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'Belako, no sois vosotros, soy yo (creo)'

Blog - Un blog para melómanos - Jesús Martínez Sevilla - Miércoles, 30 de Septiembre de 2020
Belako – Plastic Drama
Portada de 'Plastic Drama', de Belako.
IndeGranada
Portada de 'Plastic Drama', de Belako.

Si ha habido un grupo al que la pandemia ha pillado a contrapié en nuestro país, ese ha sido Belako. Este cuarteto vasco se encontraba en mitad de una gira por EE.UU. cuando las cifras de contagios empezaron a dispararse y tuvieron que volver a toda prisa, justo a tiempo para la declaración de Estado de Alarma que dio al traste con todos los conciertos que tenían planeados. Para colmo, la situación de incertidumbre les llevó a retrasar la salida al mercado de Plastic Drama, su nuevo álbum, que estaba planeada para el 8 de mayo (lo editan en su propio sello). Esto a pesar de que ya habían lanzado un single promocional en febrero y otro en marzo; todo un palo, y más cuando la situación se fue alargando y quedó claro que dejarlo “para después de la pandemia” no era una opción. Finalmente, el álbum nos llegó el pasado 28 de agosto, después de una gira por autocines innovadora, aunque extraña, que al menos les ha permitido volver al directo y recuperar sensaciones.

Una banda tan joven, apostando desde tan pronto y tan en serio por la autoedición, que no rehuye los mensajes políticos, con un directo considerado legendario... Quería que les fuera bien y quería enamorarme de este álbum

Conocer toda esta situación aumentaba mi simpatía por el grupo, pese a que no había escuchado sus trabajos previos. Sabía, eso sí, que tanto Hamen (2016) como Render Me Numb, Trivial Violence (2018) habían sido nominados al Premio Ruido al disco del año y que habían ganado varios premios MIN, entre otros el de mejor directo. Una banda tan joven, apostando desde tan pronto y tan en serio por la autoedición, que no rehuye los mensajes políticos, con un directo considerado legendario... Quería que les fuera bien y quería enamorarme de este álbum. Lo primero parece que se está cumpliendo, pero lo segundo no tanto. La recepción del disco está siendo excelente, y se está aplaudiendo con razón la diversidad de sus canciones. Pero algo hay en Plastic Drama que me deja frío.

Puede que tenga algo que ver la cuestión del idioma. Hace ya bastante tiempo que cantar en inglés no es requisito para hacer música en la escena indie de nuestro país, y de hecho es una opción minoritaria, pero Belako lo hacen (y también en francés, en “Sirène”). En teoría no tengo ningún problema con ello, pero percibo algo de distancia con las letras, una dificultad para que me lleguen sus mensajes. ¿Es posible que el hecho de que no canten en su lengua materna haga que me cueste meterme en las historias que cuentan, que los mensajes feministas y las llamadas a la acción me resulten a veces un poco forzados? Desde luego, “Profile Anxiety” me parece una canción más bien anodina y predecible, y creo que la letra supuestamente crítica con el papel de las redes sociales en nuestra sociedad, que en la práctica es un tanto inespecífica, tiene que ver en esa sensación. Tampoco ayuda ese horrendo sonido sintético con el que acompañan las guitarras en las transiciones entre estrofas, que por otra parte es el único elemento que serviría para diferenciarla de cualquier canción mediocre de post-grunge de los noventa.

Pero a pesar de estos defectos, tengo que reconocer que hay canciones notables. Destacan justamente las que más se salen del molde, mostrando la versatilidad de los de Mungia

Más grave es para mí otro problema: la única voz que me parece aceptable es la de Cris. Afortunadamente, es la que canta en la mayoría de temas (aunque precisamente su falsete en “Sirène” me resulta irritante). Pero en cuanto aparecen otras voces haciendo coros, me sacan de la canción. Ocurre hasta cierto punto en “Tie Me Up”, que por lo demás me parece un buen ejercicio de post punk. Ocurre de forma más desconcertante en “Truce”, donde una voz masculina (imagino que la de Josu, guitarrista) entona una sola estrofa y casi consigue arruinar el conjunto. Y sobre todo ocurre en “The Craft”, aunque esta es solo la más superficial de sus taras. Me sorprende que un grupo de este nivel considere esto una canción aceptable, y más aún que decida lanzarla como single. Ni a nivel compositivo, ni lírico, ni de producción... no le veo ni una cualidad redentora a esta arenga política tan general y plana. Sinceramente, me pregunto si la cuestión no será simplemente que esta canción se me ha cruzado tanto que ya no puedo disfrutar del resto del disco.

Por lo demás, algunos cortes tienen estructuras un poco predecibles, reiterando en exceso los estribillos al final (“marinela2017” es un buen ejemplo). Pero a pesar de estos defectos, tengo que reconocer que hay canciones notables. Destacan justamente las que más se salen del molde, mostrando la versatilidad de los de Mungia. “Plastic Drama” suena nada menos que a disco, con una línea de bajo tremenda, mientras “Truce” tiene algo de canción tabernaria y algo de canción navideña. “marinela2017” empieza como una balada guiada por el piano y progresa estupendamente hasta una explosión de guitarras, y además emociona con una letra que usa la metáfora del astronauta varado en el espacio para hablar de la distancia emocional en una relación íntima. “Truth” recuerda a Sleater-Kinney, con su letra feminista que denuncia el papel del amor romántico en la explotación de las mujeres unida a una melodía pop incontestable tocada con la suciedad y la pasión del punk. Y la mejor canción seguramente sea “All Nerve”, con otra línea de bajo despampanante (si algo deja claro este disco es que Lore es una gran bajista) que ancla un gran despliegue de energía post punk. Se te ponen los pelos de punta cuando todos los instrumentos se paran y Cris grita “your turn to shut up!”; si tuviera un mejor estribillo, sería una de las canciones del año.

Pero esa es justamente mi sensación de conjunto con Plastic Drama: algo le falta, un par de elementos más pulidos, unas letras menos forzadas, más cuidado en las interpretaciones vocales, para terminar de funcionar. A pesar de la gran versatilidad que demuestran no me parece que acierten lo suficiente en sus decisiones. Insisto, igual el problema es mío, porque a todo el mundo parece encantarle, pero yo no consigo disfrutar de veras de este álbum. Lo cual no quita que les desee la mejor de las suertes: desde luego están trabajando duro para convertirse en uno de los mejores grupos de este país. Espero un día poder decir que lo son sin ningún titubeo.

Puntuación: 6.6/10

Imagen de Jesús Martínez Sevilla

(Osuna, 1992) Ursaonense de nacimiento, granaíno de toda la vida. Doctor por la Universidad de Granada, estudia la salud mental desde perspectivas despatologizadoras y transformadoras. Aficionado a la música desde la adolescencia, siempre está investigando nuevos grupos y sonidos. Contacto: jesus.martinez.sevilla@gmail.com