: “Artista, rojo y maricón”.