'Diputación Real Estate'

Cuando una inmobiliaria de las de toda la vida quiere parecer pija, pija, o "cool" como se dice ahora, en lugar de presentarse como "inmobiliaria", lo hace como "Real Estate", que no es ni más ni menos que una expresión de origen anglosajón, que se utiliza en gran parte de los países occidentales para referirse a todo lo relativo a los bienes inmuebles o bienes raíces.
En aras de la modernidad, de lo "cool" y de sus últimos anuncios de adquisiciones inmobiliarias a cascoporro, me atrevo a recomendar a la Diputación de Granada que adopte esa terminología y se presente al personal como Diputación Real Estate
En aras de la modernidad, de lo "cool" y de sus últimos anuncios de adquisiciones inmobiliarias a cascoporro, me atrevo a recomendar a la Diputación de Granada que adopte esa terminología y se presente al personal como Diputación Real Estate, ya que parece estar más preocupada por comprar todo aquel ladrillo que se le ponga a tiro, que de lo que en realidad debería hacer y que no es otra cosa que prestar servicios a los municipios menores de 20.000 habitantes, que por cierto son la inmensa mayoría en nuestra provincia.
La Diputación Real Estate de Granada ha anunciado en los últimos meses la adquisición del Castillo de la Calahorra, la Casa Dengra y el antiguo Convento de Santo Domingo, en Baza, el Convento de la Concepción de Guadix, el edificio del Banco de España, actual sede de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía; ha anunciado que financiará las mejoras del Estadio de los Cármenes y ha expresado su interés por comprar el edificio de Correos de Puerta Real. Hablamos de una auténtica millonada que sin duda miran con envidia los alcaldes y alcaldesas de nuestra provincia.
La fiebre Real Estate de la Diputación se inició, no nos olvidemos, con la adecuación del Palacio de Niñas Nobles a sede de la presidencia de la institución en la capital. Seguro que ustedes se habrán planteado "cienes" de veces cómo hemos podido vivir hasta ahora sin que el presidente de la Diputación tuviera un despacho en la almendra central de la capital.
Solo Granada financia con fondos propios a la Junta, para inversiones que la Administración autonómica debería realizar en nuestra tierra. No es de extrañar el sentido agradecimiento expresado por la Consejería de Justicia, que se ahorra un pastizal con la operación
Siendo muy grave, que lo es, que la institución provincial dedique ese dineral a menesteres que para nada son prioritarios para nuestros ayuntamientos, lo es aún más que los nueve millones que la Diputación va a pagar a la Junta de Andalucía por el edificio del Banco de España, vayan a ir destinados íntegramente a pagar a la Caixa la adquisición de la que fuera sede central de CajaGranada, que se destinará a sede judicial. Traducimos, solo Granada financia con fondos propios a la Junta, para inversiones que la Administración autonómica debería realizar en nuestra tierra. No es de extrañar el sentido agradecimiento expresado por la Consejería de Justicia, que se ahorra un pastizal con la operación.
Se preguntarán ustedes de dónde saca Francis Rodríguez el pastizal que cuestan todas esas operaciones, ya se lo preguntaba “la chica del 17”, una popular canción de hace algunas décadas, refiriéndose a una chica joven que, según sus vecinos, aparenta estar bien vestida y tener dinero, lo que lleva a la gente a cuestionar de dónde saca tanto: “de donde saca pá tanto como destaca”, se preguntaba la canción. Pues bien, después de una somerísima investigación, llegamos a la conclusión de que sale del remanente de más de 160 millones de euros que dejó Pepe Entrena en la caja de la institución provincial, lo que por cierto denota una gestión no demasiado brillante del anterior equipo de Gobierno, que fue incapaz de invertir esos 160 millones en las ingentes necesidades de todo tipo que tienen nuestros pueblos más pequeños.
Algunos de ustedes me dirán que no está tan mal lo de aumentar el patrimonio provincial con todas estas adquisiciones y pueden llevar razón, lo malo es hacerlo con fondos que podrían mejorar sustancialmente la vida de decenas de miles de granadinos, que viven en municipios sin apenas servicios y con datos demoledores de empleo y pobreza. No vayamos a que la Diputación acabe siendo la más rica del cementerio.