La Junta obliga a los colegios a impartir hora y media semanal de Religión al alumnado de 3 a 6 años
Juan Manuel Moreno, el pasado año, en el inicio del curso escolar. junta de andalucía
Los colegios públicos que imparten el segundo ciclo de Educación Infantil, en el que están escolarizados niños y niñas de 3 a 6 años, estarán obligados a programar el próximo curso hora y media semanal de Religión. Hasta este curso, los colegios tenían autonomía para fijar el número de horas de esta asignatura -que es opcional y no evaluable-, con un mínimo de 45 horas semanales.
La medida se comunicó a los colegios el pasado 2 de junio a través de Séneca, que es el gran portal de la Consejería de Desarrollo Educativo para la gestión del sistema educativo, pero no se plasmó en unas instrucciones, como han denunciado los sindicatos de enseñanza CGT, CCOO y Ustea. Los tres sindicatos coinciden en rechazar la orden de la Junta, que no ha sido consensuada y que, como resaltan, no obedece a ninguna necesidad pedagógica. Exigen a la Consejería que retire la orden.
Para la Federación de Enseñanza de CCOO Andalucía, obligar a los centros a planificar hora y media de Religión en segundo ciclo de Infantil es un "viaje al pasado"
Para la Federación de Enseñanza de CCOO Andalucía, obligar a los centros a planificar hora y media de Religión en segundo ciclo de Infantil es un "viaje al pasado". "Se trata de un movimiento erróneo tanto en las formas como en el contenido", critica el sindicato, que hace hincapié en que se ha adoptado "sin consulta ni consenso".
"Es una imposición que socava el principio de autonomía de los centros y que da más peso a una materia que entorpece la neutralidad ideológica y la laicidad que deben caracterizar a la escuela pública. No responde a necesidades pedagógicas sino a claros intereses ideológicos", denuncia la Federación de Enseñanza de CCOO.
La Junta se aferra a una Orden Ministerial de 1993
Como informó el diario Público, la Junta de Andalucía esgrime una orden de 1993 para avalar la imposición del horario, en el sentido de que señala que el tiempo dedicado a esta asignatura será "proporcional" al de Primaria. Según la Junta, la mayoría de los centros públicos ya impartían ese horario y solo un 30 por ciento estará obligado a ampliar la programación de Religión.
La escuela pública no es un templo ni un púlpito, advierte Ustea
El sindicato Ustea rechaza esta "imposición improvisada, sin instrucción normativa oficial, sin proceso de debate y sin respeto alguno a la organización pedagógica de los centros ni a la libertad religiosa de las familias".
Este cambio, como advierte el sindicato, supone "una alteración profunda del paradigma educativo público andaluz, que nunca había contemplado esa carga lectiva de religión en esta etapa". "Nos encontramos ante una deriva preocupante que rompe el principio de laicidad como garante de la convivencia democrática", agrega Ustea, que reivindica que "el laicismo en la escuela pública no es una posición ideológica, sino un principio democrático fundamental: garantiza que ningún dogma religioso se imponga y que el conocimiento, el pensamiento crítico y la educación en valores comunes prevalezcan sobre cualquier forma de adoctrinamiento".
Esta decisión de la Consejería de Desarrollo Educativo "no solo es una concesión política a sectores integristas, sino una intromisión intolerable en la autonomía pedagógica y un uso partidista de la educación pública". "La urgencia en la aplicación, la falta de transparencia y la ausencia de instrucciones formales reflejan una forma de gobernar autoritaria y opaca en la que no prima lo pedagógico, sino otros intereses retrógrados y antipedagógicos", insiste la organización, que reivindica "una escuela pública, laica y de calidad al servicio del interés general, no de intereses ideológicos privados. La escuela pública no es un templo, ni un púlpito".
Por ello exigen la retirada de la medida y llama a la comunidad educativa a "mantenerse alerta ante este nuevo intento de deteriorar y desnaturalizar la escuela pública".
Carmen Castillo, en el Parlamento. junta archivo
"Ojalá mostrara la Consejería la misma preocupación por la estabilidad laboral de todo el profesorado que la que está demostrando ahora con los maestros y maestras de Religión Católica", expresa CGT
"Esta decisión representa un giro radical en el modelo educativo público andaluz, que hasta ahora había preservado la etapa de Infantil de este tipo de imposiciones confesionales. Nos enfrentamos a un preocupante retroceso que vulnera el carácter laico de la escuela pública, garantía esencial de convivencia democrática", advierte por su parte CGT, que insiste en que se ha adoptado: "sin ningún marco normativo que la sustente; sin proceso de consulta o debate previo; sin considerar la organización pedagógica de los centros; y sin respetar el derecho fundamental a la libertad de conciencia".
Tras recordar que, en Educación Infantil las enseñanzas de Religión "nunca han sido obligatorias", expresa su temor a que esta medida "responda más al descenso en las peticiones de la asignatura de Religión Católica que a razones pedagógicas, buscando así garantizar las horas lectivas del profesorado de esta materia". "Ojalá mostrara la Consejería la misma preocupación por la estabilidad laboral de todo el profesorado que la que está demostrando ahora con los maestros y maestras de Religión católica".
Para el sindicato, "la laicidad escolar no es una postura ideológica, sino un principio constitucional" que "protege la libertad de creencias; garantiza la neutralidad del espacio educativo; promueve el pensamiento crítico basado en el conocimiento científico; y fomenta valores universales de convivencia".
CGT exige la retirada inmediata de esta medida por "arbitraria", "respeto" al carácter laico de la escuela pública y "la no injerencia de intereses confesionales en la educación".
El sindicato llama a la comunidad educativa a "permanecer vigilante frente a este nuevo ataque a la escuela pública", que a su juicio pretende "debilitar su carácter inclusivo, cuestionar su neutralidad ideológica y subordinarla a intereses particulares". CGT insiste en que seguirá defendiendo una escuela pública "laica y científica, democrática y participativa, de calidad para todas y todos y libre de adoctrinamiento". Y expresa su rechazo "a la imposición religiosa en las aulas".