'La quincena “trumposa” de las derechas'
No existe resultado electoral, por ajustado, complejo, incluso diabólico que pueda resultar, que pueda justificar la indecente y vergonzosa quincenita con la que las derechas políticas y mediáticas españolas han pretendido (yo creo que sin conseguirlo) entretener a la ciudadanía española, la cual, con toda seguridad, una vez ejercido su derecho democrático al voto, sólo espera que sus representantes sean capaces de traducir la voluntad popular en programas políticos, mayorías parlamentarias y avances sociales. Sin mucho ruido y con bastante coherencia.
"...nuestras derechas, en una vuelta de tuerca, indudablemente forzada y escandalosamente grosera, a la par que escasamente constitucional, y desde luego, de pésimo gusto, han pretendido manosear la letra de la Constitución, tergiversar su sentido y mangonear el espíritu profundamente democrático que inspira el funcionamiento de nuestro sistema político"
Pero no, nuestras derechas, en una vuelta de tuerca, indudablemente forzada y escandalosamente grosera, a la par que escasamente constitucional, y desde luego, de pésimo gusto, han pretendido manosear la letra de la Constitución, tergiversar su sentido y mangonear el espíritu profundamente democrático que inspira el funcionamiento de nuestro sistema político. Todo ello con el inútil objetivo de intentar trasladar algo que nadie duda, y es que el PP fue en las pasadas Elecciones, el partido (por poco) más votado. Lo que han conseguido es trasladar que ese hecho, por sí sólo, no es suficiente para gobernar. Y que sólo una suma de partidos políticos va a permitir lograr la investidura para la presidencia del gobierno. Y que ese hecho habrá de materializarse a partir de la constitución de las Cortes. Y que seguramente vale más dialogar y negociar con cautela y discreción. Todo el ruido orquestado de aquí para atrás es eso, ruido, unas veces interesado, las más de las veces falso y en cualquier caso, el ruido previo a la política de verdad. Para la que parece, que las ruidosas derechas van a llegar más “desgastadas” que el resto. Por el abuso de ruido.
"Un país y una sociedad compleja, en efecto, diversa, imposible de definir ni de entender en una frase, un concepto, una idea. Por muy simple y machacona que resulte"
Alguien ha calificado la época política que vivimos de compleja, llena de variables, abierta a distintas interpretaciones, tanto en lo territorial, como en lo social, lo ciudadano, etc. Diversidad de lecturas, muchas de ellas trasversales, otras más sectoriales, pero que conforman lo que somos. Un país y una sociedad compleja, en efecto, diversa, imposible de definir ni de entender en una frase, un concepto, una idea. Por muy simple y machacona que resulte. Así ni se entiende ni se concibe la España europea del siglo XXI.
"Las derechas políticas han desperdiciado esta quincenita, y lo han hecho además, de manera muy “trumposa”, nada constructiva ni imaginativa, siendo ridículamente absurdos en interpretar el resultado electoral, algo que nadie ha pedido, pues cada española o español tendrá su interpretación"
Por tanto, las derechas políticas han desperdiciado esta quincenita, y lo han hecho además, de manera muy “trumposa”, nada constructiva ni imaginativa, siendo ridículamente absurdos en interpretar el resultado electoral, algo que nadie ha pedido, pues cada española o español tendrá su interpretación. Y cada español y española sabe que el Congreso de los Diputados es el lugar en el que quien consiga 176 votos en primera vuelta o mayoría simple en segunda, obtendrá la investidura. Como siempre ha sido y como siempre será mientras no cambiemos nuestra Constitución. A ese afán deben encaminarse los mejores esfuerzos de diálogo y negociación, no necesariamente públicos ni publicados.
Cualquier otro ejercicio político estará bien como fuegos de artificio, tácticas de despiste o necesidad de presencia pública, además de cómo causa de sonrojo e identificación indisimulada con las peores estrategias de la extrema derecha mundial. Allá cada cual. Demos por superada esta grotesca “quincenita trumposa” de nuestras despistadas derechas y vamos a lo serio. Que empiece la Política con mayúsculas y que resulte lo que haya de resultar. Que será lo constitucional, lo legítimo, lo democrático y, además, lo mejor para el conjunto de nuestra sociedad.