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'Año 2024'

Blog - Punto de fuga - Cristina Prieto - Jueves, 28 de Diciembre de 2023
El año que comienza mantiene los mismos retos en la agenda feminista, resalta.
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El año que comienza mantiene los mismos retos en la agenda feminista, resalta.

En pocas horas dará comienzo un nuevo año y toca hacer repaso del que ya nos deja a la vez que, casi simultáneamente, nos obliga a plantearnos los retos del que viene. Del que pasaremos página nos queda el relevo en el Ministerio de Igualdad y el alivio de no volver a ver las imágenes tan bochornosas de las pancartas bailadoras, las confusas declaraciones sobre la libertad sexual de las niñas, los niños y ‘les niñes’ y, quizás, los telones bajados para las perfomances chabacanas protagonizadas por señores con apellido de río norteamericano.

El deseo de las feministas españolas para el nuevo año es emular a las compañeras escocesas y proteger a las mujeres

El movimiento feminista quiere avanzar en un futuro justo y en igualdad para las mujeres y por eso se mira en el espejo de las feministas escocesas que han logrado tumbar la ley de autoidentificación de sexo porque entraba en colisión con la ley de Igualdad y con ello se recuperan las categorías femeninas en el deporte y se expulsa de los centros educativos el transproselitismo que tanto daño está causando entre la infancia y la adolescencia. El deseo de las feministas españolas para el nuevo año es emular a las compañeras escocesas y proteger a las mujeres.

Se presume difícil, cierto, pero no imposible. Cada día, más y más mujeres abren los ojos al tremendo retroceso impuesto por el posmodernismo que impacta de lleno en los derechos de la mitad de la población

Se presume difícil, cierto, pero no imposible. Cada día, más y más mujeres abren los ojos al tremendo retroceso impuesto por el posmodernismo que impacta de lleno en los derechos de la mitad de la población. A pesar de ello, los medios de comunicación aliados con la izquierda woke que no ocultan su posicionamiento, tampoco dudan ya en lanzar informaciones falsas con tal de colaborar en el mantenimiento de la gran mentira de las identidades sentidas.

La seriedad del trabajo bien hecho de las madres de AMANDA – también de algún padre- parece no gustar y desde una de las emisoras con más audiencia de nuestro país no se ha dudado en calificar de ‘lobby tránsfobo” su agrupación. El despertar de más y más familias que están plantando cara al transgenerismo y buscando soluciones a la disforia de inicio rápido por contagio social de sus hijas e hijos parece inquietar a algunas posiciones dominantes. Madres y padres no quieren enfermar los cuerpos sanos de sus vástagos con tratamientos hormonales que no necesitan ni mutilar partes que no sobran. Y, como no hay argumentos suficientes para rebatir sus razones, basadas en estudios cada vez más exhaustivos realizados en países de nuestro entorno y en la propia experiencia vivida en sus hogares, sólo les ha quedado atacar con falacias. Lobby, dicen.  Las madres de Amanda, que no dudan en acudir a cualquier foro donde quieran escucharlas, no reciben ninguna subvención ni ayuda pública. Extraño lobby….

El año que comienza en unas horas mantiene los mismos retos de la agenda feminista. La abolición de la prostitución y el género, la eliminación de la instrucción del 2010 que permite la inscripción de bebés nacidos mediante explotación reproductiva (vientres de alquiler) en los consulados españoles fuera de nuestras fronteras y el fin de la violencia machista

El año que comienza en unas horas mantiene los mismos retos de la agenda feminista. La abolición de la prostitución y el género, la eliminación de la instrucción del 2010 que permite la inscripción de bebés nacidos mediante explotación reproductiva (vientres de alquiler) en los consulados españoles fuera de nuestras fronteras y el fin de la violencia machista. Este año se cerrará, previsiblemente, con 55 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas frente a los 49 del pasado ejercicio. Algo falla y las asociaciones que trabajan con las víctimas saben qué debe cambiarse, pero nadie se para a escuchar.

En 2024 se celebrarán elecciones al Parlamento de Europa y convendría que la izquierda recordase la inmensa pérdida de votos de las opciones políticas que eligieron situarse en el lado opuesto a la agenda feminista. Bajo el lema Feminismo no vota traidores, muchas papeletas se quedaron en la abstención y otras se acercaron hasta las urnas para dejar claro este mensaje mediante votos nulos. Una y otra vez las mujeres constatan que los programas electorales obvian sus demandas, que los retrocesos se consolidan –sólo hay que repasar las consecuencias de leyes como la del Sí es Si y las rebajas de pena a violadores y pederastas- y que las promesas en campaña no dejan de ser cantos de sirenas. O sirenos, quien sabe de los sentimientos ajenos…

La próxima cita electoral será un reto no sólo para la ex ministra de Igualdad, Irene Montero, que parece haber encontrado acomodo más allá del Consejo de Ministros en su partido, el del club de los cinco – menos interesante que el creado por la escritora inglesa Enid Blyton- que ha abandonado ya a Sumar en un idilio más corto que cualquier amor de verano. El feminismo español también se enfrenta a su propia prueba que consistirá en comprobar si la capacidad organizativa de sus propuestas políticas en torno a la agenda propuesta por esta teoría política encuentra espacio en el Parlamento Europeo. Veremos.

 

Imagen de Cristina Prieto

Madrileña afincada en Andalucía desde 1987, primero en Almería y posteriormente en Granada donde he desarrollado mi carrera profesional como periodista. Me licencié en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, cursé mi suficiencia investigadora en la Universidad de Granada dentro del programa Estudios de la Mujer y leí mi tesis doctoral en la Universidad de Málaga.