'Alertas'
Las elecciones ya han tenido lugar y los resultados no han sido, precisamente, los que vaticinaban las encuestas. Hay quienes se jactan de haber parado el fascismo, otros protestan por haber perdido votos en favor de opciones más útiles e incluso los hay que irradian una alegría inusitada a pesar de haberse dejado varios escaños por el camino. Todo en orden, como siempre. Lo único cierto es que, una vez más, las que han perdido han sido las mujeres.
Sería bueno que antes de entregar las carteras, el partido mayoritario se parase a pensar qué va a hacer con las políticas de Igualdad no vaya a ser que vuelva a repetirse el desaguisado de los últimos cuatro años y las mujeres retrocedan en sus derechos consolidados mientras se trabaja a destajo para buscar otros que reconforten a colectivos minoritarios a los que no les falta ninguno
Aunque el ganador, en número de escaños, ha sido el Partido Popular, el previsible acuerdo con la ultraderecha no es suficiente para formar la mayoría necesaria de cara a configurar un gobierno con lo que, es previsible, que lo haga el PSOE si logra obtener los apoyos suficientes de otros partidos con representación en la Cámara Baja. Ante este escenario, hay quien ya está diseñando el reparto de los ministerios.
Sería bueno que antes de entregar las carteras, el partido mayoritario se parase a pensar qué va a hacer con las políticas de Igualdad no vaya a ser que vuelva a repetirse el desaguisado de los últimos cuatro años y las mujeres retrocedan en sus derechos consolidados mientras se trabaja a destajo para buscar otros que reconforten a colectivos minoritarios a los que no les falta ninguno. O, lo que es peor, se aprueben nuevas leyes impulsadas por el poderoso caballero Don Dinero para abrir las puertas a la explotación reproductiva y sexual de las mujeres y calmar así las ansias de la industria de los vientres de alquiler y el gran negocio de la prostitución. Se observan ya algunas intenciones.
Si desde el feminismo se está alerta ante estas dos cuestiones, no es por capricho. Hay señales que no pasan desapercibidas. Un día antes de que España se movilizara para acudir a las urnas, se clausuraba en Bilbao un congreso internacional sobre vientres de alquiler, cuya práctica es ilegal en nuestro país como lo es su difusión. Lo dice la Ley pero sus organizadores no tuvieron ningún problema en reunirse en un espacio de titularidad municipal sin que nadie les molestase. Ningún partido ha dicho nada. No han abierto la boca porque algunos de los que pudieran apoyar al PSOE en la formación de un gobierno están a favor de que España se sume al puñado de países –veinte en todo el mundo- que permite esta inhumana utilización del cuerpo de las mujeres. Partido Nacionalista Vasco, Partido Popular, EHBildu, Esquerra Republicana de Catalunya y Más País (integrado en Sumar) se muestran favorables. Sólo las feministas de varias plataformas vascas junto a otras llegadas desde distintos puntos del país estuvieron protestando ante las puertas del lugar del encuentro para gritar que los vientres de las mujeres no se alquilan, que su capacidad de gestar no se dona y que tener hijas e hijos no es un derecho sino un deseo.
Quien lo dice sabe poco de lo que significa el esfuerzo y el valor. Lecciones podrían dar las mujeres que bajo un sol de justicia han estado protestando en Bilbao apoyadas, solamente, por otras mujeres
Leer los datos de los resultados electorales es un ejercicio aconsejable para no hacer el ridículo y ofrecer titulares a los medios de comunicación que dejan al descubierto la inmadurez de ciertos personajes recién llegados que no han demostrado más que poses impostados ante las cámaras y recorridos cortos que no aguantarán con facilidad el uso de la cuchillería que ya se está afilando en algunas formaciones políticas. Calificar de “proeza” el resultado de una plataforma integrada por hasta quince organizaciones que ha conseguido 31 representantes al Congreso de los Diputados y ha perdido 700.000 votos en la suma de todos los partidos que la conforman y siete escaños, es tomar el pelo al electorado. Quien lo dice sabe poco de lo que significa el esfuerzo y el valor. Lecciones podrían dar las mujeres que bajo un sol de justicia han estado protestando en Bilbao apoyadas, solamente, por otras mujeres.
Otras, con su escaño ya amarradito, se atreven a hablar ahora de feminismo, en singular, porque sólo se refieren al de la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, y su gestión al frente de una cartera que deja muy cuarteada. Culpa de los resultados a los votos perdidos por no haber incluido a la titular de Igualdad en las listas sin entender que han sido las feministas, las que nunca hablaron en plural de la teoría política desarrollada durante trescientos años, las que han obviado la papeleta personalizada de Sumar.
Veinticuatro horas ha durado la tregua entre los quince de Yolanda Díaz y esto no ha hecho más que empezar.