¿A quién culpamos de la subida del IBI?
A mí esto de que nadie se responsabilice de la subida del IBI en la capital de Granada y de que se echen la culpa unos a otros, me recuerda cuando a la tía Francisca le rompíamos un cristal y nadie se culpabilizaba de haber tirado la piedra. La tía Francisca tenía una casa cerca de la era larga, lugar que elegíamos para hacer las guerrillas. De vez en cuando una piedra despistada iba a parar a uno de los cristales y cuando la tía Francisca salía indignada y dando voces preguntando quién había sido, todos escondíamos la mano y nadie se daba por aludido.
El PP en el Ayuntamiento intentó subir el IBI el año pasado y la oposición dijo que bajo ningún concepto votaría a favor de un aumento de la presión fiscal a los vecinos. Consideraban que habría que buscar otras vías de ingresos que no supusieran un revés más a los de siempre: a los vecinos. Ahora el PSOE lleva gobernando ocho meses y ha dicho que no tiene más remedio que subir el IBI, pero le echa la culpa al PP por no haber actualizado los valores catastrales. En fin, que al final el cristal lo pagará la tía Francisca, que somos todos nosotros.
"Aquellos que suben los impuestos sin que haya visos de que esto vaya a mejorar, son unos inútiles, así de claro"
No voy a tener más remedio que apuntarme a la tesis de aquellos que piensan que los gobiernos están, más que nada, para joder a los ciudadanos. En España hemos estado casi un año sin Gobierno y nos ha ido de maravilla. Desde que hay nuevo Gobierno ya sabemos lo del copago sanitario, la impresionante subida de la luz, el pago de las autopistas… (¿Os acordáis cuando no cogíamos una autopista de peaje para no pagar? Pues ahora vamos a pagar por no cogerlas).
Miren, por lo pronto, aquellos que suben los impuestos sin que haya visos de que esto vaya a mejorar, son unos inútiles, así de claro. Es fácil conseguir la rentabilidad de una empresa cuando a los zopencos de sus responsables solo se les ocurre despedir a trabajadores. Las buenas gestiones de los gobiernos, de las corporaciones locales y de las empresas privadas no están en subir los impuestos o dejar en el paro a los trabajadores, hay que ser imaginativo y tenaz para conseguir logros sin que tengan que sufrir, aún más, los que pagan siempre los platos rotos.
En el Ayuntamiento de Granada las cuentas no cuadran y parece que la situación en agónica. Pero, señores concejales, estrújense las meninges y hagan otros recortes: den menos comidas, hagan menos gastos suntuarios, bájense ustedes los sueldos o cobren facturas que tengan ahí sin cobrar. El otro día decía Paco Puentedura, el concejal de Izquierda Unida, que existen deudas de promotores de obras por valor de 32 millones de pesetas. Salgan a cobrarlas y empleen su tiempo en perseguir a los morosos y no a los vecinos que cumplen a rajatabla con sus deberes fiscales. El ciudadano, siempre el ciudadano. Visto está: cuanto más ejemplar es un ciudadano, más por culo le dan.